El concejal de Guaymallén que llegó para “romper la calma”

Federico Telera milita en el Partido Obrero y, como parte del Frente de Izquierda y los Trabajadores, ganó la banca que asumió en abril. Denunció el aumento de las dietas a 40 mil pesos y el resto de los concejales le retiró el saludo y analizan expulsar

El concejal de Guaymallén que llegó para “romper la calma”
El concejal de Guaymallén que llegó para “romper la calma”

El caso del concejal del Frente de Izquierda y de los Trabajadores (FIT) de Guaymallén parece sacado del mundo del revés: en tiempos de reclamos salariales, Federico Telera desde julio cobra cerca de $ 40 mil pero quiere devolver $ 11.500.

Esto porque no le aceptan la renuncia al aumento de dietas que aprobó ese mes el Concejo. Para comprobarlo, muestra y da copias de los papeles firmados por el municipio.

Al resto del dinero, le quita también “los aportes para las luchas sociales” y dice quedarse sólo con $ 7.500 por mes, “lo que ganaba cuando trabajaba de albañil”, profesión que heredó de su padre.

Telera tiene 35 años y milita desde los  19 en el Partido Obrero. Aunque en 2009 fue candidato a edil y en 2011 a intendente, recién el año pasado, como consecuencia del sorpresivo crecimiento provincial del FIT, obtuvo el 15,5% de los votos e inauguró la banca de la izquierda en el Concejo, que asumió en abril.

Pero su saltó a la escena local fue en agosto, luego de dar a conocer el aumento que por ordenanza se dieron los concejales, funcionarios y el intendente interino, Luis Lobos. Esta semana se conoció que el denunciante ahora es denunciado por su participación en un desalojo de feriantes.

El edil se mueve “en bondi” y en este momento busca alquiler. Cuando se le pregunta si no es difícil, ante esta situación, devolver el dinero, responde que prefiere mirar el proyecto político que encarna y el “momento histórico” que está pasando la izquierda a nivel nacional.

Reconoce, en este sentido, que aunque “trabaja por una alternativa”, en la calle se encuentra con gente que sólo quiere puestos en la municipalidad. “Están acostumbrados a la vieja política”, define.

Para esto, Telera se remite a las palabras que el mismo Lobos refirió cuando quedó a cargo de la intendencia en enero y dio de baja 300 contratos.

“Si hay 'ñoquis', nosotros queremos saber quiénes son los responsables políticos”, reclamó el concejal, y calificó: “Hay una crisis en curso y Lobos la favorece”.

¿Cuál es el rol de Telera? En el Concejo le achacan que presenta pocos proyectos. Hasta ahora el concejal no ha jugado fuerte en las sesiones y reconoce que acompañó la mayoría de las votaciones. “Casi todo lo que entra al Concejo son cuestiones administrativas, entre ellas acequias y paradas de micros”, cuenta.

En este sentido, dice que se prepara para participar por primera vez en la discusión de los proyectos más importantes: la renovación de autoridades, el Presupuesto y la ordenanza que fija las tarifas para 2015. Aunque prefiere no adelantar la jugada, reconoce que en este punto mostrará su rol opositor.

“El próximo Presupuesto, ¿va a venir con 'ñoquis'? ¿Con más aumento tarifario? ¿Con déficit presupuestario? ¿Con endeudamiento?”, pregunta a modo retórico.

En este punto cuestiona que el Concejo haya pensado en incrementar el Presupuesto en $ 2 millones más (si seguía con el aumento pretendido), pero que el municipio haya dudado en darle un bono de fin de año a los 4.300 municipales que hay en Guaymallén,  tanto en planta como a través de contratos.

El jueves, la comuna confirmó a este diario que sí otorgaría el pago extra.

En cuanto a lo salarial, el concejal, si bien concede que pagarle bien a un funcionario incentiva la profesionalización, también cuestiona: “Nosotros buscamos la equiparación de los salarios. Actualmente un municipal gana $ 3.300 de básico, por debajo de la canasta familiar”.

Cuando se le pregunta por la gestión de Lobos, diagnostica que “hay una crisis habitacional que raja la tierra, precarización laboral y desocupación” y vaticina: “Hay una crisis terrible en el municipio con la situación tarifaria, que se va a profundizar el año que viene”.

Quizá, en sus consideraciones, el papel más fuerte que tuvo Telera hasta ahora es ser una especie de fisura dentro de “un Concejo que actúa en forma corporativa y que está lejos de los vecinos”, lo que permitió visibilizar “los adentros” del municipio.

“Al principio quisieron hacer acuerdos personales conmigo. Ahora me dicen que desde que llegué perdieron la calma”, se autorreferencia, y pregunta: “¿Qué implica esa calma? ¿Llegar a acuerdos políticos, tener la mano alzada, no debatir nada, seguir con el negociado?”.

“Han hecho un pacto de gobernabilidad. Ellos se ponen el saco de 2015 pero llevan la misma orientación política que tiene el intendente”, caracteriza Telera a la principal oposición, y dice que “no se diferencian políticamente en nada.

Todos los proyectos que entran son votados sin ningún cuestionamiento, incluso los pedidos de informes que hicimos cuestionando al Ejecutivo tienen la negativa de ellos”. El Concejo  está compuesto por cinco concejales del PJ (contando a Lobos), cinco de la UCR (hoy la primera minoría), uno del PD y uno del FIT.

En este sentido, Telera considera que las elecciones del año que viene han divido los bloques.

“Tienen problemas internos. La UCR tiene al menos hasta ahora tres o cuatro candidatos y dos o tres fracturas internas. En las votaciones, cada uno defiende su quinchito”, señala, y enumera como precandidatos a intendentes a los legisladores Pablo Narváez (hijo de uno de los concejales), Víctor Scattareggia y Lorena Meschini.

“El PJ está dividido. El mismo Lobos me dijo en una reunión que tuve con él: 'Mi propio partido me está boicoteando'. Tiene una interna con el presidente del Concejo, (Ramón) Lucero, quien puede ser candidato. Otro que va a competir por la intendencia es (el ministro  de Tierras, Guillermo) Elizalde”.

Cuando se le pregunta por las propuestas que aborda el órgano deliberativo, Telera da sus definiciones: “El Concejo de Guaymallén es uno de los más ociosos de la provincia, a partir de lo que me cuentan otros concejales compañeros.

Acá no se trabaja en comisiones, si bien están constituidas”, dice, y remata cuando se le interroga por su relación con sus pares: “A mí no me saludan. Cuando llego ellos se van. Parece que tengo ébola”.

La vendetta

Telera  define su horizonte político con ese vocabulario teórico que suele usar la izquierda. Pero, en la práctica, el concejal cuenta con sólo dos declaraciones sin mayor peso votadas a su favor y otros proyectos “cajoneados”.

Reconoce que su rol pasó hasta ahora por las denuncias que hizo. Esto, aclarando, que no le gusta el mote de “denunciante” y que no quiere ser el “Lilito Carrió” de Guaymallén.

Pero en los hechos, a partir de las repercusiones que tuvo la denuncia del aumento de las dietas a 40 mil pesos, concejales y funcionarios volvieron a los 24 mil que ganaban en junio.

Para esto, el Concejo firmó una renuncia al aumento, con la sola excepción de Telera, quien quedó fuera de la resolución y aún cobra con aumento.

El bloque del FIT presentó su renuncia ante cuatro dependencias (Administración, el Concejo, Contaduría e Intendencia), pero en la municipalidad dicen que no siguió “los pasos administrativos” para la baja.

El dato curioso: las notas presentadas sirvieron para que a la secretaria y al asesor del bloque de izquierda les quitaran el aumento al mes siguiente, no así a Telera.

Vida y obra

Federico Telera tiene 35 años y un hijo de 4. Nació en el asentamiento Chaparral de Guaymallén y vivió toda su vida en este departamento. Actualmente reside en el distrito Belgrano, cerca de la Feria de Guaymallén.

Estudió el profesorado de Historia hasta tercer año y abandonó. A partir de allí se dedicó a la construcción, aunque nunca dejó la militancia en el Partido Obrero.

En 2009 fue candidato a concejal y en  2011 a intendente. El año pasado, con un poco más del 15% de los votos, ganó una banca que asumió en abril.

En sólo seis meses, además de ganarse el rechazo del resto de los concejales ahora analizan destituirlo, a partir de una causa judicial que le inició el municipio por su participación durante un desalojo de feriantes.

El documento, además de ser presentado en la Fiscalía N° 9, también ingresó al Concejo para someterlo a la consideración de sus pares. Si el expediente logra despacho, el edil del FIT puede ser suspendido y hasta expulsado. “No creo que logre las firmas; si no, sería un lío tremendo”, dice confiado.

En lo que viene, Telera terminará su mandato a principios de 2016 para dar paso a la candidata del PTS que fue en el segundo lugar de la lista, Mailé Rodríguez. Esto le abre el juego a Telera para pensar en una candidatura a intendente y él dice: “No vamos a esquivarle al bulto”.

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