El cine local y sus armas creativas

La idea nació en medio de la Asamblea de Cineastas Mendocinos que se realizó en abril, a causa del avance autoritario del Gobierno sobre el INCAA.

“Entre los temas tratados, se observó la necesidad de que el sector audiovisual se manifestara de alguna forma frente a estos atropellos. Las propuestas acerca de esto se limitaron a la redacción de uno que otro documento y a la posibilidad de sumarse a alguna movilización de otros sectores”, recuerda Andrés Llugany.

El cineasta pensó entonces que existía “una necesidad de expresión, una intención palpitante de resistir y enfrentar el avasallamiento mediante alguna acción concreta y tangible”.

Entonces, junto a un grupo de guionistas, decidió darle forma a una convocatoria abierta para aportar a la lucha una visibilidad creativa.

“Los cineastas tenemos la herramienta para manifestarnos (el formato audiovisual), una herramienta que, además de permitir la expresión personal inmediata, lleva intrínseco el valor testimonial histórico. Lo que nos faltaba, quizás, era el medio para encauzar esa expresión, es decir, un canal donde volcar y distribuir todas esas expresiones”. Fue así que pensó en proponer un largometraje compilatorio que reuniera esa gran cantidad de manifestaciones individuales.

“Un largometraje que se constituyera como la respuesta de los cineastas mendocinos a las crueles medidas políticas actuales, un largometraje que (iluso de mí, hasta esto llegué a pensar) fuera una punta de lanza que motivara a los cineastas de otras provincias a compilar sus propios cortometrajes. Entonces, los cineastas de todo el país nos habríamos encontrado levantando juntos nuestras cámaras y conformando un grupo sólido y enérgico frente al cinismo y la prepotencia de nuestros gobernantes”.

Con ese optimismo redactó la bases: este largometraje antológico seguiría el modelo implementado en el film “Chacun son cinéma”: cortometrajes de 3 minutos, dirigidos por cineastas diferentes, y referidos a un tema común. La única premisa temática consistía en expresarse contra las medidas del actual gobierno pero con la libertad de manifestarse bajo la luz estética que se eligiera.

“Lo cierto es que el lenguaje audiovisual es una herramienta para la expresión, claro, pero la expresión puede tomar muchas formas, y eso determinará la manera en que usamos la herramienta. En este caso en particular, los cortometrajes funcionarían como la respuesta del sector audiovisual mendocino a las políticas del Estado. Es decir, la rapidez es un factor esencial. Sobre todo cuando enfrente tenemos un Gobierno que golpea nuevamente cuando todavía no asimilamos el golpe anterior”. La intención, pues, era presentar el proyecto colectivo en la significativa fecha del 9 de julio. “Deberíamos sacar cortometrajes cada semana, deberíamos preocuparnos por hacer oír nuestras voces, no por hacer de cada plano una obra maestra”, subraya Llugany.

La respuesta

Ocho cortometrajes respondieron a la convocatoria, pero con ellos no se lograba ni media hora de largometraje. Con cierta decepción, Llugany comprobó “lo que ya sabían los pioneros, los rusos, los expresionistas, los surrealistas, los italianos, los franceses...: el miedo nunca ha sido un buen compañero de ruta”.

Aún así, la necesidad de encauzar esa expresión seguía existiendo. “De modo que modificamos la idea original (la del largometraje compilatorio) y trabajamos en un nuevo formato que diera albergue a cada uno de estos cortometrajes: una página web.

“Actualmente esa página incluye los 8 cortos que respondieron a la convocatoria original, pero está abierta a la inclusión de cualquier producción audiovisual, sin importar el género ni la duración”, explica.

Esta nueva modalidad tiene otras ventajas: no hay una fecha límite para la presentación de los proyectos, de modo que pueden seguir llegando cortos indefinidamente. “El único requisito es subir el cortometraje a internet y enviar el link de visualización al facebook de la Cofradía de Superguionistas Mendocinos, quienes lo incluirán en la página inmediatamente”.

El material que aparece en esta página actúa como un manifiesto del cine mendocino y es, a su vez, una herramienta de protesta social que revela la voz del sector audiovisual de nuestra provincia en el resto del país.

La convocatoria continuará abierta, ahora a través de esa web (https://cortos-en-el-tunel.tumblr.com/).

En ella ya se pueden ver los cortos presentados hasta ahora, realizados por Lucía Bracelis, Manuel Alonso, Tito De la Vega, Dario Exequiel, Milagros García Mansilla, Andrés Llugany, Ignacio Peña y Grupo Varda.

Aquellos que quieran sumarse pueden consultar y enviar material a estos contactos de la Cofradía: Andrés Llugany (andresllugany@yahoo.com), Carina Piazza (carinapiazza@gmail.com), Mariana Guzzante (mguzzante@gmail.com), Leandro Suliá Leiton (sulialeiton@gmail.com), Vanina Turrisi (turrisivanina@gmail).