El conductor del interno 2267 de la empresa TurBus que volcó el sábado en Horcones y provocó la mayor tragedia vial de Mendoza dijo estar arrepentido y pidió perdón desde la celda en que se encuentra alojado. En una entrevista para la televisión chilena aseguró: "Pido disculpas; no fue intencional".
El chileno Francisco Sanhueza fue imputado ayer por homicidio simple con dolo eventual por las 19 muertes y por lesiones leves, graves y gravísimas dolosas que provocó a los más de 20 heridos.
A pesar de que permanece incomunicado, Sanhueza recibió a un equipo periodístico del canal de noticias 24Horas.
"Pido disculpas y ruego a Dios que a esas personas que les causé todo el daño posible, encuentren la calma... No fue intencional, fue un accidente", dijo el conductor detrás de las rejas de su celda.
"Sé el daño que he causado. Ya estoy consciente; en el minuto no lo percibí"
"Sé el daño que he causado. Ya estoy consciente; en el minuto no lo percibí", admitió Sanhueza, pero se atajó y apuntó que los pasajeros no le advirtieron que bajara la velocidad como declararon sobrevivientes del siniestro.
"Que me disculpen... Perdí a mi familia, perdí a mi pareja, a mis hijos", cerró con lágrimas en los ojos el chofer.
El fiscal de Homicidios, Gustavo Pirrello, no permitió el ingreso de los periodistas a la comisaría 11 de Luján de Cuyo ya que, lógicamente, el imputado estaba incomunicado. Ahora se iniciará una investigación para determinar quién permitió que el detenido recibiera a los periodistas desde su celda.
La pesquisa podría terminar con el relevo de los responsables de la dependencia policial.