El cambio que convirtió a China en la mayor economía

El fin de la ortodoxia maoista hizo que en 2005, el sector privado generar el 70% del PBI y creció hasta el 2010 a un ritmo del 9,5% anual.

Hace 40 años, el 22 de julio de 1977, el Comité Central del Partido Comunista de la República Popular China terminó con la ortodoxia maoísta implementada durante 28 años, e inició un camino de reformas mediante la adopción de un sistema económico capitalista bajo un férreo control estatal, que llevó al país a ser hoy la principal potencia económica mundial.

En cifras actuales, China cuenta con un Producto Bruto Interno por poder de compra (PBI PPP) de U$S 21,14 billones en 2016, por delante de los U$S 18,56 billones de los Estados Unidos.

Aquel 22 de julio de 1977, el PC de China restableció en sus viejos cargos a Deng Xiaoping, quién había sido destituido tiempo atrás por la llamada "Banda de los Cuatro", liderada por la viuda de Mao Zedong, Jian Qing.

Fue precisamente Jian Qing, quien, junto a los dirigentes Zhang Chunqiao, Yao Wenyuan y Wang Hongwen, todos estos de Shanghái, llevaron adelante la "Revolución Cultural" impulsada por Mao en 1966, en el marco de su confrontación con el primer ministro soviético Nikita Serguéievich Jruschov.

Los conflictos internos entre la dirigencia comunista alrededor de las políticas económicas ya se habían iniciado hacia 1961, aún durante la firme conducción de Mao, cuando muchos consideraron fracasado el "Gran Salto Adelante" lanzado en 1958.

El Gran Salto consistió en el abandono de la tradicional política agraria china que fue reemplazada por un sistema de colectivización forzosa, que terminó con los pequeños productores mientras se impulsaba una industrialización acelerada.

Fue así que a partir de los problemas generados por el "Gran Salto Adelante" crecieron internamente en el PC dirigentes como Liu Shaoqi, Peng Zhen y Deng Xiaoping, protegido éste por el número dos de la Revolución China, el canciller Zhou Enlai, lo que debilitó mucho el poder de Mao por lo cual éste reaccionó impulsando la "Revolución Cultural" en 1966.

Al morir Mao, en septiembre de 1976, la "Banda de los Cuatro" arreció en la persecución de los disidentes y así, algunos, como Deng Xiaoping, fueron destituidos de sus cargos y hasta encarcelados.

Pero los desplazados fueron recuperando el poder y así Deng fue repuesto en sus cargos tres meses después para convertirse en la figura dominante, tras la muerte de Zhou en diciembre de 1978, con pleno respaldo del Ejército. Luego, en 1981, inició un proceso de cambios y que en materia económica se denominó "Socialismo con características chinas".

Hasta comienzos de los años 1980 el eje de esa política se basó en la descolectivización de la tierra, la autorización para el emprendedorismo y la apertura para las inversiones extranjeras, mientras que hacia fines de esa década se incluyeron la privatización de empresas estatales y se eliminaron los controles de precios y normas proteccionistas aunque permanecieron en el área pública la banca y el sector petrolero.

Ya para 2005 el sector privado generaba el 70% del PBI. Desde las reformas el volumen del PBI chino había crecido, hasta 2010, a razón del 9,5% anual cifra que luego disminuyó para situarse en el 7,3% en 2014, 6,9% en 2015 y 6,7% en 2016, estando compuesto el mismo en un 42,4% por los servicios, en un 29,3% por la industria y en un 28,3% por la agricultura.

Bajo el actual formato político-económico que se resume en el concepto de "un país, dos sistemas", las exportaciones  alcanzaron ya al 22% del PBI y sus importaciones se ubican en 16,5%.

Esta brecha es lo que le ha generado a China una acumulación de recursos que han convertido al país en el principal acreedor de bonos del Tesoro estadounidense.

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