Un hombre armado con un fusil de asalto y una pistola abrió fuego ayer en la madrugada dentro de un abarrotado club nocturno gay, donde privó de la vida a 50 personas y fue abatido en un enfrentamiento con agentes de élite, informó la policía.
Es la mayor matanza a tiros perpetrada en la historia de Estados Unidos.
¿Extremismo islámico? ¿Homofobia? El estadounidense de origen afgano que abrió fuego en una discoteca gay en Orlando, prometió lealtad al grupo yihadista Estado Islámico (EI) y profesaba odio a los homosexuales.
Se trató de “un acto de terror y de odio”, dijo el presidente estadounidense Barack Obama en una breve declaración desde la Casa Blanca tras el ataque. “Ningún acto de terror u odio puede cambiar lo que somos”, agregó.
El tirador, Omar Mateen, un ciudadano estadounidense de origen afgano de 29 años, había sido previamente investigado por sus lazos con un atacante suicida estadounidense y prometió lealtad al Estado Islámico, dijo el FBI, que abrió una investigación por terrorismo.
De paso, una agencia de prensa vinculada con el EI informó, citando una fuente anónima, que el atacante, que murió en un intercambio de disparos con la policía, era un “combatiente” de la organización yihadista.
El FBI confirmó asimismo que el atacante telefoneó al servicio de urgencias 911 poco antes del tiroteo para anunciar su lealtad al jefe del EI.
Pero el padre del sospechoso dijo creer que su hijo estaba motivado por el odio a los gays, no por su religión musulmana, y sugirió que un incidente reciente con una pareja homosexual pudo haber disparado la tragedia. “El vio a dos hombres besándose frente a su esposa y su hijo y se puso furioso”, dijo Mir Seddique a la cadena NBC.
El tiroteo, sumado a una toma de rehenes de varias horas, dejó 50 muertos y 53 heridos, algunas de gravedad.
Es el peor tiroteo en la historia de Estados Unidos, y el más mortífero atentado en suelo norteamericano desde los ataques a las Torres Gemelas y el Pentágono en 2001.
Las banderas estadounidenses ondeaban a media asta en todos los edificios federales en honor a las víctimas.
“Es el peor ataque terrorista en suelo estadounidense desde el 11 de setiembre”, dijo el congresista Michael McCaul, jefe de la Comisión de Seguridad Interior de la Cámara de Representantes.
El candidato republicano a la presidencia, Donald Trump, que propuso prohibir el ingreso de musulmanes al país, agradeció, en un tuit, “las felicitaciones por tener razón sobre el terrorismo radical islámico”. “Pero no quiero felicitaciones, quiero severidad y vigilancia. Debemos ser inteligentes”, añadió.
Su rival demócrata Hillary Clinton lamentó, también en Twitter, la “devastadora” noticia del ataque y dijo que sus “pensamientos estaban con todos los afectados por este acto horroroso”.
Solidaridad y condena del mundo tras el ataque
El presidente Barack Obama y el Papa Francisco lideraron ayer las condenas al peor tiroteo de la historia de Estados Unidos.
El Pontífice argentino repudió “esta nueva manifestación de una locura homicida y de un odio sin sentido” mientras que Obama habló de un “acto de terror y odio”.
Ashraf Ghani, el presidente de Afganistán, el país de origen de la familia del presunto asesino, condenó en Twitter “este horrible ataque”.
“Nada puede justificar matar a civiles. Mis pensamientos están con las familias, las víctimas, así como con el pueblo y el gobierno estadounidense”, agregó.
Entre los numerosos jefes de Estado y de gobierno que condenaron la matanza, los dirigentes de Francia y Bélgica, donde se perpetraron recientemente ataques yihadistas, expresaron su solidaridad con Estados Unidos.
El presidente, François Hollande, condenó “con horror” el ataque y expresó “el apoyo total de Francia y de los franceses a las autoridades y al pueblo estadounidenses en esta dura prueba”, según un comunicado. El primer ministro belga, Charles Michel, tuiteó sus condolencias tras el tiroteo y se dijo “profundamente triste por la pérdida de tantas vidas inocentes en la masacre de Orlando”.
Los tiroteos más mortales
El tiroteo en una discoteca gay de Orlando es el más mortal de la historia de Estados Unidos.
Aquí un recuento de las masacres más sangrientas de los últimos 25 años en ese país.
- 16 de abril de 2007: un estudiante de 23 años de origen coreano mata 32 personas antes de dispararse él en el campus de la Universidad de Virginia Tech en Blacksburg, en el estado de Virginia (este).
- 14 de diciembre de 2012: un joven mata 26 personas, entre ellos 20 niños, en la escuela de Sandy Hook en Newtown (Connecticut, noreste), antes de suicidarse.
- 16 de octubre de 1991: un hombre mata 22 personas en un restaurante de Killen (Texas, sur) y hiere a otros 20 antes de propinarse un disparo.
- 2 de diciembre de 2015: dos islamistas radicales de origen paquistaní abren fuego en un almuerzo de Navidad en San Bernardino (California, oeste) dejando 14 muertos y 22 heridos.
- Otros tiroteos que marcaron la historia -
Columbine, el 20 de abril de 1999, en Littleton (Colorado, oeste), dos estudiantes abren fuego en la escuela de Columbine y matan 12 estudiantes, un profesor y dejan 24 personas heridas. Los dos asesinos se suicidaron en el sitio de la masacre.
Aurora, el 20 de julio de 2012, un joven fuertemente armado irrumpe en el cine de Aurora (Colorado, oeste) y abre fuego al público en una función de medianoche de la película Batman, dejando 12 muertos y 70 heridos.
El autor de la masacre, James Holmes, fue condenado en agosto de 2015 a cadena perpetua sin posibilidad de libertad.
Fort Hood, el 5 de noviembre de 2009, un psiquiatra militar de origen palestino desata el más grave tiroteo en una base militar estadounidense, matando 13 personas e hiriendo a otras 42 en Fort Hood (Texas, sur) antes de ser herido y reducido.