Anoche, el teatro Independencia desbordó con la final de la Liga Mendocina de Improvisación (LMI). Más de 600 personas agotaron las localidades un par de días antes y dieron el presente para observar en el emblemático escenario provincial a los cuatro equipos finalistas, lo que revela el furor que este tipo de espectáculos ha despertado en Mendoza.
Desde las 20, aunque el show de los improvisadores comenzaba a las 21.30, el público hizo fila para poder ingresar al teatro. Ante la consulta de Los Andes respecto a este fenómeno, muchos reconocieron haber descubierto una nueva faceta en lo que a gusto artístico se refiere.
Juan Pablo Marchetta (25) fue el primero de la fila. Dos horas antes de que se levantara el telón, el joven ya estaba ubicado sobre calle Chile a la espera de que se abrieran las puertas. “Vengo con tres amigos. Soy de ir todos los domingos porque me gusta mucho, es algo distinto y sirve para pasar un buen rato, riéndose”, contó.
En tanto, Gabriel Fredes Moreno (21) explicó que la LMI para él significa mucho. “Se genera un grupo de compañerismo y amistad, y eso se nota. Además se aprende mucho viendo el trabajo en equipo. Es muy copado”, describió, agregando que lo que más le gusta son los sketches del personaje secundario y la rutina del “subtitulado”.
Paraguas, flashes de fotos, globitos de diálogo que imitaban a las historietas y mucho colorido decoró la previa del show. Y la convocatoria fue tal que la cola para entrar al teatro llegó hasta la calle 25 de Mayo, a la vuelta del Independencia.
Valentina Mannone, novia de uno de los actores y parte del público entusiasmado, contó que está feliz por lo que han generado los chicos. “Voy desde que empezó. Se que están chochos, muy emocionados”, opinó.
Llegar al Independencia
Esteban Agnello es el papá de esta criatura que aun no ha encontrado su punto más alto, por lo que tiene un gran futuro por delante. El “Pelado”, como es conocido en el ambiente, contó que empezó en 1998 de la mano de un prócer de las tablas mendocinas, Ernesto “Flaco” Suárez, cuando aun no se hacía improvisación en Mendoza.
“Todo lo aprendí de él y de la gente con la que trabajé en ‘Humor de Miércoles’ -un espectáculo de improvisación que es una fija este día en el café Los Angelitos, en Ciudad- donde uno de los elementos importantes es hacer que la gente trabaje con nosotros”, explicó Agnello.
La LMI, que empezó en 2011 y se presentó en escenarios como el Le Parc y el auditorio Adolfo Calle, se basa en lo que, en la jerga y especialización teatral, se conoce como “teatro como deporte”. Este año participaron en diferentes fechas 12 equipos (integrados por cuatro actores cada uno), aunque solo cuatro de ellos lo hacen en cada función o “match”.
La modalidad que se utiliza consiste en hacer que se “enfrenten” todos los equipos entre sí realizando ejercicios y estilos que ya están predefinidos. El espíritu de la improvisación radica en que es el público quien, espontáneamente, enuncia una frase sobre la que los actores deberán improvisar. En cuestión de segundos los actores de los equipos que se enfrenten deberán armar una escena que tenga como eje la frase enunciada segundos antes por un miembro del público.
“Creo que hemos llenado un espacio que faltaba llenar, porque trabajan jóvenes de entre 15 y 30 años que no tenían un espacio donde expresarse. Esto se trata de una construcción colectiva, donde se deja de lado el individualismo”, indicó Agnello.
Respecto del éxito impresionante de la propuesta, Agnello explicó que no hay nada parecido ni en Mendoza ni en el país, y por eso el público ha respondido de manera masiva. “Les encanta. Participan mucho porque gusta lo espontáneo, lo rápido. Cada instancia de participación de los actores dura 3 minutos y a otra cosa”, graficó el barbado actor.
De hecho, la convocatoria ha sido tal que la final de anoche fue televisada en vivo por el canal Señal U. También pudo por la web de este canal de la UNCuyo y además tuvo un seguimiento al instante a través de Facebook y Twitter.
“Este no es un show donde ves una historia y un mensaje. Es un momento cómico, que no cae en lo vulgar o en la discriminación”, agregó Agnello. Y cerró: “La improvisación busca generar un espacio creativo, encontrar el mejor momento, y liberarlo”.
