EEUU podría exigir la clave de Facebook para dar visas

El secretario de Seguridad, John Kelly, quiere pedir las contraseñas de las redes sociales a los que soliciten ir a su país. Es para “ver qué sitios web visitan”, dijo. Las compañías tecnológicas apelan.

Las embajadas estadounidenses podrían exigir a los solicitantes de visa sus contraseñas para acceder a sus redes sociales con el fin de efectuar controles más estrictos, declaró ayer el secretario de Seguridad Interior, John Kelly.

Esta medida está encaminada a reforzar los controles previos de los visitantes y a eliminar a aquellos que puedan constituir una amenaza a la seguridad, lo que Donald Trump calificó de “verificación extrema”.

La medida afectaría particularmente, en principio, a los ciudadanos de siete países de mayoría musulmana (Irán, Siria, Libia, Irak, Somalia, Sudán y Yemen), cuyos procedimientos de control aún son muy débiles, señaló Kelly.

La entrada de ciudadanos de esos países y de todos los refugiados fue prohibida temporalmente el pasado 27 de enero por el presidente Donald Trump en un decreto que luego fue recurrido judicialmente.

“Queremos tener la posibilidad de consultar sus redes sociales con las contraseñas”, declaró Kelly en una presentación ante la comisión sobre Seguridad Interior de la Cámara de Representantes.

“Es muy difícil efectuar verdaderos controles en esos países, en esos siete países, pero si vienen queremos poder decir los sitios web que visitan y que nos den sus contraseñas para que sepamos qué es lo que hacen en internet”.

Kelly indicó que todavía no se había tomado ninguna decisión al respecto pero que, sin duda, en el futuro se iba a aplicar controles reforzados, aunque esto signifique plazos más largos para la obtención de visas. “Si no quieren cooperar, entonces no entran” en Estados Unidos, concluyó.

Por otro lado, ayer Trump se reunió con el CEO de Intel, una de las casi cien empresas tecnológicas que el domingo presentaron un escrito legal ante una Corte de Apelaciones de EEUU para rechazar el veto migratorio del mandatario.

Aunque no hubo información oficial sobre los temas tratados en la reunión, diferentes medios especularon con que se habló del escrito que las empresas de Silicon Valley presentaron para rechazar el decreto firmado por Trump para prohibir el ingreso a refugiados e inmigrantes.

En los últimos tiempos, las empresas insignia de Silicon Valley quedaron en el centro de un tenso debate político nacional, algo poco usual.

El domingo, las principales compañías tecnológicas de EEUU, como Apple, Facebook, Google y Microsoft, presentaron un escrito ante la Corte de Apelaciones del 9° Circuito de EEUU, en San Francisco, California, para participar de un proceso legal que definirá el futuro del veto inmigratorio de Trump.

Las compañías, entre las que también figuran Netflix, Twitter y Uber, presentaron el escrito ante la misma sede judicial que unas horas antes se había negado a restaurar de forma inmediata el decreto de Trump que permanece bloqueado desde el viernes y que desde entonces permitió el ingreso de muchos refugiados y ciudadanos musulmanes de los 7 países vetados.

Ese día, el juez federal James Robart bloqueó provisionalmente, mientras revisaba el caso, el veto que desde el 27 de enero impedía temporalmente la entrada de los refugiados. El gobierno apeló la decisión de Robart y presentó un recurso ante la Corte de Apelaciones, que aún no tomó ninguna decisión.

Según el presidente, la Justicia está "politizada"

Trump afirmó ayer que la justicia está “politizada” y acusó a los jueces que evalúan su decreto antiinmigratorio, de momento suspendido, de poner en riesgo la seguridad de Estados Unidos.

Tres jueces de una corte federal de apelaciones de San Francisco deben pronunciarse esta semana sobre la orden presidencial que prohibió la entrada al país a inmigrantes y refugiados de siete países musulmanes, y que ha garantizado un inicio accidentado para el joven gobierno Trump.

“Jamás quiero decir que un tribunal es parcial, por lo tanto no voy a decir que es parcial y aún no tenemos una decisión. Pero los tribunales parecen estar muy politizados”, dijo el presidente republicano en una reunión en Washington con la asociación de comisarios policiales.

Trump leyó en voz alta un artículo de una ley adoptada hace 65 años, que estipula que el presidente estadounidense tiene la prerrogativa de cerrar las fronteras a una categoría de ciudadanos extranjeros si pensara que su entrada al país iría “en detrimento de los intereses de Estados Unidos”.

El presidente republicano, en su tercera semana en el poder, dijo incluso que “un mal estudiante de secundaria” estaría de acuerdo con su lectura de la ley.

Según Trump, los jueces deberían fallar a su favor por “respeto a la corte”.

El nuevo inquilino de la Casa Blanca dibujó un alarmante cuadro de criminalidad, tráfico de drogas y ataques a policías: “muchas comunidades en Estados Unidos enfrentan una crisis de seguridad pública”, dijo.

Alertó que los datos de asesinatos en las grandes ciudades se elevaron “a tasas de dos dígitos” en 2016, junto a un aumento de violaciones, ataques y tiroteos.

A Chicago, la tercera ciudad del país viciada por una guerra de pandillas, la catalogó de “tragedia nacional”.

Trump, que suele vincular la inmigración clandestina con el alza de la criminalidad en EEUU, a pesar de la evidencia científica contraria, señaló que el muro fronterizo con México, otra emblemática promesa electoral, ya “está siendo diseñado”. “Muchas personas dicen que Trump sólo estaba bromeando con el muro. No estaba bromeando. Yo no bromeo”, lanzó.

Durante la audiencia del martes, el Departamento de Justicia, en representación del gobierno, argumentó que el decreto estaba dentro de las atribuciones de Trump, señalando que es “un criterio de seguridad nacional que tradicionalmente se le asigna a la rama política y al presidente”.

En el lado opuesto, el abogado que representa a los estados de Washington y Minnesota, Noah Purcell subrayó que “siempre ha sido papel del poder judicial decir lo que es legal y supervisar abusos del Ejecutivo”.

AFP

Militares quieren cuidar a Trump en su torre

El Pentágono quiere alquilar un espacio en la Torre Trump de Nueva York para albergar el equipamiento y el personal militar que acompañan a Donald Trump durante sus estancias en la ciudad, informó ayer un portavoz del gobierno.

La esposa del presidente, Melania, y su hijo Barron, siguen viviendo en la Torre Trump, en un tríplex que ocupa los tres últimos pisos del edificio, donde el magnate del inmobiliario prevé ir regularmente.

El presidente siempre está acompañado de personal militar, especialmente de quienes le permiten poder dar luz verde en cualquier momento a un ataque nuclear.

Esta decisión del Pentágono es potencialmente comprometedora para la administración estadounidense, porque podría alimentar la polémica sobre los conflictos de intereses del presidente.

Tras su elección, Trump se negó a vender sus bienes y activos, transfiriéndolos a un fondo cuya gestión fue confiada a sus dos hijos mayores, tras rechazar la solución de un fondo ciego, consistente en confiar la administración a un gestor independiente.

“Para poder cumplir la misión que le incumbe” junto al presidente estadounidense, el Departamento de Defensa quiere alquilar “una extensión limitada de espacio” en la torre Trump, “de acuerdo con todas las exigencias legales”, declaró ayer miércoles el teniente coronel James Brindle, un portavoz del Pentágono.

“Este espacio es necesario para el personal y el equipamiento que apoyarán al presidente durante sus estancias en su residencia” neoyorquina, añadió.

Según la cadena CNN, alquilar un piso de la Torre Trump costaría un millón y medio de dólares al año.

AFP

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