Edición todo terreno

¿Cómo armar una sola película casera con filmaciones hechas en tablet, celular y cámaras tradicionales? Las respuestas de los especialistas.

Cámara digital, de video, smartphone o tablet: hay muchas maneras de grabar imágenes, algo que puede ser complicado a la hora de juntarlas todas para hacer una película. El primer paso necesario es tener una computadora y el programa adecuado. "Los editores están en condiciones de combinar sin problemas diversos formatos sin necesidad de un software adicional", señala Timm Lutter, de la asociación tecnológica alemana Bitkom.

Muchos sistemas operativos traen incluido un editor de imágenes. En Windows es el Movie Maker, en Mac OS X el iMovie. "Con ellos se pueden realizar proyectos sencillos y cambios de formato", explica Marcus Kämpf, productor de video en la revista "Chip".

A los usuarios de Windows más exigentes les recomienda Vegas Pro de Sony. Martin Heller, jefe de video en "WeltN24", utiliza en la Mac el programa Final Cut Pro. "Entre otras cosas porque se pueden usar directamente diferentes tipos de archivos sin tener que transformarlos".

Pero, es una solución que cuesta unos 300 euros (unos 340 dólares). Sin embargo, incluso programas profesionales son incapaces de unir perfectamente elementos muy discordantes. "Cuando uno filma con el celular y después con una cámara réflex digital, el material es distinto e incluso el mejor programa no puede hacer desaparecer estas diferencias", subraya Marcus Kämpf. Por eso, recomienda intentar no mezclar material de diferentes fuentes.

"El aumento de la resolución, el llamado 'video enhancer' en inglés, es posible, pero no puede sacar una imagen nítida de un video de una webcam pequeño y borroso, incluso aunque la resolución mejore a Full HD", señala. Los profesionales suelen trabajar por ello en las filmaciones con por ejemplo tres cámaras del mismo tipo.

"Si hay diferencias de resolución, al final habría que pasar todo el video a la más baja de ellas" si no se es muy exigente, según Timm Lutter. Una correción sencilla de los colores suele ser también muy efectiva.Lo que es un problema importante son las filmaciones con diferente número de fotogramas por segundo.

"Por ejemplo si se combina un video de 29 imágenes por segundo con uno de 24, entonces el de 29 imágenes por segundo tendrá saltos", afirma Lutter. Por eso habría que pasar todo el material a la cifra superior. El video en su totalidad se verá un poco más lento, pero se evitan los saltos de imágenes.

Con los smartphones se hacen muchos videos en formato vertical. "Si se amplían para que ocupen toda la pantalla se generan imágenes borrosas", advierte Kämpf. Por eso, para mezclar un video en vertical con otro de formato 16:9 lo mejor es usar un truco que también se utiliza a veces en la televisión: "El video vertical se ve en el centro, y los márgenes negros de los costados a la derecha e izquierda se sustituyen por una copia muy ampliada y borrosa del propio video". Las imágenes ocupan toda la pantalla pero la mirada del espectador se concentra en lo esencial.

Para conseguirlo se trabaja con dos pistas. En una está el video vertical y en la secundaria las imágenes de segundo plano que se amplían y a las que se les aplica un filtro para que salgan borrosas.

Si un video solamente va a reproducirse en smartphones, lo mejor es producirlo también en el propio teléfono, opina Martin Heller. "Grabarlo con el smartphone, editarlo ahí y tener en mente al usuario de un smartphone a la hora de configurarlo".

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