Sin llegar a ser un divorcio, dos senadores radicales decidieron “separarse” del frente Cambia Mendoza, fisurando así, por primera vez, al oficialismo en la Legislatura. Pero lejos de pensar ahora en vidas separadas, el radicalismo salió a hablar con ellos para volver a conquistarlos, o al menos convencerlos de que no abandonen el espacio.
Los díscolos en cuestión son Raúl Ferrer y Walter Soto, dos de los cuatro senadores que faltaron a la sesión anterior y ayer aparecieron con un comunicado que sorprendió a los propios.
“Tomamos la decisión de separarnos del bloque Cambia Mendoza”, avisó Ferrer, aunque descartó la idea de conformar un bloque aparte, ya que por un aspecto administrativo no pueden (no reúne la cantidad de gente necesaria).
El verbo en plural que usó el senador incluyó a Soto, quien optó por no hablar, aunque alcanzó a decir que no desmentía a Ferrer.
La novedad de la fisura sorprendió al resto, ya que la noticia se conoció en el medio de dos sanciones importantes para el gobernador, Alfredo Cornejo: el Plan de Ordenamiento Territorial y el nuevo Código Procesal Civil. En ambos casos los díscolos aportaron su voto.
“Vamos a hablar con ellos. Yo aspiro a una solución en poco tiempo. Hay que analizar políticamente la situación y escuchar, eso es muy importante cuando hay disidencia”, dijo en un tono conciliador Juan Carlos Jaliff, presidente provisional del Senado y el encargado de buscar acuerdos, esta vez hacia adentro.
Entre las salvedades, en el radicalismo explicaban que más allá de la decisión de los senadores de separarse, ellos seguirán teniendo la mayoría en el Senado, si se tiene en cuenta que el bloque consta de al menos 19 senadores de 38.
Pero sí pierden el quórum propio, mayoría que alcanzaban con los 21 legisladores. Esta conformación legislativa se mantendrá así hasta el 1° de mayo del año que viene, cuando terminen su mandato aquellos que asumieron en 2014 y asuman los electos en octubre.
La interna que sí fue
Hace una semana, el PJ advirtió que faltaban cuatro senadores radicales, por lo que el oficialismo no contaba con el quórum que de por sí tiene con sus legisladores. Sin esa cantidad no podía empezar la sesión, y la oposición aprovechó para no entrar y “hacerla caer”.
La jugada del PJ fue clara: develó la interna radical, algo que desmintió el oficialismo pero que de alguna manera se ratificó ayer.
Antes de las declaraciones de Jaliff y sus intentos reconciliadores, ayer Ferrer se había despachado contra Cornejo y contra la modalidad de trabajo en la Legislatura. “Yo no le pedí la reelección a ninguno”, dijo para aclarar por qué se separa.
“Nos vamos por la forma y métodos de tratar las leyes. Acá se tratan proyectos que vienen el día o la noche anterior. Nosotros queremos tener más participación y debate en los proyectos de ley que se tratan”, justificó.
En cuanto al momento, dijo que fue por las declaraciones de Cornejo en cuanto a la productividad de los legisladores. “Se dio a entender a la sociedad que los senadores no estábamos trabajando. De esos comentarios no se vuelve”, criticó.
Otro de los motivos internos es la situación en su departamento. Ferrer es de Las Heras y, según explicó, gente de su grupo renunció a los cargos que tenía en el Ejecutivo municipal porque no estaba de acuerdo con la gestión del intendente, Daniel Orozco.
