Dos empresarios y la comuna de Rivadavia compraron Gargantini

Se trata de tres emprendimientos diferentes. La comuna tendrá el edificio principal y lo destinará al turismo. Grupo Don Cayetano pondrá en marcha la bodega. Gilbert adquirió 23 hectáreas de terreno inculto.

Hablar de Gargantini en Rivadavia implica hablar de buena parte de la historia del departamento, de un apellido ligado a la época de mayor pujanza de la región y de una gran bodega, símbolo de la vitivinicultura nacional.

Luego vino una época difícil, de decisiones erradas en un contexto nacional adverso y con ello el cierre de la firma; y como ocurre con toda gran empresa que acaba su ciclo, Gargantini se apagó de a poco: las tierras fueron vendidas por parcelas y las instalaciones fraccionadas para la venta o el remate. Desde hace décadas el lugar permanece cerrado, vacío y en silencio: una pena para los que la conocieron en su mejor época.

Hace cinco años, la propiedad completa fue comprada por un empresario que imaginó allí un negocio que nunca logró poner en marcha: "Compré lo que promocionaba el remate, una bodega con historia y 30 hectáreas de tierra, pero reactivarla requiere demasiado dinero; prefiero vender y al menos recuperar lo invertido", le confesó el empresario a la comuna, que luego de meses de negociaciones, acordó la compra de las instalaciones, con la idea de montar un polo turístico dedicado a la vitivinicultura.

"El dueño de Gargantini vendía todo o nada y es por eso que la comuna se asoció con dos empresarios, para comprar toda la propiedad y que cada uno se quede con lo que le interesa", explicó el intendente Miguel Ronco.

Así y con una inversión de U$S 150.000 el municipio adquirió el edificio principal, que cuenta con "la champañera y los tres subsuelos, el laboratorio de la firma y las cocheras, la sala de degustación y cuatro casas, además de la herrería y lo que fue el edificio de la maternidad", detalló Ronco, que encabezó en persona las negociaciones.

"Lo del municipio suman unas tres hectáreas y será un polo turístico; luego, la firma Carbonero se quedó con la bodega y un galpón y por último, el productor Gilbert se quedó con 25 hectáreas de terrenos que están incultos".

Ronco agregó: "Ahora estamos en la etapa de hacer las escrituras, los planos y pagar lo acordado, que se hará en menos de 60 días. Luego vamos a transformar a todo el lugar en un polo turístico. La idea es que sea una especie de museo del vino con visitas guiadas, con alguna sala de degustación, un auditorio y posiblemente un restaurante".

Por su parte, desde Grupo Don Cayetano, de Familia Carbonero Impellizzieri, confirmaron que adquirieron la bodega principal que tiene capacidad para unos 27.000.000 litros, distribuidos en más de 350 piletas, 5.000 metros de galpones, lo que supone una superficie total del predio de 40.000 m2 aproximadamente.

En tanto, se conoce que ya estarían trabajando con un grupo de arquitectos e ingenieros para comenzar con el proyecto de remodelación y puesta en marcha de la bodega.

La historia de Gargantini en Rivadavia se remonta al siglo XIX y a una familia encabezada por don Bautista Gerónimo Gargantini, que se asoció con Juan Giol y Pascual Toso para dar inicio a una de las firmas más prósperas de la región.

En los próximos días, la comuna hará el depósito por la propiedad; luego, el Concejo la declarará de interés histórico.

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