Don Humberto, el “guardián” de la cultura gaucha en Junín

Tiene 80 años y hace tres décadas armó una agrupación tradicionalista donde solo había un basural. “Todo se hizo con esfuerzo y conducta”, resume orgulloso.

El predio de la Agrupación Gaucha Junín es una postal en el ingreso a esa ciudad y además, punto de reunión para centenares de personas en cada festival que allí se organiza.

El lugar tiene hoy sus corrales y su picadero, también su pulpería, la ramada y las churrasqueras, pero todo eso que hoy disfruta quien gusta de la tradición y de los caballos, nació hace casi 30 años y con mucho esfuerzo, con la limpieza a pala y rastrillo de un terreno que entonces era poco menos que un basural.

“Éramos un puñado de gente con un sueño, el de tener nuestra propia agrupación gaucha”, recuerda don Humberto Olivares, fundador del predio y presidente durante casi tres décadas.

“Yo soy nacido y criado en Junín, viví la época en la que la ciudad era un pueblo pequeño, de unas pocas casas y mucha viña. Fui policía y me jubilé como sargento, también he sido bicicletero desde los 12 años y hasta hoy, pero le diría que antes que todo eso, soy un tradicionalista”, define don Humberto Olivares.

“Eso, lo de la tradición, lo aprendí primero de mi padre, que se llamó Luis Abelardo y que fue caballerizo en algunos corrales. Él me enseñó de caballos y a montar con 7 años”, cuenta el hombre de corrido, como si recitara una historia, que es la suya. Don Humberto tiene 80 años y hasta 2016 fue presidente de la Agrupación Gaucha Junín, que fundó a mediados de 1988.

Quincho y pulpería

Dice que estaban los gauchos de Rivadavia, los de Palmira y también los de San Martín, pero que en Junín no había agrupación de tradicionalistas y que por eso se animó a fundar una y a buscarle un lugar para existir.

“Fuimos a hablar con la comuna y nos señalaron un terreno baldío, que era en realidad un basural que nadie quería y donde también se habían tirado los escombros de la construcción de la rotonda”, recuerda y claro, don Humberto se refiere a la principal rotonda que hoy tiene la ciudad, la que da ingreso a la avenida Mitre y que une la ruta 60 con el carril Isidoro Busquet. Eso es a 400 metros del predio gaucho.

Hoy, el terreno de la Agrupación está en condiciones de organizar casi cualquier festival de destreza gaucha, desde boleada de choique y carrera de criollos a las destrezas que demandan la sortija, la paleteada o el corral de aparte. El lugar no solo está alambrado y delimitado en sus corrales y picadero, sino que tiene desde la sombra de la cortina de los álamos que plantaron los primeros socios hasta las luminarias que permiten seguir la fiesta bien entrada la tarde, cuando el sol comienza a bajar.

“Todo esto se hizo con mucho esfuerzo y al comienzo, la gente venía con sus palas, rastrillos y tenazas para limpiar”, dice mientras mira el lugar por encima de la tranquera, aunque seguramente recordando aquellos inicios: “Fíjese que el primer alambrado fue de retazos, de lo que conseguíamos en las viñas cercanas. Y a los escombros los sacamos haciendo fuerza nomás, y en un carrito que colgamos de mi auto. Así de precario nacimos”.

Cuenta que fueron 5 meses hasta limpiar y emparejar el terreno, y dice que eso fue solo el comienzo, que el resto de lo que se ve en el predio demandó años: la construcción de las churrasqueras, la primera ramada, que hoy es un quincho enorme, la pulpería que surte de víveres al público...

“Hemos mostrado esfuerzo para que la visita esté cómoda en cada festival y también conducta, para que nunca haya habido un inconveniente ni disturbio. Creo que eso la gente lo sabe y lo agradece”, dice y será por eso que la Agrupación Gaucha de Junín está en el protocolo de la comuna para los festejos y que la Iglesia local le ha dado la custodia de la Virgen del Rosario.

Don Humberto dejó la presidencia el año pasado, aquejado por un problema de salud que le demanda reposo: “Dejé el cargo con las cuentas y los libros en regla, como debe ser. Tampoco he podido volver a montar, pero de a poco me estoy curando y si Dios quiere, pronto voy a poder. Cuando empecé con esto tenía la idea de hacer algo grande, y con la ayuda de mucha gente creo que lo he conseguido. Mi corazón y mi cabeza están conformes”.

Gestiones para conseguir la propiedad del terreno

A lo largo de la charla, don Humberto Olivares agradece la colaboración y el trabajo de los socios, y también de las mujeres que con sus comidas y rifas ayudaron a juntar fondos para las obras.

Dice que el predio está en un terreno de la Nación, pero también cuenta que en el Congreso está iniciado el trámite para que las tierras, que tienen 120 metros de frente por 200 de fondo, le sean finalmente entregadas a la Agrupación Gaucha Junín: “Yo ya no estoy en la presidencia y para colmo estoy grande para ir a Buenos Aires, pero alguno de los muchachos de la comisión debería apurar los papeles y que el terreno sea de una vez por todas de la agrupación”.

Don Humberto suele aconsejar a los jóvenes que se arriman y les dice, primero, que atiendan antes el estudio que los caballos; que escuchen y respeten a los mayores; y que aprendan “cómo pillar y manejar un caballo antes de arrimarse confiado, no vaya a ser que en un descuido el animal los estropee”.

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