Diluvio en Rivadavia: ponen la lupa sobre las acequias

El intendente admitió que no funcionó el drenaje la noche del martes, cuando llovieron 60 mm en sólo 2 horas y se inundó la ciudad. Ahora revisarán el estado de unos 70 kilómetros de cunetas.

La comuna de Rivadavia necesita revisar el estado en el que se encuentran unos 70 kilómetros de acequias, que recorren la ciudad y los barrios, para mitigar en el futuro las consecuencias de una tormenta similar a la del martes, que precipitó hasta 60 milímetros de agua en apenas 2 horas y provocó la inundación de muchas calles y viviendas.

Según Defensa Civil, en la noche del martes precipitó sobre la ciudad el 40% de la lluvia que cae en el año, lo que provocó que el agua ingresara en viviendas y en locales, también en el cine, en el teatro municipal y en los subsuelos de la comuna. Además, el agua causó el desplome de cuatro árboles céntricos y el derrumbe de dos casas precarias, afortunadamente sin provocar heridos.

“El agua caía a baldazos”, resumió el intendente Miguel Ronco, que aseguró que durante el día y previendo la lluvia anunciada por Contingencias Climáticas, la comuna limpió los tres desagües principales, aunque también admitió que el estado de las acequias dificultó el drenaje del agua.

“Las acequias de la ciudad se han taponado con ripio de obras, con botellas, con cartones. La comuna limpia, pero hay imprudencia de la sociedad y todo va a parar a la cuneta”, señaló Ronco: “Además, no hay que olvidar que el el viento y la lluvia de la tormenta del lunes causaron la caída de muchas hojas que también fueron a dar a las acequias”.

Para Ronco, ese combo formó una lluvia inusual: “Sobre la ciudad cayeron 35 millones de litros de agua en 2 horas”, insistió el intendente. Sumado al estado de muchas acequias, algunas desdibujadas y otras con basura y hojas, llevó a que el agua no drenara con la velocidad suficiente, y terminó por subir a las veredas.

Críticas opositoras

Desde la oposición y más allá de que admiten que se trató de una tormenta intensa, consideran que “faltó previsión en la comuna”. El concejal peronista Fabián Montes señaló que “es evidente que hubo problemas en los drenajes, porque en otras oportunidades en que llovió una cantidad similar no se inundó de esta manera. Me llama la atención que tenemos una planta de empleados municipales que antes limpiaba acequias, pero hoy ese trabajo se ha tercerizado, con resultados que evidentemente no son controlados”.

Algunas de las zonas más afectadas por la lluvia fueron las calles Lavalle, Perito Moreno y Belgrano, donde en algunos puntos el agua alcanzó los 30 centímetros y superó el cordón de la vereda. También hubo problemas en algunos barrios, como el Fader, donde al menos doce viviendas fueron afectadas; o el Lencinas, donde un camión atmosférico sacaba agua de las casas incluso ayer al mediodía.

“Acá las acequias están desdibujadas y el agua no tiene cómo circular”, contó una vecina, Nora, y completó: “Cada vez que llueve fuerte es una historia. Anoche estuve sacando agua de mi casa hasta la madrugada”.

El intendente aseguró que en las próximas dos semanas se pondrá en marcha un programa para revisar, limpiar y restaurar las acequias de la ciudad:

“No es una decisión coyuntural sino que ya estaba presupuestada. Vamos a invertir 1 millón de pesos en las acequias, porque sabemos que hay muchas que deben ser profundizadas y otras limpiadas, incluso debajo de los puentes”.

La obra, que incluye unos 70 kilómetros de acequias, será realizada por empresas privadas y el municipio aspira así a tener un mejor drenaje en la ciudad y a optimizar el regado del arbolado público.

"Estamos con los colchones en el comedor"

La lluvia caída en la ciudad de Rivadavia provocó graves inconvenientes en muchas viviendas y locales comerciales. Un caso extremo fue el que vivieron Adrián y Gabriela, que están en pareja, tienen tres chicos y en la madrugada de ayer vieron cómo se derrumbaba parte de su casa, una construcción precaria, mezcla de adobes, ladrillos, cañas y nylon.

“La pared del dormitorio se había rajado hace unos meses, cuando cedió el suelo”, contó Adrián, que vive con su familia en el asentamiento Costa Canal: “Cuando empezó a llover tan fuerte la pared empezó a crujir y sacamos los colchones al comedor. Allí se acomodaron los niños y al rato se cayó la pared y el techo del dormitorio”.

La comuna prometió a esta familia una ayuda con materiales, para que levante una nueva habitación: “Ahora estamos con los colchones en el comedor y viendo qué podemos rescatar de abajo de los escombros”, contó resignado el hombre.

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