Mientras hay quienes trabajan arduamente por fortalecer la lactancia materna hasta los dos años, hay discursos que todavía subsisten y aseguran que una vez que el niño comienza a comer sólidos ya no tiene aportes nutricionales importantes. Pese a que muchos médicos especialistas rebaten esto, el amamantamiento da mucho más que nutrientes ya que es “alimento” esencial para el desarrollo psicológico del niño. Es que además de afianzar el nexo madre-hijo, fortalece valores afectivos y socio-culturales que trascienden esta relación y son herramientas para la vida.
“La lactancia sirve al niño como modelo de vínculo para comparar con otros vínculos que tendrá en su futuro”, asegura en un documento la organización AmamantArg, una red argentina de apoyo al amamantamiento y la crianza, con sede en Mendoza.
Allí hace referencia a estudios que han podido comprobar que las necesidades que se han satisfecho a su debido tiempo, cuando el niño las necesita, hacen que sea más seguro, independiente y emocionalmente más estable en el futuro. Indica también que otro abordaje que se hizo específicamente con bebés de lactancias prolongadas, mostró un mayor ajuste social y menor tendencia a desórdenes de conducta en relación con la mayor duración de la lactancia.
Tomar la teta tiene diversos beneficios psicológicos en tanto implica consuelo, ternura, contacto y comunicación entre madre e hijo, además de generar oxitocina (la hormona del amor) en la madre y su traspaso al pequeño, lo que produce bienestar.
Asimismo, se hace referencia a experiencias relevadas por Unicef en las que se detalla que gracias a la lactancia, los niños son menos apáticos, más activos y participativos. Además, se constató “reducción de violencia y castigo físico en los hogares” y mayor interés porque los niños sigan estudiando en el sistema formal.
Patricia Vilasetrú, presidenta de AmamantArg, explicó que “el apego al vínculo se recompone a partir del amamantamiento; no es lo mismo dar la mamadera viendo la tele que el contacto físico y visual que se da con la lactancia”.
Agregó: “Tenemos mamás que hace tres años que amamantan a su bebé”, por eso instó a que dar la teta sea la norma, como antes. Señaló que se trata de una práctica ligada a lo ecológico, lo económico, lo psicológico, lo emocional y cualquier otro aspecto de la vida.
Seguridad emocional
Para la psicopedagoga Laura Gutman, una referente en el tema y cuyos lineamientos sigue la entidad, la violencia social nace en el abandono. Explica que además del cuidado básico, “el niño necesita contención, calor, cercanía de otro cuerpo, leche, mirada, palabras y, sobre todo, alguien que haga de mediador entre él y el mundo externo. Si no recibe una calidad de atención acorde con sus necesidades básicas, esa falta la vive como violencia. Es la violencia del desamparo”.
La falta de satisfacción de esas necesidades puede llevar a perpetuar las dinámicas violentas “porque un niño no satisfecho es un niño que insistirá por diferentes medios con conquistar lo que necesitó genuinamente”, dice Gutman, entonces se transformará en un adolescente o adulto que golpeará a otros, robará, manipulará situaciones, se convertirá en víctima de otros y luchará por obtener lo que creerá imprescindible para su supervivencia emocional.
Los niños sostenidos, acariciados y respetados están en paz consigo mismos. “No necesitan luchar por un territorio emocional, porque les sobra”, según Gutman. De esta manera se establece la seguridad interior que perdurará siempre: “Sentirse seguros, amados, tenidos en cuenta, estables y con total confianza en ellos mismos y en los demás, será obviamente el tesoro más preciado para el despliegue de sus vidas”.
Lucía Quintana, coordinadora de la Comisión Provincial de Lactancia Materna, dijo que una mamá que se relaciona con su hijo a través de la lactancia tiene más contacto con las necesidades del bebé y puede satisfacerlas mejor, lo que les da seguridad.
De madre a madre
Vilasetrú indicó que el hábito y la manera de amamantar es algo que se transfiere mayormente de madre a madre, mientras que no es algo en lo que muchos médicos participen. Al respecto, consideró que no muchos están formados en el tema de lactancia materna, mientras que el otro problema es la falta de actualización de conocimientos.
"Es común que cuando el médico le dice a la madre que el bebé se está quedando con hambre, con su desconocimiento (si es primeriza) opte rápidamente por la leche de fórmula". En este sentido señaló el peso que tiene el mercado de productos para la alimentación infantil."Muchos médicos no están actualizados y siguen diciendo que después de los 6 meses ya no es necesario (dar la teta), por eso tenemos un listado de pediatras que son prolactancia y que sabemos que están capacitados", destacó.
De allí la importancia de los cinco grupos de apoyo que tiene la entidad, en los cuales participan todas las mujeres interesadas en la temática, se cuentan experiencias y al mismo tiempo sirven de contención para aquellas que están atravesando el puerperio, que es una etapa muy intensa emocionalmente.
Quintana aclaró que de todas formas, “una mamá que no puede amamantar no implica que no vaya a tener un buen vínculo. Pueden también tenerlo. El tema es que cuando no es sólo con pecho, muchas otras personas también intervienen en la alimentación y por lo tanto la madre pierde tiempo de estar con el niño”. Destacó que son momentos íntimos en los que vuelve a generarse el cordón umbilical.
Un año de compromiso
AmamantArg es una asociación civil sin fines de lucro que, a través de actividades de capacitación, difusión y asesoría dirigidas a diferentes sectores de la población y público en general, promueve, protege y apoya el parto respetado, el amamantamiento y las prácticas óptimas de alimentación infantil con la intención de contribuir a mejorar la salud de los bebés, los niños pequeños, sus madres y sus familias.
Es parte de una Red de Grupos de Apoyo al Amamantamiento y Crianza en distintas ciudades de Mendoza y con el compromiso de extenderlo al resto del país. Cada grupo es facilitado por una voluntaria coordinadora, capacitada con guías de Unicef en consejería de lactancia materna y cursos realizados en instituciones de primer nivel.
Si bien el grupo venía trabajando desde hace cuatro años, en agosto de 2013 se anunció su conformación como organización civil y su fecha de inicio formal fue en noviembre.
Tienen cinco grupos de apoyo a los que se accede de manera gratuita y que se conforman con no más de 20 participantes. Una forma de contacto es el correo amamantarg@gmail.com o en Facebook “AmamantArg”.
Beneficios de dar la teta al bebé
La organización AmamantArg enumera los amplios beneficios de la lactancia materna. Entre otros, asegura un óptimo crecimiento y desarrollo de los bebés y, muy especialmente, de su cerebro y de su sistema inmunológico. Simultáneamente, fomenta su bienestar general.
La lactancia materna también promueve un mejor desarrollo cognitivo no sólo por poseer componentes esenciales para el desarrollo del cerebro sino también porque facilita el estímulo y el vínculo del bebé con su mamá y con el mundo. Por otro lado, es un factor vital para prevenir enfermedades del aparato respiratorio (incluso la neumonía), del tracto urinario y del oído
Actividades de la semana de la lactancia
-Martes 5, a las 14.30: Charla en San Francisco, Lavalle. Centro de Salud Nº 42, a cargo de la organización AmamantArg.
-Martes 5, de 8 a 13: se realizará la 9.ª Jornada Interuniversitaria de Lactancia Materna en la Nave Cultural. Es organizada por Ciudad Universitaria Mendoza junto con la Universidad Nacional de Cuyo, la Universidad Maza y el Hospital Lagomaggiore. Apunta a incorporar la lactancia materna en los estudiantes de grado, futuros profesionales y dirigentes de todas las universidades del medio.
-Martes 5, por la mañana: en el Senado de Mendoza, la senadora Claudia Najul pedirá la creación de una Comisión Asesora Provincial para la Promoción, Protección y Apoyo a la Lactancia Materna, en el ámbito del Ministerio de Salud y bajo la organización y coordinación general de la Dirección Provincial de Maternidad e Infancia. El objetivo de este proyecto de ley es garantizar el ejercicio del derecho a la lactancia materna de las niñas, niños, madres y familias como elemento indispensable para lograr un óptimo estado de nutrición, desarrollo y salud, especialmente en los primeros seis meses de vida.