Cayó en El Carrizal el dueño de la empresa GoldenFest, buscado por reiteradas estafas

Adrián Guirín era buscado por dejar sin fiesta a quinceañeras y parejas que se iban a casar luego de depositar miles de pesos.

Cayó en El Carrizal el dueño de la empresa GoldenFest, buscado por reiteradas estafas

Adrián Rodrigo Guirín (31), "Adrián Quesada" o "Adrián Ríos" como se hacía llamar en Mendoza, el hombre señalado por cientos de personas como el estafador que dejó sin la fiesta soñada a quinceañeras, parejas que se iban a casar o cursos de egresados, cayó hoy en El Carrizal luego de que el caso "GoldenFest" explotara en la provincia.

Mucho se especuló sobre el posible paradero del ex fugitivo. Pero un dato certero llevó a Personal de la División Delitos Económicos hasta una casa ubicada dentro de la finca "El Pantano", en callejón Santa Elena, Rivadavia, detallaron fuentes policiales.

Los propietarios del lugar manifestaron desconocer la situación penal de su huésped por lo que permitieron a los efectivos ingresar a la propiedad sin orden de allanamiento. Efectivamente, el hombre más buscado por estos días estaba solo en su improvisada guarida.

Con el estafador reducido, comenzó el traslado hacía la Oficina Fiscal 9, en Villa Nueva, Guaymallén. Allí no solo lo esperaba el fiscal Tomás Guevara para imputarlo formalmente por "estafas reiteradas", sino que decenas de estafados se habían agolpado en la puerta de la sede a la espera del hombre que les truncó su noche soñada.

"Ahí viene", gritó una mujer al ver un auto gris doblar desde calle Libertad hacia Quintana. En el interior venía Guirín encapuchado y custodiado por tres efectivos. Inmediatamente, el vehículo fue rodeado por los damnificados que, con gritos e insultos, reclamaban la devolución del dinero que le confiaron al detenido.

Estafas millonarias

“Yo le pagué 320 mil pesos por la fiesta de mi casamiento. El lunes pasado nos esteramos de que todo era una estafa. Estamos muy mal”, contó Sebastián Villanueva, quien ya había cancelado su boda para el próximo marzo.

“Nunca sospechamos nada. Familiares nuestros que fueron a otra fiesta organizada por GoldenFest nos contaron que hubo varios inconvenientes, por eso nos reunimos con él (Guirín), con sus cobradores y con su novia. Nos dijo que nos quedáramos tranquilos que se iba a ocupar de todo”, relató visiblemente conmovido.

“Le entregué 65.000 pesos para el cumpleaños de quince de nuestra hija que tiene fecha para el 25 de diciembre”, dijo con un todo de voz mezclado entre la indignación y la resignación una madre que se acercó a la fiscalía.

Los casos se cuentan por decenas, la ayudante de fiscal confirmó que “hasta hoy ya hay asentadas unas 50 denuncias, pero faltan muchísimas”. Para organizar un poco mejor el proceso, los embaucados fueron ordenados en turnos. Las citaciones llegan hasta fines de enero.

"Hasta hoy ya hay asentadas unas 50 denuncias, pero faltan muchísimas", dijo el fiscal.

Gerardo Aznar e Ivana Lucero también llegaron hasta la comisaría para intentar obtener respuestas concretas. Ellos, ya han pagado el 70% del cumpleaños de su hija menor en cuotas mensuales de 3.800 pesos.

La primera experiencia con Guirín fue en el cumpleaños de su hija mayor el año pasado. “La fiesta estuvo muy bien, faltaron varios detalles (aún esperan las fotos y el video) pero pudimos festejarlo como nosotros y mi hija lo soñamos”, confesó Aznar.

“Ahora no sabemos que vamos a hacer. Gonzalo Nieva (uno de los cobradores de Golden Fest) me llamó hoy y me dijo que el salón esta confirmado pero no señado”, agregó el padre.

El nombre de Gonzalo Nieva generó tensión en la puerta de la fiscalía. Algunos de los estafados lo señalaron con "el socio y el mano derecha" de Guirín. Sin embargo, los ex empleados, quienes también se acercaron a la sede judicial, lo defendieron a los gritos y aseguraron que es "un estafado más".

La situación de Guirín

El detenido, era el titular de la empresa GoldenFest, organizadora de casamientos. Según las decenas de denuncias que provocaron cientos de damnificados, describía a sus víctimas eventos completísimos, con muchos servicios, que no eran más económicos que otros pero que por las promesas terminaban convenciendo.

Luego, cuando la fecha fiesta se acercaba faltaban servicios, faltaban elementos prometidos e, incluso, llegó a suspender eventos ya cancelados por miles de pesos. Incluso se habla de que huyó con más de 2 millones de pesos.

Adrián Guirín fue imputado por estafas reiteras y permanece alojado en los calabozos de la Oficina Fiscal 9.

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