Desintegración de Siria e Irak

Actualmente el periodismo se llena de banalidades. Lo que se está hablando a nivel internacional es de la desintegración de Siria e Irak.

La desintegración (de Siria e incluso de Irak) es un hecho natural de la vida. Los futuros arreglos serán de acuerdo con las divisiones existentes. Existe la posibilidad de que Siria (y posiblemente Irak) termine luego de la guerra dividida étnicamente.

La guerra de Siria no se puede ganar militarmente. Por lo tanto se busca la solución políticamente.

Las recientes reuniones  del presidente turco Recep Tayyip Endorgan y la del ministro de Relaciones Exteriores ruso,  Serguéi Víktorovich  Lavrov, enviado por  Vladimir Putin, con Donald Trump, tienen mucho que ver con el futuro del conflicto en Medio Oriente.

Incluso la visita de Trump a Israel y a Arabia Saudita se relaciona con estos planes que Rusia y Turquía han planteado a Estados Unidos con cierto apoyo de Irán.

La idea es cambiar el mapa del cercano Oriente (Oriente Medio).

El acuerdo de Rusia - Turquía - Irán (Putin- Endorgan) (1)  es incipiente y se encuentra sujeto a cambios. Ahora están buscando el apoyo de Estados Unidos. Además se necesita la aprobación del presidente sirio, de los rebeldes y de los estados del Golfo.

Realidad cambiante

El acuerdo final es difícil porque las posturas van cambiando. Por ejemplo Irán no está de acuerdo con el sucesor de Assad, para el gobierno después del 2021. Rusia y Turquía son partidarios de que Assad se quede en el poder hasta las próximas elecciones presidenciales, que deberían celebrarse en 2021, donde él cedería su lugar a un candidato alauita.

En Siria podrían surgir: a) una pequeña Siria, gobernada por Bashar Háfez al-Assad (10% de alauitas). Defendida por Rusia e Irán; b) un Drusistán, tierra de drusos, en la frontera con Israel; c) un Kurdistán y áreas cristianas al norte; d) y un área en manos del Estado Islámico (EI), que se expande también en Irak, englobando Mosul.

Rusia, Turquía e Irán señalan que es erróneo seguir pensando en el mapa con las fronteras trazadas por el acuerdo Sykes-Picot de 1916 (pacto secreto entre Francia y Reino Unido, con el consentimiento ruso, para dividirse los territorios de Medio Oriente en caso de que la Triple Entente derrotara al Imperio Turco Otomano en la Primera Guerra Mundial, que se extendió de 1914 a 1918), por lo que estados como Irak, Siria o Libia dejarán de existir.

Se piensa en combatir y derrotar al Estado Islámico. O pactar con ellos y aceptar su existencia. Si son derrotados, esa zona sería gobernada por sunitas no fundamentalistas en una zona entre Irak y de Siria.

Está previsto que Trump trate, en estos días, estos planes con Arabia Saudita e Israel. Trump planteó públicamente, ante la prensa, (esto no sé si es propaganda o realidad) que piensa en la creación de una 'OTAN árabe', una alianza militar entre países árabes aliados de EEUU que puedan intervenir en la zona sin necesidad de apoyo logístico estadounidense.

Incluso algunos países árabes han tratado de acercarse a Israel. Actualmente los países árabes del Golfo ofrecieron a Israel grandes beneficios comerciales y turísticos a cambio de que frene la colonización en territorios palestinos. Incluso Hamas aceptó los límites de 1967 sin reconocer al Estado de Israel.

Orígenes y consecuencias

El conflicto de Siria comenzó con las llamadas "primaveras árabes" en 2011. Todos los levantamientos de 2011, fracasaron salvo el de Túnez. Como consecuencia de esas primaveras, todos los dictadores cayeron: en Egipto (Mubarak), Libia (Kadafi), Yemen  (Mansur - guerra civil de 2014) y falta el de Siria. Mientras que todas las monarquías pro occidentales se mantuvieron en pie.

El conflicto de Medio Oriente se convirtió en una puja mundial para saber quién controla o tiene hegemonía sobre los países árabes.

Turquía, Irán y Arabia Saudita se disputan ese poder. Turquía e Irán no son árabes, pero son musulmanes. Ahí comenzó una guerra civil entre los musulmanes chiítas y sunitas. Los sunitas representan el 85% de los musulmanes.

Irán vio la oportunidad de extender el chiísmo en los países árabes por eso apoya a todos los grupos terroristas o a los grupos rebeldes chiítas en las guerras civiles de Yemen, Siria, Bahrein y Libia para tomar el poder o sostenerlo en Siria. Incluso Hezbollah, que ahora está en Siria, pelea en el sur del Líbano contra Israel. Irán ha movilizado en estas guerras a las milicias (chiís) de Paquistán, Afganistán, Irak y a la Guardia Revolucionaria iraní.

En Irak gobierna una minoría chiíta sostenida por EEUU y por Irán. La desintegración de Irak parece que va a desembocar en una división del país en una zona de mayoría chií, otra de mayoría suní y una tercera de mayoría kurda.

Turquía vio la posibilidad de tomar esta hegemonía cuando los países europeos le cerraron la puerta a la Unión Europea. Armó a los Estados Islámicos al igual que Qatar y Arabia Saudita para enfrentar al poderosos Irán. Pero al mismo tiempo ataca a los kurdos que piden una autonomía dentro del territorio Turco.

Los kurdos están respaldados por la coalición internacional dirigida por Washington desde 2014 en su lucha contra el EI. Los kurdos, no son árabes y son una nación sin estado que se ubican entre Irán, Irak, Siria y Turquía. En su mayoría son sunitas.

La formación del Estado Islámico tuvo lugar cuando EEUU organizó a Arabia Saudita y Turquía para que financiaran y apoyaran a los rebeldes en Siria para derrocar a Assad. Ahora lo combaten.

Los rebeldes sirios son considerados moderados y están apoyados por los occidentales, en especial Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña. Son musulmanes sunitas no fundamentalistas y pro democráticos.

Rusia: se vio intensamente afectada con la guerra de Ucrania (2014). Ucrania era gobernada por un gobierno pro ruso. Cuando sacaron a ese gobierno, Occidente lo apoyó y se inició la guerra por los estados pro rusos de Crimea y otros dos estados ruso parlantes. Rusia empezó a intervenir en Siria (2015). Es posible que Siria sea una moneda de cambio a favor de que Occidente ceda las pretensiones rusas en Crimea.

Estados Unidos: se ha metido en un embrollo. Tras haber exigido la salida del poder de Assad, Washington se concentra en la lucha anti EI (grupo que también ayudó a formar), apoyándose en particular en las fuerzas kurdas, lo que afecta sus relaciones con Turquía, su aliado en el seno de la OTAN.

(1)     La continuidad del presidente iraní Hassan Rohani es importante para la continuidad de este pacto. Acaba de ser reelegido en la primera vuelta de las elecciones presidenciales, frente al conservador Ebrahim Raisi, principal rival, y apoyado por el guía supremo Ali Khamenei.

Las opiniones vertidas en este espacio no necesariamente coinciden con la línea editorial de Diario Los Andes.

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