Sanrafaelinos al rescate del parque moreno

Grupos de deportistas se han puesto a la tarea de que el parque Mariano Moreno, uno de los más importantes de San Rafael, vuelva a ser un sitio para el esparcimiento y la práctica de deportes. Además de enseñar kayak e impulsar el pedestrismo y el ciclism

El parque Mariano Moreno supo ser por décadas el lugar de encuentro de las familias sanrafaelinas. Distintos avatares fueron transformándolo en un sitio desprotegido, peligroso y al final en un recuerdo abandonado. Y con el cierre definitivo del zoológico, que estaba emplazado en el predio, se cerró también ese ciclo porque desde hace un tiempo distintas entidades comenzaron con la tarea silenciosa de recuperarlo para la comunidad.

Así fue que gente ligada al obispado de San Rafael empezó a construir un santuario que ya está avanzado lo que permitirá darle vida a una parte de ese inmenso lugar lleno de árboles, caminos internos y churrasqueras.

Pero esto es sólo una parte, también algunos jóvenes ligados a las actividades deportivas consideraron el sitio, parte de la Isla del Río Diamante, a pocos kilómetros del centro y a algunos metros frente al museo de Ciencias Naturales, ideal para practicar distintas disciplinas como ciclismo, canotaje y práctica de kayak, estas dos últimas actividades en la laguna que el paseo tiene en su interior.

Según recuerda Juan Pablo Radis "Emilio Carricondo, profesor de educación física de la escuela de la Isla empezó a entrenar kayak con algunos alumnos pero estaba muy sucia la laguna y era muy inseguro. No se dieron por vencidos y comenzaron a limpiar el espejo de agua que tiene unos cien por cien y unos 250 metros de perilago, dice.

“Luego empezó a desarrollarse, también por su gestión, un programa que a través de un convenio con la Asociación de Rafting y canotaje para limpiar y usar el lugar. No tardó mucho -recuerda- para que se incorporara también la ASAK (la Asociación Sanrafaelina de kayak). Se logró vaciar completamente la laguna y con la ayuda municipal se hizo una limpieza total con máquinas.  Sacaron los yuyos, la mugre y así fue creciendo”, recuerda también Guillermo Guajardo mientras da instrucciones a su hijo instalado en una canoa y a punto de empezar a remar.

Y así la ASAK, salvo en invierno que es muy frío, trabaja casi tres días a la semana y con muchísimos chicos que quieren aprender a navegar por placer o para competir.

"En verano con el apoyo municipal -dice Juan Pablo- logramos que se acercaran también chicos del barrio de la Isla del Río Diamante. Es importante la tarea de inclusión que se realiza aquí con los deportes porque esto ayuda a tenerlos ocupados en tareas deportivas que los alejan de la calle", resaltó. "Pueden correr alrededor del lago, caminar o hacer ciclismo", agregó Al volver al tema de la recuperación de la laguna, ambos entrevistados resaltaron la tarea constante que realizan para mantener apto para la navegación y el nado a este espejo de agua.

“La suciedad, que es mucha, viene en el canal que trae el agua. Es que este cauce -aclaran- pasa por barrios donde la gente arroja todo tipo de residuos como bolsas de nylon, pañales y lo que se pueda imaginar”, se lamentaron., “No todo es diversión aunque lo hacemos con gusto, un día a la semana cada tanto, lo dedicamos a limpiar el lago y sus alrededores donde otros chicos andan en bicicleta o corren. En algunos casos para entrenar y en otros simplemente para divertirse”.

A partir de agosto empieza nuevamente la actividad plena. Se traen botes y en forma gratuita se puede aprender a navegar o a competir.

Otro de los atractivos del sitio son algunas churrasqueras donde las familias aprovechan a llevar a sus hijos a las clases y disfrutar de un asado o mates.

"Estamos logrando que poco a poco este lugar vuelva a ser de la gente", afirman con orgullo.

Pero no todo termina ahí, Todos los “usuarios” están esperanzados, y para ello realizan gestiones, en poder agrandar el lago y asfaltar sus alrededores para poder aprovecharlo 100%, dicen con esperanzas y entusiasmo.

“La idea general es hacer un parque deportivo y recreativo que sumado a lo que se está haciendo en el oratorio (muy cerca de ahí) dará nueva vida a este lugar otrora tradicional paseo san rafaelino. Sería fundamental lograr esto. No tenemos otro lugar, Hay de 50 a 60 botes. Están los chicos . Y hay días en que se reúnen en el agua más de 60 botes y se pueden ver decenas de chicos alrededor del lago en bicicleta o caminando. Es muy lindo pensar en que podríamos tener un sitio para poder entrenar en distintos deportes como existen en otros departamentos”, comentaron los entrenadores.

A partir de agosto empieza nuevamente la actividad plena. Se traen botes y en forma gratuita se puede aprender a navegar o a competir. "En poco tiempo muchos de los que vienen por esparcimiento sienten las ganas de empezar a competir. Los chicos pueden empezar a los 7 años y no hay edad límite. Hay que destacar que como la intención es inclusiva también se colabora para atender a chicos con capacidades diferentes que pueden practicar distintos deportes", comentó Carricondo. Y agregó: "sólo necesitamos una laguna más grande. Es muy chica. Queremos extenderla uno 500 metros que sería lo ideal. Habría que estudiar las posibilidades cuidando, por supuesto el ambiente".

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