Decálogo de instrucciones para ser un escritor famoso

1.- Escriba un poquito "en difícil", recuerde que es de buen tono que los críticos digan de sus obras cosas que nadie haya podido descubrir, ni siquiera usted. Siempre quedará usted como un intelectual, y sus lectores como unos perfectos idiotas que no están a su altura.

2.- Haga todo, pero todo lo posible, para que algún estúpido funcionario de gobierno prohíba u hostilice algún libro suyo. Esto lo cubrirá de  un halo de idealismo que es imprescindible para acabar siendo una celebridad.

3.- Si por esas cosas de la vida, luego de muchos afanes, consigue ser criticado por el gobierno de su país, no lo dude (por pequeña e intrascendente que sea la crítica), marche al exilio con bombos y platillos. Naturalmente recale en Francia, y allí procure vivir en alguna buhardilla en París, lógicamente en el barrio latino, y trabe amistad con otros exiliados de algunos países bananeros. Eso otorga dividendos increíbles. Es absolutamente imprescindible que su vida en el exilio sea de estrecheces en lo económico.

4.- Trate de que sus preferencias sexuales no sean las convencionales (aunque hoy no sabemos muy bien cuáles son las preferencias sexuales "convencionales"), debido a esta dificultad, es que lamentamos no poder ayudarlo un poco más sobre este tópico.

5.- Jamás, pero jamás, aparezca de traje y corbata en reuniones, eso solo queda reservado a la masa de burgueses que son incapaces de transgredir norma alguna. Usted es un idealista, y recuerde que no solo hay que ser sino parecer. Deje crecer su barba, pero de manera caótica, no la recorte, ni tampoco la use en forma de barba candado, eso queda reservado a los mojigatos como Coelho, que escriben para maestritas hambrientas y tristonas.

No. Usted indaga en las profundidades del alma humana. Use sacos arrugados, viejos y pasados de moda; con algún parche en los codos, pantalones con rodilleras y fume interminables cigarrillos negros, o pipa, y procure que lo rodee un olor a tabaco negro o achocolatado. Verá como muy pronto lo comienzan a invitar a lugares donde se reúne gente de arte. Si su barba luce manchas amarillentas de tabaco, tanto mejor.

6.- En materia política, es absolutamente imprescindible que usted sea: anarquista, socialista, comunista, incluso social-demócrata. Ni se le ocurra adherir a las economías de mercado, ni tampoco a cualquier agrupación de derecha o centro-derecha. Eso queda reservado a los insensibles, y a los cerdos capitalistas. Es necesario que abandone cualquier pretensión nacionalista, si es que alguna vez la tuvo, pues usted es un ciudadano del mundo, que prefiere los caminos a las fronteras.

7.- No se case. Conviva con alguna mujer proveniente de algún remoto país de Asia, Latinoamérica o África. Si es de una raza distinta a la suya, tanto mejor. Luego sepárese, y vuelva a reincidir. No tenga hijos, y si los tiene, procure que ellos vivan en un continente distinto del suyo. Aclaramos que el presente punto, no aparece como opción antagónica con el punto 4.

8.- Abrace una causa perdida: la salvación de la ballena atigrada del Índico, o la preservación de los bosques de Islandia, o la defensa de la pareja monogámica de los koalas australianos. Eso lo convertirá en un escritor "comprometido" y todos sabemos que el compromiso con la realidad circundante es imprescindible en esta rama del arte.

9.- Sea usted ateo, o lo que es aún mejor, agnóstico. La creencia en un ser superior está reservada a los pequeños de mente. Y las certezas sólo la tienen los idiotas. Usted, como buen hombre pensante, no forma parte del rebaño.

10.- Nadie elije el momento de su muerte. Usted sí. Suicídese. No vaya a olvidar suicidarse. Eso lo convertirá en un hombre que no supo superar a su propia inteligencia y profundidad de razonamiento; y como tal, hastiado de la nimiedad de la vida, la abandonó. Tenga la delicadeza de dejar alguna carta a otro escritor, en la cual, haga gala de su sensibilidad y elegancia de estilo. Y dedíquese a contemplar maravillado, desde donde le toque estar luego de eso, a los homenajes que van a comenzar a rendirle.

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