Debate por botín millonario que estaba enterrado

En los tribunales de San Martín se lleva adelante un juicio para determinar si en la fortuna que fue hallada enterrada bajo unas macetas durante el allanamiento a una casa de barrio, está la plata que en 2015 robaron a Risiero Escudero y a su esposa Hirma, cuando una banda de delincuentes ingresó en su casa de carril Norte. Por el hecho hubo tres sospechosos, dos de ellos fueron sobreseídos pero un tercero, Eduardo Maidana, enfrenta un pedido de condena de ocho años solicitado por la fiscalía y la querella.

El caso ocurrió en la noche del 11 de febrero de 2015, cuando tres delincuentes encapuchados y armados entraron a la casa de Risiero Escudero y, tras reducirlo en una pieza junto con su esposa, se dedicaron a buscar un botín que el hombre ocultaba desde hacía años debajo de unas baldosas.

Luego de buscar por toda la casa y de amenazar al hombre con cortarle un dedo con unas tijeras de podar, los delincuentes dieron con el dinero y escaparon con un botín calculado en 40.000 dólares, 10.000 euros y 30.000 pesos, según denunció Escudero.

Pasaron meses, hubo líneas investigativas que no condujeron a nada hasta que el 7 de julio, Escudero recibió una llamada anónima que le indicaba quiénes eran los autores del asalto; esa llamada mencionaba a cuatro personas, entre ellas a Eduardo Maidana y aunque la víctima fue con el dato a la fiscalía, el caso no avanzó.

Por esa misma época, pero a mil kilómetros de San Martín, un juzgado de Choele Choel, en Río Negro, investigaba el asalto a unos cebolleros a los que una banda les robó 1,2 millón de pesos. En esa investigación estaba mencionado Eduardo Maidana y así fue como la Justicia de Choele Choel pidió a sus colegas mendocinos, un allanamiento a la casa del sospechoso y también a la de su suegra, Beatriz Villegas, que vive en el barrio Municipal.

Mucho dinero

Los policías no encontraron en la vivienda de la mujer rastros del robo a los cebolleros pero sí dieron con unos bidones enterrados en patio, que contenían una fortuna: 11.595 euros, 130.807 dólares y 439.900 pesos; además, en casa de Maidana los investigadores encontraron detrás de un cuadro, papeles y anotaciones, que el fiscal Oscar Sívori definió ante el tribunal como "la contabilidad del dinero encontrado en la casa de su suegra".

Si bien no hay pruebas directas, para el fiscal existe una serie de indicios que lo llevan a concluir que Maidana sí estuvo en la casa de Escudero durante la noche del asalto: "Hay testigos que lo ubican en la zona en los días previos; está la llamada anónima que lo delata; está la plata oculta en casa de su suegra y la contabilidad que llevaba del dinero, que en realidad era suyo; finalmente, está el hecho de que en ningún otro asalto en la región los ladrones se alzaron con euros y especialmente, con billetes de 500, como tenía Escudero y que fueron encontrados en el allanamiento".

Sívori y la querella coincidieron en pedir una pena contra Maidana de ocho años por robo agravado y compulsa para su suegra por blanqueo de capitales de origen delictivo.

Verónica Manrique, abogada defensora de Carlos Escudero, acusado junto a Maidana pero contra quien la fiscalía no mantuvo la acusación por el beneficio de la duda, criticó que la causa se sustente en un llamado anónimo: "Las denuncias se hacen ante un fiscal; con un anónimo no hay posibilidad de saber nada".

Alberto Rossello, abogado de Maidana, aseguró que no hay pruebas: subrayó que los testigos que ubican a Maidana en el lugar en días previos se contradicen; recuerda que se encontraron huellas en la escena y que ninguna coincide con Maidana; dice que su defendido fue sobreseído en el asalto a los cebolleros de Río Negro, que originó los allanamientos en su casa y la de su suegra: "No hay manera de vincular ese dinero con el asalto". En los próximos días, el tribunal presidido por Viviana Morici e integrado por Salvador Arnal y Armando Martínez, dictará sentencia.