Debate con UNCuyo sobre el tema minero

En la edición del 6 de agosto pasado, el vicerrector de la Universidad Nacional de Cuyo, Dr. Jorge Barón, explicó sobre el ambiente plural, el universo de opiniones que es la UNCuyo y que es intención de esa Casa poder ser un espacio en el cual se discutan los temas relacionados con la minería.

Tengo serias dudas sobre la pluralidad porque tuve el raro honor de ser censurado por esa Universidad en el programa “Noticias Universitarias”, transmitido por Canal 9, el 20 de junio de 2009, tal como le informé en aquel momento y formalmente al rector Ing. Somoza. El tramo censurado era, precisamente, una crítica a la forma en que la Universidad encaraba los temas mineros.

La UNCuyo es una gran institución, con facultades e institutos de larga trayectoria y bien ganado prestigio en una enorme cantidad de disciplinas.

Sin embargo, la ausencia de carreras relacionadas con la minería se nota en la falta de profesionales idóneos y, tal vez por eso, las intervenciones públicas de la Universidad en estos temas han sido generalmente lamentables, desde la organización de debates con “opinólogos” que no produjeron ninguna conclusión útil hasta el anuncio mundial del “envenenamiento” del agua de Jáchal hecho en base a la libre interpretación de informes de laboratorio que no dicen semejante cosa.

En mi opinión, la Universidad, antes de considerarse como un ámbito plural de discusión, es el ámbito del saber, del conocimiento, de la investigación y de la enseñanza científica y técnica para la correcta formación de profesionales idóneos en cada especialidad. Esos profesionales son los que deberían ser llamados por la Universidad para opinar cada uno acerca de los temas de su incumbencia.

Un ámbito de discusión de simples opiniones puede darse en cualquier parte, hasta en una mesa de café. La Universidad debería ubicarse en otro nivel, en el de la institución que está en condiciones de enseñar, de explicar cómo es la minería, para qué sirve y cuáles son las disciplinas científicas que fundamentan la actividad y los recursos tecnológicos que se requieren para el desarrollo de sus respectivas etapas.

Si hoy no está en condiciones de hacerlo, tal vez podría intentar el armado de un equipo científico técnico tal como lo hizo con el tema de Ordenamiento Territorial, cuyos resultados fueron muy exitosos.