El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, inició su primer día en la Casa Blanca asistiendo en la mañana de ayer a la Catedral Nacional para el tradicional Servicio de Oración Inaugural Presidencial.
Por la tarde, dio un paso político al visitar la Agencia Central de Inteligencia (CIA).
En Langley (estado de Virginia), sede de la CIA, ofreció su total apoyo a los servicios de inteligencia del país, cuyas conclusiones sobre los ciberataques rusos para interferir en las elecciones del pasado noviembre cuestionó antes de asumir el cargo.
“De verdad les apoyo”, les dijo a las autoridades y personal. Y añadió: “Estoy con ustedes, 1.000%”.
“Los amo y los respeto”, insistió el titular de la Casa Blanca, de pie delante de la famosa pared de la CIA en la que están grabadas estrellas que representan agentes caídos en sus funciones. El mandatario comentó que ha tenido que enfrentar una guerra con la “prensa injusta”, que según él, pretendía enemistarlo con la comunidad de inteligencia.
“Nadie tiene sentimientos más fuertes hacia la inteligencia y la CIA que Donald Trump”, “vamos a volver a ganar y ustedes serán los que encabecen esa victoria”, aseguró.
Anteriormente, el presidente criticó duramente a las agencias de inteligencia que acusaron sin prueba alguna a Rusia de haber interferido en las pasadas elecciones con el fin de favorecer a Trump, así como el dossier que afirmaba que Moscú dispone de información comprometedora sobre el nuevo jefe de la Casa Blanca. Trump negó todas esas informaciones y dijo que se trataban de “noticias falsas” inventadas por sus adversarios políticos.
En la visita a la CIA reiteró la necesidad de eliminar por completo a la organización terrorista Estado Islámico.