De la vida en la política a la industria de los alimentos

Jonathan Cárdenas, de 37 años, se fue a vivir a Chile luego de la crisis de 2001. Actualmente, es subgerente de ventas para una filial de una empresa sudafricana. Tuvo tres hijos en aquel país.

Se fue cuando el país ardía, allá por 2002. Las cosas en esa época no estaban fáciles para ningún trabajador y para Jonathan Cárdenas (37) no fue la excepción. Y aunque sus primeros planes tenían puesto el foco en México, finalmente se decidió probar suerte en Chile, desde donde hoy escribe a diario Los Andes. 

En la actualidad se desempeña en una filial chilena de la multinacional Sudafricana de alimentos Bidvest (www.bidvest.com), que es la tercera mayor empresa de alimentos para food service del mundo después de Sysco y US Food Service. Allí trabaja como sub gerente de Ventas para Chile enfocado hacia los principales hoteles, restaurantes y casinos de juego del país con materias primas para la gastronomía.

Jonathan cuenta que creció en Villa Hipódromo, cuando todavía se jugaba al “patrón de la vereda” y se cortaba la calle para festejar el carnaval. “En mi adolescencia formé parte del centro de estudiantes del colegio García Lorca en Capital, y creo que ahí encontré la vocación por la política, ya que con 15 años comencé a militar en el entonces PAIS del ‘Pilo’ (José Octavio) Bordón”, relató.

Agregó que fue creciendo como dirigente del Frepaso; hasta fue convocado a trabajar en el Concejo Deliberante de Las Heras como secretario de bloque para el Frepaso.

Con el tiempo lo invitaron a formar parte de muchos espacios políticos dentro del ámbito legislativo como asesor, y luego como colaborador en la Dirección de Prensa del Senado junto a Mirta Díaz, durante el mandato del entonces vicegobernador Juan Horacio González Gaviola.

Buscar otro camino
La crisis vivida en Argentina durante el gobierno de De la Rúa, del cual formó parte, lo obligó a buscar nuevos caminos lejos de su querida Mendoza. Sus planes iniciales eran irse al norte de México donde tiene amigos, pero por consejo de sus padres decidió probar suerte en Chile.

“Fue un desafío, cuando llegué los argentinos estábamos en baja, venidos a menos, me tocó partir de cero, desde muy abajo como personal de aseo en una pastelería, pero como buen mendocino tiré para arriba muy rápido y fui escalando posiciones dentro de la compañía, hasta convertirme en especialista en ventas de alimentos para el segmento de Hoteles y restaurantes”, describió y agregó que ya va cumplir 14 años en el país trasandino.

Ha ocupado distintos cargos en empresas del segmento Foodservice, y desde hace 5 años que trabaja para la Multinacional Sudafricana de Alimentos Bidvest, como subgerente de ventas.

“Mi trabajo está muy ligado a la gastronomía ya que todo lo que mi empresa comercializa es ocupado para las cocinas de los más sofisticados hoteles, casinos de juego y restaurantes de Chile, con lo cual el grueso de mis amigos son destacados chef del medio, instancia que me ha llevado a recorrer muchos países capacitándome”, detalló y añadió que entre los que visitó aparecen Israel, Francia, Italia, Bélgica, Bielorrusia, Alemania, España, Estados Unidos, Colombia, Panamá, Perú y Brasil.

Jonathan tiene 3 hijos -Cony (5),  Matías (7) y Nicolás (15)-, todos chilenos, y se separó hace más de 3 años. Cuenta que es amante de la cocina, pasión que comparte con sus peques, ya sea para salir a comer de todo tipo de gastronomías del mundo o cocinando en su casa un plato “bien montado” como a ellos les gusta. “Y una pequeña anécdota, cuando vamos en el auto el tema preferidos de mis hijos es ‘Costumbres Argentinas’ de los Abuelos. ¿Qué más puedo pedir?”, se pregunta emocionado.

Si bien está cerca de Mendoza, dice que cada vez viaja menos aunque no por eso deja de extrañar los típicos cafetines mendocinos como el Setter, el Sao Paulo y otros paisajes típicos de su provincia.

Un éxito saludable
El mendocino dice que no puede dejar de destacar que este último año ha sido de muchos cambios ya que por diversas razones desde 2010 a octubre del año pasado se vio cautivo de un incremento de peso gigante y llegó a marcar 155 kilos en la balanza.

“Gracias a mi entorno, especialmente mi equipo de trabajo ‘El Canal Gourmet’ y mi mejor amigo en Chile Abi, me sometí a una operación de manga gástrica. Esta intervención quirúrgica consiste en la extirpación del 80 por ciento del estómago, la cual a poco más de un años de habérmela practicado me permitió bajar 64 kilos, y recuperar así mi vida normal”, contó, tras lo cual indicó que hoy disfruta de sus hijos y se desarrolla profesionalmente sin inconvenientes y con el reconocimiento de mis pares del medio gastronómico que saben de mi esfuerzo y logros en Chile.

“Para mí, el éxito es haber venido a Chile con una mano adelante y otra atrás; empezando desde abajo, pero con un horizonte claro, entendiendo que ese presente sólo es el medio para el objetivo final. Mis hijos me aman y mis amigos me quieren y respetan. Todo lo expuesto me lleva al convencimiento de que he alcanzado el éxito”, finaliza.

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