Cucchi: piezas de arquitectura hechas diseño

La diseñadora Victoria Cucchi toma las herramientas de su carrera de arquitecta y las despliega en verdaderas prendas de arte. El concepto y lo sustentable son los objetivos primarios. Una mirada diferente y destacada que la hizo participar en diversas f

“Desde chiquita hice de todo a la hora de confeccionar y experimentar con prendas, mi vieja es modista y siempre me enseñó lo que necesitaba saber... Lo mamé”, cuenta la diseñadora mendocina Victoria Cucchi, creadora de su propia marca  “Capote”.

Si bien su desarrollo en el plano de la indumentaria textil lleva 4 años, parece mucho más, ya que Cucchi se destaca por una fuerte mirada conceptual y sustentable de cada prenda o colección que lleva a cabo. Algo que definitivamente la destaca.

"Desde el principio me hice mi propia ropa, compraba cosas que nunca me gustaban y que terminaba por desarmar para hacer algo nuevo. Cuando me daban plata mis viejos me la gastaba en telas...¡Me querían matar! Ponía todo arriba de la mesa de la cocina y empezaba a cortar", relata divertida, casi como volviendo a vivirlo.
Una pasión plasmada en el diseño, que en realidad la encontró a ella, a partir de otra que sí eligió: la arquitectura.

“Cuando comencé con arquitectura empecé a trabajar en los planos, las dimensiones, la perspectiva...En fin, todo lo que hace a la visión de un arquitecto. Luego me quedé embarazada en quinto año de la Facu y me tomé como un tiempo para estar en casa...Allí empecé a jugar con lo que tenía a mano: desde telas, hasta agujas y lanas porque también tejo. Entonces tomé un maniquí regalado por mi suegra y comencé a jugar con las telas puestas directamente sobre él. Desde allí empecé a construir desde el punto de vista de la arquitectura”.

- ¿Cuál fue el objetivo?

- Yo quería saber cómo reinventar lo que me gustaba hacer con las herramientas que me había dado la Facultad. Por ejemplo, la colección “Camicidio” fue la excusa justa porque en ese momento no tenía dinero. Entonces partí de camisas que había conseguido y las deconstruí como para jugar y hacer algo nuevo.

- ¿Qué fue lo primero que hiciste?

- Tejido. Como no tenía tanta tela por aquel entonces inventé una forma de tejer rápidamente, sin necesidad de hacerlo en toda la prenda, es decir valiéndome también de la poca tela con la que contaba. Armé partes con la forma del cuerpo disminuyendo las del tejido, y empecé a unir telas.

Actualmente he reincorporado esta modalidad.

- ¿Cuáles han sido los puntos de inspiración de las colecciones?

- La palabra es lo que en realidad me da el concepto de lo que hago. “Camicidio” es un buen ejemplo. Esa fue y es,  la primera parte sustentable en la que empecé a trabajar.

- ¿En qué sentido sustentable?

- Te doy un ejemplo, hace un tiempo me fui a Chile con la colección “Traslatpe”,  una apuesta que realicé a partir de tomar elementos naturales y económicos en el mercado para poder construir tejidos. Si vamos a lo concreto, con las telas de arpillera, lienzo y lino. Se trataba de materiales que tenían no tenían tratamiento industrial o químicos, en la construcción de la materia.

De allí comenzó mi inquietud por la sustentabilidad que puede verse desde muchas perspectivas. Yo la llevo a cabo en la manera de utilizar la materialidad, pero también en otras áreas.

“Camicidio” es otro ejemplo de sustentabilidad del que me tomo, ya que me baso en  camisas que consigo o tengo y lejos de su función formal, lo que hago es utilizarlas abriéndolas, para que me quede un plano donde mangas y cuello se preserven. Con el plano que abro reinvento otra función.

Por otro lado, me encanta usar las pinzas a manera de líneas. Primero trabajo el concepto en el papel, y luego lo pongo sobre el maniquí y veo cómo queda, para ver por dónde tiene que bajar la perfección de la línea.

Otra manera de ver la sustentabilidad (y que sumo) es en la cadena de producción. Las involucradas en la misma son tejedoras que están fuera del circuito laboral, y que aportan su oficio.

- ¿Dónde comercializas tus prendas?

- No me interesa “hacer ropa por hacer”. Todo el mundo replica eso. Por eso no tengo local o show room, vendo sólo en un lugar en Chacras, en donde se venden objetos de arte. Sumo redes para que me contacten por supuesto.

Lo que me interesa sobre todo de mi trabajo es la parte de concepto y de imagen (en redes) para que mi labor pueda ser visible en todos lados. Lo único que tercerizo (porque el resto tengo que hacer yo) es la cadena de producción de tejido.

- Hablame de tu última colección...

- Esta colección no tiene un nombre principal. Como este último tiempo estuve trabajando desde la sustentabilidad con “Camicidio” y me quedé corta (porque se pueden hacer mil cosas más) continué creando prendas nuevas a partir de la camisa. Entonces si no puedo usar la camisa entera, lo que hago es sacar la parte de sustentabilidad de ella. Así los retazos de tela que no me sirven para Camicidio los uso para crear prendas nuevas  o combinando partes.

En esta última colección lo que he hecho es volver a incluir tejidos y seguir creciendo con Camicidio. Son  dos uniones en las que he venido trabajando, y que de alguna manera coexisten bajo nuevos conceptos donde el límite es la imaginación.

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