Cuando lo necesario es imposible

De lograr la erradicación de ISIS, si no se apunta a un urgente acercamiento entre suníes y chiíes, división alimentada por Arabia Saudí e Irán, no pasará mucho tiempo para que “otro ISIS” aparezca en el escenario de Oriente Medio.

Thomas  L. Friedman - Servicio de noticias  The New York Times © 2016

Haber regresado a Irak después de una ausencia de dos años me ha ayudado a precisar la cuestión central que atormenta a la política exterior de Estados Unidos en Oriente Medio actualmente: ¿qué se hace cuando lo necesario es imposible, pero lo imposible es imposible de ignorar, y tus aliados clave también son imposibles?

Aplastar a Estado Islámico, también conocido como EI o ISIS, es necesario para estabilizar Irak y Siria, pero es imposible mientras chiíes y suníes allá se nieguen a compartir verdaderamente el poder, y aun así es imposible igualmente hacer caso omiso del cáncer de EI y su capacidad para hacer metástasis. Véase: Bélgica.

Y si todo eso no es lo bastante imposible, que intentemos volver seguro a Irak para la democracia es exigirnos que no hagamos la vista gorda al hecho de que nuestro “aliado” de mayor importancia en la OTAN en la región, Turquía, está siendo convertida de una democracia a una dictadura por su presidente, Recep Tayyip Erdogan, quien ahora debería ser llamado “Sultán Erdogan” por la forma en que está cerrando periódicos de la oposición y enjuiciando a periodistas.

Pero, debido a que necesitamos las bases aéreas de Turquía y su cooperación para fomentar una módica democracia en Irak mañana, guardamos silencio con respecto a la destrucción de la democracia por parte de Erdogan en Turquía actualmente. Vayan ustedes a saber.

¡Y pensar que en Estados Unidos tenemos a toda esta gente compitiendo para convertirse en presidente y tener una oportunidad de asumir la responsabilidad por este problema! ¿Acaso no les ha dicho alguien que esta es absolutamente la peor época en 70 años para estar manejando la política exterior de Estados Unidos?

Obama tiene mi simpatía. Si ustedes creen que hay una respuesta simple a este problema, deberían venir aquí durante una semana. Tan solo intentar averiguar las diferencias entre los partidos y milicias kurdos en Siria e Irak -el YPG, PYD, PUK, KDP y PKK- me llevó todo un día.

Regresemos al futuro de Irak. “El problema en Irak no es EI”, me dijo Najmaldin Karim, el prudente gobernador de la provincia de Kirkuk, que está ocupada parcialmente por EI. “Estado Islámico es el síntoma de malos manejos y sectarismo”.

Así que incluso si ISIS es desalojado de su bastión en Mosul, notó, si las pugnas internas y malos manejos en Bagdad y las tensiones sectarias entre chiíes y suníes no son suavizados, “la situación en Irak pudiera ser incluso peor después” de que EI sea derrocado. ¿Por qué? Porque solamente habrá otro enorme tumulto entre iraquíes de fe suní, kurdos, turcomanos, milicias chiíes, Turquía e Irán con respecto a quién controla estos territorios ahora en manos de EI.

Simplemente no hay consenso aquí con respecto a cómo se compartiría el poder en las áreas suníes que ISIS ha ocupado. Así que si un día oyen que hemos eliminado al califa de EI, Abu Bakr al-Bagdadi, y bajado la bandera de EI sobre Mosul, contengan sus aplausos.

Y aquí hay otro hecho no tan divertido del norte de Irak: pese a todo lo que ustedes han leído sobre “combatientes extranjeros” que se han unido a ISIS, una gran mayoría de la gente en la provincia de Kirkuk que ha llegado a pelear con EI eran suníes locales, quienes vieron a Estado Islámico como una fuerza que los protege del gobierno chií, en pro de Irán, de Bagdad. O bien, eran suníes más empobrecidos que consideraron unirse a ISIS como una forma de ganar poder sobre suníes más ricos y de clase más alta.

Además, muchas tribus suníes en el área de Mosul se dividieron, con algunos integrantes uniéndose a EI y no así otros. Oficiales de inteligencia kurda me dicen que habrá mucha venganza en contra de aquellos suníes que se unieron a EI, cobrada por aquéllos que no lo hicieron... si y cuando ISIS sea derrotado.

Mujeres de la secta yazidí de Irak que fueron capturadas y violadas por combatientes de ISIS y, con el tiempo, escaparon a campamentos de refugiados en Kurdistán les han dicho a trabajadores kurdos de ayuda humanitaria que en más de unos pocos casos fueron violadas, no por algunos combatientes del extranjero de Chechenia o Libia, sino por suníes iraquíes de sus propios poblados natales. “Ellas nunca volverán a confiar en sus vecinos”, me dijo un trabajador humanitario.

Ya no sé qué es suficiente para erradicar a ISIS -y crear un orden aceptable en su lugar-, pero salta a la vista lo que es necesario: la lucha entre suníes y chiíes, alimentada por Arabia Saudí e Irán, tiene que ser moderada.

Estado Islámico es un cohete cuyo sistema de navegación es un descendiente directo de la puritana ideología wahabí de los saudíes, contrario a los chiíes y el pluralismo, y su sistema de combustible es una reacción directa al agresivo impulso del Irán chií por mantener a los suníes iraquíes en permanente debilidad. Mientras Irán y Arabia Saudí estén peleando, siempre habrá otro ISIS. Razón por la cual el “proceso de paz” que más necesita Oriente Medio actualmente es entre Arabia Saudí e Irán.

Sin embargo, tan solo esperar a eso tampoco es una opción fácil. Lo imposible es imposible de pasar por alto porque EI es malvado y malvadamente listo. Mientras más tiempo merodee, más peligroso se vuelve. El diario Independent de Gran Bretaña informó hace poco que milicianos de EI estaban tramando tomar como rehén a un científico belga del área nuclear, a fin de obtener acceso a las instalaciones de investigación nuclear de Bélgica.

Obama probablemente está haciendo lo mejor que se puede con EI: degradarlo, contenerlo y restarle importancia, y seguir presionando a suníes y chiíes para que recapaciten. Sin embargo, los tipos de ISIS me dan mala espina. Tienen una red y han desechado todas las normas civilizadas. Además, nosotros no tenemos la respuesta para ellos.

Hace falta una aldea. Solo árabes y musulmanes pueden verdaderamente derribar y deslegitimar a EI y justo ahora su aldea está demasiado dividida, enojada, ambivalente y confundida para hacerlo.

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