Cristian Del Pozzi: “Sigue faltando una política agropecuaria para Mendoza”

El presidente de la Sociedad Rural de San Rafael dialogó con Los Andes sobre las pérdidas agrícolas provocadas por cambios climáticos.

Produce frutas, vid y tomate en San Rafael. Dirige la entidad que nuclea, fundamentalmente, a productores chicos del departamento sureño. En diálogo con Los Andes, Cristian del Pozzi repasa lo que está dejando esta campaña agrícola, signada por las pérdidas que provocaron los fenómenos climáticos, y advierte sobre las dificultades que tendrán los agricultores del Sur para iniciar el ciclo 2017-2018.

-¿Qué balance deja esta temporada de producción agrícola en el Sur?

-El Oasis Sur ha estado muy golpeado, primero por cuatro o cinco heladas que afectaron especialmente a la fruticultura. Hubo lugares donde heló hasta siete y ocho veces, y muy fuerte, en especial de Real del Padre hacia al Sur, hacia General Alvear.

Después, hubo tormentas fuertes de granizo. Los daños fueron muy severos y se van a reflejar en la siguiente temporada, porque la capacidad productiva de las quintas afectadas ha quedado muy disminuida. Esto va a llevar dos o tres años recuperarse.

-¿De qué modo se reflejó, en la oferta, el daño que sufrieron los cultivos?

-Fue un año complejo para la fruta destinada al consumo en fresco. El volumen fue muy escaso, en toda la provincia. Pero tampoco mejoró el precio. Aparentemente los bonaerenses de San Pedro cosecharon muy bien y, según se comenta hubo empresas grandes de aquella zona que no pudieron exportar a Brasil (por problema de costos), volcaron esa fruta en el mercado interno.

-¿Eso se reflejó en los precios al productor?

-Este año terminamos vendiendo a 2 o 3 pesos menos el kilo que el año pasado, y eso que la temporada anterior habíamos tenido una producción prácticamente normal, y este año, en la zona, habremos cosechado el 10% o un poco más del potencial que tienen nuestros montes.

-¿En qué medida fue afectada la fruta de industria?

-En ciruela D'Agen, en el Sur, nos puede haber quedado menos del 15% de la producción, y acá, en la zona, se concentra entre el 70% y el 80% de la ciruela de industria de toda la provincia. Se perdió mucho durazno de industria también. En el caso de la uva, es muy poco lo que está rindiendo.

Un tacho está pesando 16 kilos. Esto se explica no sólo por las heladas, sino también porque las lluvias de fines del verano y principios del otoño del 2016 provocaron defoliación de la vid, lo que redujo la capacidad productiva de los cargadores. Entre una cosa y otra, vamos a tener una merma promedio que puede llegar al 40%.

-Las pérdidas por fenómenos climáticos son recurrentes. ¿Cierra la ecuación agrícola?

-Es cierto. Cuando no es por una cosa, es por otra, pero de los últimos 5 años hemos sufridos pérdidas muy fuertes, en dos por lo menos. Pero el problema no es sólo la falta de producción, porque si este año, por ejemplo, hubiésemos tenido una cosecha completa de durazno, tanto para consumo en fresco como de industria, no sé qué hubiéramos hecho con la fruta.

El problema es que sigue faltando una política agropecuaria para Mendoza. Todos apunta a la “macro”, pero nosotros tenemos nuestra propia realidad.

-¿Cuáles son las particularidades de Mendoza?

-Mendoza produce el 95% de la ciruela para secado. Hacemos el 100% del durazno de industria. Elaboramos el 70% del vino de Argentina. Más de la mitad del tomate de industria se elabora en Mendoza -aunque se produce tal vez menos de la mitad de la materia prima-. Tenemos el 80% del membrillo. Producimos el 70% o el 80% de la ciruela y el durazno para consumo en fresco.  Pero no lo hacemos valer.

-¿Qué habría que hacer?

-Se podría trabajar sobre varios puntos, pero hay uno que es determinante: la forma como se reparten las ganancias, porque el problema central es la falta de rentabilidad del productor. Acá, la góndola se queda con el 70% de las ganancias. El 30% restante se reparten entre el distribuidor, el fletero, el fraccionador, el trasladista, el otro y allá lejos viene el productor.

Hay que ir a la Nación. Si no se puede aumentar el precio para que no siga cayendo el consumo, habrá que controlar las ganancias de cada uno, y trasladarle parte al productor primario, que siempre es el que sufre el recorte.

Falta de recursos para iniciar la nueva campaña

El presidente de la Sociedad Rural de San Rafael, Cristian del Pozzi, advirtió que “la temporada frutícola arranca en mayo, y en julio arranca la de hortalizas de verano”.

Recordó que “hay que podar, empezamos a traer fertilizante, entonces ya tenemos que empezar a hablar de la temporada 2017-2018, y la situación es crítica, porque la mayoría de los productores cosechó muy poco, y muchos no cosecharon nada”.

Por eso, instó a “arremangarse, ponerse a trabajar y, llenarse de tierra los zapatitos, para no llegar a la próxima cosecha confiando en que el clima va a volver a disimular la falta de una política agropecuaria en Mendoza”.

Por otra parte, remarcó que “en realidad, estas desgracias no disimulan nada, porque sólo los que han tenido la suerte de cosechar algo, han podido aprovechar la mejora en el precio de algún producto”.

Del Pozzi apuntó que “no todos los productos que escasearon tuvieron mejor precio” y alertó sobre “la muy comprometida situación de muchos productores que directamente perdieron sus cosechas”.

Perfil

Cristian del Pozzi (40): es la cuarta generación de productores agrícolas. Se inició desde muy joven en la actividad.

En la propiedad familiar ubicada en Cuadro Nacional (San Rafael) produce ciruela para deshidratar, durazno y ciruela para consumo en fresco, durazno para industria y vid. En tierras arrendadas, cultiva -en sociedad- tomate para industria.

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