Crecen las inversiones en la ganadería australiana

La ganadería australiana ha recibido inversiones por U$S 1.480 millones en los últimos dos años, y más de 60% de esos capitales provinieron de empresas chinas. Este boom de inversiones es parte de un proceso de reestructuración del negocio ganadero australiano, que en los últimos 5 años ha comenzado a vender más de 1 millón de toneladas de carne vacuna por año con destino a la República Popular, y solo posee 26 millones de cabezas de ganado.

China se ha convertido en la segunda importadora de carne vacuna del mundo, después de EEUU, y el año pasado compró en el exterior 825.000 toneladas, 10 veces más que el nivel alcanzado en 2011, mientras se apresta a triplicarlas en los próximos 4 años.

El consumo de carne vacuna en China es bajo en términos comparativos: 5.5kg. anuales por persona en 2016, y era prácticamente inexistente en 2000. Lo que sucede es que solo consume carne vacuna el segmento de arriba de la clase media de mayores niveles de ingresos (U$S35.000 / U%S 60.000 anuales), en tanto la masa de la población de 1.340 millones de habitantes se ha volcado al consumo de carne de cerdo (56 kg. por año y persona), en lo que representa la más gigantesca transición dietaria de la historia (vuelco al consumo de proteínas cárnicas).

La demanda china transformó a Australia en el primer exportador de carne vacuna en 2015, cuando dejó atrás a Brasil, a pesar de que la producción brasileña se hace sobre un rodeo 10 veces superior al australiano (210 millones de cabezas de ganado).

La producción ganadera australiana está profundamente fragmentada; y más de 60% de los productores encabezan unidades familiares de bajo nivel de productividad. Por eso está en marcha un proceso de concentración y de conversión en feedlot de todos los rebaños destinados a la exportación.

La ganadería australiana, como el conjunto del sistema agroalimentario, enfrenta el desafío estructural de una crónica situación de sequía, especialmente intensa en los desérticos territorios del norte y el oeste, con epicentro en Darwin.

Brasil es el gran competidor de la ganadería australiana. Las exportaciones brasileñas de carne vacuna pasaron de U$S 500 millones en 2000 a U$S 4.000 millones en 2014, con un ritmo de crecimiento superior al australiano.

Las exportadoras brasileñas son grandes compañías transnacionales (IBS, Brazil Foods, Marfrig), y la producción está concentrada en los estados del sur: San Pablo, Paraná, Río Grande do Sul y Santa Catarina. La producción que Brasil exporta es altamente intensiva en capital y tecnología, con elevados niveles de productividad, y más de un tercio de las exportaciones se dirigen a Asia, a través de Hong Kong, con ventas superiores a U$S 1 billón en 2016.

El segmento en que Australia se impone son los cortes de mayor calidad y precio, incluyendo los del ganado Wagyu, la raza japonesa más costosa del mundo, con cortes que valen más de U$S 100 en Beijing y Shanghai. Australia es la mayor productora de ganado Wagyu, después de Japón, con un rebaño de más de 5.000 cabezas que espera duplicar en los próximos 4 años.

Una especialidad australiana es la exportación de ganado en pie, que superó 1,3 millones de cabezas en 2016, con un valor de U$S 1,6 millones

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