Crece el rechazo social a los cotos de caza en Mendoza

La apertura de uno en Tupungato generó el descontento a través de las redes sociales y sitios de internet. Desde Recursos Naturales reconocieron que hay además otros dos habilitados.

Crece el rechazo social a los cotos de caza en Mendoza
Crece el rechazo social a los cotos de caza en Mendoza

La difusión periodística de un coto no habilitado para la caza de ciervo colorado en La Carrera, Tupungato, y de otros dos sitios que funcionan legalmente con el mismo fin en la provincia (otro de ciervos en el mismo distrito valletano y uno de chanchos jabalíes en La Paz), generaron una fuerte reacción social en contra de esta práctica. La misma se vio reflejada en las redes sociales y en los reclamos directos de organizaciones dedicadas al cuidado del medio ambiente y los animales.

El sitio de peticiones Avaaz.org fue utilizado para que vecinos tupungatinos y otros interesados se manifiesten por el cierre del emprendimiento no habilitado en el Valle de Uco. Algo similar ocurre con Change.org, que suma adhesiones minuto a minuto.

Además de rechazarse a la actividad, en Avaaz.org se propone una camino alternativo: "Constituir un gran polo turístico que puede funcionar como negocio para los propietarios del emprendimiento y como espacio de concientización y educación". Hasta anoche eran más de 7.000 las firmas reunidas, que serán presentadas ante el intendente de Tupungato Joaquín Rodríguez. Además, los denunciantes aseguran que en el lugar también se están soltando guanacos, especie autóctona que está prohibido cazar.

La controversia nació con el anuncio de la apertura de un coto de caza de ciervos traídos de Nueva Zelanda, que ya recibe turistas en Tupungato sin tener la habilitación oficial y, por ende, sin adecuarse a las leyes provinciales y nacionales que reglamentan la actividad. El responsable de Fauna en Mendoza, Hugo Asencio, informó días atrás a Los Andes que los propietarios se habían presentado en dos oportunidades a consultar sobre la documentación requerida, pero hasta el momento no han cumplimentado ningún requisito.

Por su parte, las autoridades de la comuna dicen que tampoco recibieron ninguna presentación formal. Alberto Agostinelli, titular del Área de Comercio de Tupungato, aseguró que conoce del malestar que los vecinos están expresando vía Internet, pero apuntó que se trata más de un "debate moral" suscitado en torno a estas prácticas, "ya que las leyes permiten la actividad en la provincia".

De todos modos, Agostinelli reconoció que no existen trámites iniciados por la empresa para solicitar la habilitación municipal. En realidad, a la comuna sólo le compete autorizar el espacio físico donde funcionará el coto, tal como lo hace con cualquier tipo de comercio. Esta habilitación municipal es exigida por ley y requiere para otorgarse el certificado de Bomberos y el impacto ambiental.

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Ecologistas en acción

Apenas conocida la noticia Eduardo Sosa, titular de Oikos Red Ambiental, se interesó en conseguir el expediente de los dos cotos ya habilitados en la Dirección de Recursos Naturales. "Nos hemos puesto a trabajar en este tema, estamos viendo el expediente para comprobar la legalidad del trámite administrativo", relató.

En el caso de uno de ellos, su habilitación ambiental se llevó a cabo mediante el procedimiento conocido como 'aviso de proyecto', una figura que establece la ley provincial 5961 para evaluar a nivel ambiental proyectos que tengan una mínimo impacto y que por ello evitan la audiencia pública.

"Si bien la actividad es legal en todo el país, hay muy poco control del estado provincial porque es muy nuevo, hay pocos inspectores y es difícil que los dejen entrar en campos privados", remarcó Sosa.

Con respecto al coto de Tupungato no habilitado sentenció: "Si se demuestra que está funcionando sin estar legalizado, no hay que habilitarlo porque sus propietarios no han hecho las cosas bien".

En tanto Jennifer Ibarra, presidenta de Fundación Cullunche, adelantó que por un lado están trabajando para proponer un proyecto de ley que derogue los artículos de la ley de Fauna que permiten los cotos de caza en la provincia y por el otro, se están poniendo en contacto con otras ONGs para realizar un escrache en Tupungato.

"Mendoza se estaba manteniendo como una provincia con un perfil ecológico pero de repente salen con esto y para nosotros es como un baldazo de agua fría", manifestó con indignación la veterinaria, que enumeró las contras de esta actividad.
 
"En primer lugar está el tema de introducir fauna exótica como son los ciervos colorados, ya que inevitablemente hay animales que se escapan y que propagan enfermedades entre la fauna nativa y compiten por el alimento, a tal punto que pueden llegar a desplazar al guanaco", destacó Ibarra. Por cierto, hay puesteros del pedemonte valletano que dicen haber visto ciervos sueltos en zonas alejadas, como el Manzano Histórico. Incluso, obreros agrícolas de La Carrera dan cuenta de la inversión que el coto debió hacer en alambrados de gran altura para evitar las huidas.

Ibarra también recalcó la "contaminación de la tierra y el agua por los cartuchos con perdigones de plomo". "Turísticamente a la provincia no le deja ni un peso, ya que los que llegan se bajan del avión, comen ahí, cazan, duermen y después se van", agregó.

Jabalíes, liebres y conejos

Por su parte, el director de Recursos Naturales Renovables, Daniel Gómez, aseguró a Los Andes que en los dos cotos habilitados sólo se permite cazar jabalíes, liebres y conejos por no ser especies autóctonas. "En Mendoza tenemos habilitada la caza deportiva en campos privados, con autorización correspondiente, la portación de arma con el carné de caza y la autorización de un privado. Pueden estar cazando las especies que tenemos permitidas en la provincia, que es el chancho jabalí, liebre europea y el conejo silvestre", expuso.

Sin embargo, el polémico coto Rancho'e cuero, en La Carrera, ofrece a sus visitantes matar ciervos rojos traídos de Nueva Zelanda, lo que se puede comprobar a través de su propia página web (www.tupungatohunting.com).

En este sentido, el funcionario mencionó que existe un decreto nacional que establece que si esos animales van a criadero, al tener características de ganado requieren únicamente la habilitación de Senasa. "Para un criadero y un coto de caza sí requieren la habilitación nuestra y esto es lo que estamos negando porque no está la autorización correspondiente, porque no hemos tenido ninguna presentación y porque no ha habido la autorización ni el permiso, inclusive para ingresar estos animales", señaló ayer el funcionario en Radio Mitre.

En relación al espacio no habilitado, aseveró que se le ha dado instrucciones a la delegación de Recursos Naturales en el Valle de Uco para que haga la constatación en la zona. "No tenemos información precisa de dónde estaría este coto de caza para verificar si los dichos o las notas de prensa corroboran una realidad. Si esto es así haremos ha clausura correspondiente, si no será solamente un llamado de atención", indicó.

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