"Yo no soy un juez que ha permitido imposición de posturas, siempre he tenido criterios y los he hecho valer" arranca José Virgilio Valerio. A lo largo de la charla con Los Andes responde a las críticas que se vienen agitando en su contra y también contraataca.
El candidato de Alfredo Cornejo para ocupar una vacante en la Suprema Corte dejan en evidencia la fractura interna; dice cosas parecidas a las que dice el gobernador. Habla de oralidad, habla de la justicia como un servicio público que debe darle respuestas a la gente y las víctimas. Habla de su Instituto de Altos Estudios de Derecho Penal y Derecho Procesal Penal, Comparado, la usina de pensamiento penal del Mandatario.
-¿Cornejo compró la propuesta del Instituto?
-No, porque no es el proyecto nuestro lo que está haciendo, pero hay ideas nuestras. El tema de la prisión preventiva no salió como lo habíamos planteado. Es cierto que lo que nosotros planteábamos requería presupuesto y ahora las propuestas están conformadas con muy poco presupuesto y reingeniería.
Se habló de alguno de los casos en los que tuvo una participación polémica. Incluso Silva Ontivero, la madre de Alejo Hunau (el comunicador asesinado en 2004) le pidió a Cornejo que revea su postulación a la Corte.
-Comprendo a la señora Ontiveros, pero está equivocada. Intervinimos dos veces en apelación. La tercera nos recusaron. En la primera declaramos la nulidad del procesamiento; vino otra vez la causa exactamente igual a la vez anterior, el juez no hizo nada de lo que dijimos que debía hacer. No podíamos volver a declarar la nulidad, se anuló el procesamiento y se le dieron directivas de las cuestiones que tenía que investigar. Si no hubiéramos corregido el expediente, nunca hubiera llegado a juicio.
-La madre de Hunau dice que había rastros genéticos de Arduino en una colilla de cigarrillos.
-Arduino nunca negó que había estado en el departamento. Dijo que había estado antes. Había que clarificarlo y se clarifica con pruebas.
- ¿Qué puede decir de la frase "conducta sexual desviada"...?
-Nos referíamos a lo que decía una testigo, la actual decana de la Facultad de Ciencias Políticas, Claudia García. No nos referimos a sus preferencias sexuales; yo en mi vida he tenido problemas vinculados a las preferencias sexuales. Tengo amigos que son gay; quién no conoce a alguien, un familiar, que tenga una identidad distinta y convivimos perfectamente.
El caso Cinthia Rojas es uno de los que se agita como muestra de su supuesta misoginia; la mujer mató a su pareja con un cuchillo Tramontina. “Le impusimos el mínimo de la pena, ocho años. Se dijo que sufría violencia desde hacía tiempo. No había denuncias previas.
En el expediente dijimos que las declaraciones son mendaces. Planteó que ese día habían ido al Registro Civil en micro, que la había tomado de los cabellos y le había pegado la cabeza contra el pasamano. La habían revisado y no tenía un hematoma. Si no había denuncias, ni pruebas, ni certeza, tenemos que cumplir con la ley”.
Entonces viene la consulta sobre su participación en el juicio de Soledad Olivera y Valerio contraataca.
-Quien presidió el caso y redactó la sentencia es un excelente juez. Yo adherí a ese voto. Le dieron acuerdo hace pocos meses y no he escuchado a ninguno de los que me critican decir una palabra cuando mandaron el pliego de este buen juez. Es profesor en la Universidad Nacional de Cuyo, como yo, pero es el segundo de (Omar) Palermo en la maestría.
Habla de Mateo Bermejo, ahora miembro de la Primera Cámara del Crimen.
- La grieta judicial ya existía, cuando llega Cornejo se alía con usted, con Gullé...
-¿Quién lo propone a Palermo? Francisco Pérez. Quién le armó la Dirección de Derechos Humanos para tener un aparato administrativo como un Poder Judicial paralelo, Pérez.
Algunos pretenden colonizar el Poder Judicial. Nosotros creemos que tiene que ser independiente, de Pérez, de Cornejo o del que venga después. No es que Cornejo se recueste sobre nosotros, hay que producir un cambio. Quiénes lo van a hacer, los mismos que nos están llevando a dónde nos están llevando...
"Son dos posiciones del Derecho", dijo Garay en su defensa
El Gobierno salió a defender la postulación de José Virgilio Valerio a la Suprema Corte. El ministro de Gobierno Dalmiro Garay decía que “se está hablando de una o dos sentencias dictadas en un montón de años de magistrado”.
Desde la postulación, el juez de la Segunda Cámara del Crimen que Cornejo impulsa para cubrir la vacante que dejará Herman Salvini, ha sido vapuleado desde sectores vinculados al garantismo.
“Son dos posiciones del Derecho y la de Valerio está lejos de ser ‘mano dura’. En ninguno de los casos ha habido una casación de la Corte diciendo que Valerio se ha excedido”, dice Garay.
Luego se refiere a la denuncia de la abogada Carolina Jacky, quien cuestiona que se revictimizó a una menor víctima de abuso sexual sometiéndola a dar testimonio dos veces en cámara Gessell. Garay explica que ese segundo testimonio se hizo a pedido de la defensa del imputado, “garantizando el derecho de defensa del imputado y el fallo en sí mismo es inobjetable y lejos de dejar impune el delito sexual, lo condenó”.
“Que la Corte pueda tener visiones distintas sobre el Derecho penal, me parece fantástico. Quiero ver cuando Valerio escriba un voto y (Omar) Palermo escriba otro. Estamos hablando de dos concepciones del Derecho, el Gobernador ha decidido poner otra visión a una Corte que parecería tener una postura monolítica”.
Entonces lanzó como al pasar la calificación de Palermo como “abolicionista y la gran mayoría de los abogados no lo somos. No está mal, son distintas formas de ver el fenómeno. Ellos creen que no deberían haber cárceles”.
“Se está bastardeando la discusión del nombramiento de un juez de la Corte. No se puede evaluar si un juez es bueno o malo porque en dos sentencias no gusta lo que dijo”, aseguró.
