A exactamente un mes de sentarse en el sillón San Martín, y a dos días de haber regresado de una misión comercial por Estados Unidos, Alfredo Cornejo presentó ayer su balance de una “transición muy mala” y su visión sobre lo que viene.
En esta línea, adelantó que está trabajando en una ley de Ministerios que reducirá los cargos políticos y que será presentada dentro de 15 días. La redacción del proyecto “está a cargo del equipo que elaboró la emergencia fiscal” y consistirá, básicamente, en bajar la cantidad de carteras, aunque aún no hay un número definido.
Por otro lado, el gobernador electo se refirió a la situación de “emergencia fiscal” de la provincia y asumió que tendrá que hacerse cargo de lo que no podrá hacer su predecesor, Francisco Pérez.
“Es muy probable que mi gobierno tenga que terminar de pagar noviembre, además de diciembre y el aguinaldo”, señaló sus compromisos inmediatos para los que contará con escasos días hábiles de recaudación. Por esto, apuntará a la reestructuración de la deuda con el Banco Nación que debería cancelar el último día de diciembre.
Ayer, en conferencia de prensa, Cornejo se explayó durante casi una hora sobre lo que dejó su “misión exploratoria” en Washington y Nueva York, en donde estuvo con el diputado provincial Martín Kerchner y Lisandro Neri.
“Si bien es difícil sacar a Mendoza del contexto de la Argentina, nuestro balance es positivo. Saben que tenemos un contexto de emergencia fiscal pero ven la potencialidad. Nosotros informamos que la situación de corto plazo es mala, pero que tiene buenas perspectivas en el mediano y largo plazo”, señaló.
Una transición difícil
El balance que hizo Cornejo incluyó un análisis de lo que fue su convivencia con el gobernador en funciones, transición que ya atravesó casi cinco meses desde la elección del 21 de junio y que, en el mes que queda, no anticipa mucho más. Lo único en concreto es la ley 8.816 de Endeudamiento, que le dejó una herramienta para tomar crédito, aunque el verdadero desafío es ese: que alguien preste lo autorizado.
El primer borrador de ley que le presentó el equipo de Cornejo al de Pérez tenía artículos que “fueron bochados”. Además de la declaración de emergencia fiscal, hoy impulsada desde otro proyecto, en la ley “quedó fuera un apartado para revisar todas las acreencias del Estado”, que pueden abultar más las deudas que hasta ahora se conocen.
“Está explotando todo, este presente era inexorable ganara quien ganara. Lamento que la opinión pública me haya dejado solo en esto, hace tres años que vengo advirtiendo esta situación”, consideró el radical.
En lo que viene, Cornejo habló de la reactualización tarifaria que no encaró Pérez tanto en el boleto de pasajeros, como en los servicios de electricidad y del agua, y que tendrá que implementar en el inicio de su gestión. A su vez, confirmó que en este contexto, va a prorrogar la licitación del transporte “al menos un año”.
También volvió a hacer referencia a la reducción de planta de personal que encarará “de manera progresiva”, a partir del ritmo de los que se vayan jubilando y la restricción para que entren nuevos empleados, salvo los indispensables. El mandatario electo prometió que si bien en un inicio va a valerse de los contratados para suplir las funciones necesarias, avanzarán hacia el ingreso por concurso.
Como “señal”, va a disminuir los cargos políticos a 300, de los 486 que hay actualmente. “Aunque hay más si contamos las dependencias autárquicas”, consideró.
Esto se encarará desde una ley de Ministerios que buscará reducir las 15 carteras que hay actualmente, número que al que se llegó hace dos años por iniciativa de Pérez, que ascendió las secretarías a ministerios. Para esto, ya está en marcha “el equipo de Kerchner” que trabajó en la redacción de la ley de Emergencia Fiscal, pendiente de debate en la Legislatura.
Sin confirmación sobre cuántos ministerios tendrá, y muchos menos quiénes serán sus ministros, dijo que el proyecto se elaborará estudiando las necesidades “desde abajo hacia arriba”, es decir, considerando las funciones más operativas en primer lugar y las jerárquicas por último.
Sin margen
"La suerte está echada", consideró Cornejo en torno al presente y al futuro inmediato. En cuanto a la de Pérez, el radical señaló que "este gobierno no puede conseguir un refinanciamiento de su deuda" y a su vez, puso en duda las condiciones de lo conseguido. La última vez que los dos gobernadores hablaron fue el 22 de octubre y en torno a esa conversación, contó: "Me transmitió que Cristina (Fernández) le dijo lo iba a ayudar 'pero que Cornejo se las arregle con el próximo presidente'".
El aún intendente de Godoy Cruz volvió a hablar de que se gasta más de lo que se recauda y que a fin de año, calcula, contará con un máximo de $ 3 millones de ingresos - recursos nacionales, provinciales y regalías- y una deuda heredada de capital e intereses superior a ese monto, además del adelanto de coparticipación que recibió Pérez.
“No nos queda otra chance que reestructurar la deuda en pesos”, dijo Cornejo en torno a su suerte. En cuanto a este financiamiento, lo que queda es que el Banco Nación prorratee los $2.400 millones de deuda de capital en los meses que vendrán del año que viene. “Esa es la negociación que tendremos que terminar y que nos permitirá liberar los recursos que ingresarán para los apremios que tendremos”, describió.
Macri, Scioli y las reformas que vienen
Cornejo dejó en claro ayer que las chances de conseguir financiamiento externo están, en parte, atadas a la definición de la política económica que tendrá la Argentina en los próximos cuatro años.
“Todo está supeditado a lo que pase el 22, está bien visto que haya alternancia”, señaló en apoyo a Mauricio Macri, candidato del frente Cambiemos y quien estará mañana en la provincia. Luego completó: "Se tiene más simpatía por Macri que por (Daniel) Scioli. De todas maneras, ellos (por los agentes internacionales) comprenden que cualquiera sea el gobierno, va a tener que hacer reformas económicas”.
Un pedido a los gremios
Las declaraciones de Alfredo Cornejo tienen un escenario de fondo: el malestar de los gremios estatales, que salieron a marcarle la cancha con el pedido de un aumento del 35 por ciento en las próximas paritarias y las advertencias de una segura resistencia al “ajuste”. Sobre esto, quien será gobernador en 30 días, les pidió comprensión.
“De qué vale hablar de aumentos si no se pueden pagar los sueldos y de qué le sirve a los mendocinos un Estado que sólo paga salarios. Tenemos que dar un salto de calidad”, dijo y apuntó a la señal que dará rebajando la cantidad de cargos políticos.
