La violencia del "fútbol grande" de Mendoza llegó también a la final del campeonato de futsal. El jueves por la noche, hinchas de Argentino ingresaron al estadio Poliguay tirando piedras, botellas y disparando con armas de fuego. Una bala le dio en la cabeza a Gustavo Enrique Pelegrina Criffoulier (29), un jugador de San Martín de Porres que se encontraba entre el público.
Según creen los investigadores, los barrabravas del "Boli" ingresaron al Poliguay con la intención de agredir -y tal vez quedarse con algún "trofeo"- a un grupo de hinchas de Independiente Rivadavia que alentaban a Poliguay, equipo que jugaba la final de la especialidad con Municipalidad de San Martín.
"Fue una locura. Entraron a los tiros. Estaban muy cerca de la gente. El chico muerto estaba cerca nuestro. Podrían haber matado a cualquiera; podría haber sido un verdadero desastre", explicó una mujer que estaba dentro del estadio.
"Creo que es uno de los crímenes más aberrantes que se pueden haber visto en estos últimos años", dijo ayer el comisario Juan Carlos Caleri, jefe de Policía, indicando que la Liga Mendocina no había pedido seguridad para el evento deportivo.
Según la policía, todo comenzó en el estadio ubicado en Gomensoro y Tres de Febrero, de Guaymallén, cerca de las 23.15, cuando estaba por empezar el segundo tiempo del partido. Un par de hinchas de Argentino entraron al estadio y observaron a un grupo de fanáticos de Independiente Rivadavia del barrio La Floresta (en Jesús Nazareno) que habían sido invitados por la gente de Poliguay para alentarlos.
Minutos más tarde, unos 15 o 20 barras de Argentino -encapuchados, armados con piedras, botellas y armas- avanzaron por la tribuna que da a Gomensoro, buscando alcanzar a los hinchas de la Lepra.
Caótica situación
La situación generó un caos generalizado y las 500 personas que estaban en el lugar -salvo una anciana que quedó sola en la tribuna- intentaron huir por las tres puertas habilitadas.
"Yo pensé que habían tirado una bomba de estruendo, pero veo a unos encapuchados que se empiezan a mezclar con la gente que escapaba. Los de Independiente salieron.
Era imposible saber quién era quien", explicó un jugador de futsal que había ido a ver la fatídica final.
Para los espectadores, fueron tres minutos de terror, pero lo peor iba a pasar segundos después, dentro del predio del estadio, en el estacionamiento.
El hombre del casco
"Como todavía no había empezado el segundo tiempo, mucha gente había salido a fumar o a tomar aire. Un entrenador que estaba en el baño vio cuando empezaron los disparos", dijo el entrevistado.
La versión ofrecida a Los Andes por esta fuente concuerda con la de la policía: un hincha de Independiente que portaba un bombo se trenzó en lucha con uno de los del "Boli", que llevaba puesto un casco de moto. El de Argentino cayó al piso y cuando logró ponerse de pie, sacó una pistola 9 milímetros y le apuntó al "leproso", pero o no logró darle o bien la bala no salió. Entonces comenzó a escapar. Llegó a un cantero ubicado en el estacionamiento y volvió a disparar.
Fueron 5 o 6 tiros. Uno de ellos dio en el parietal izquierdo detrás de la oreja de Pelegrina y le salió por el parietal derecho, produciéndole una muerte instantánea. Pelegrina jugaba en San Martín de Porres, era padre de tres hijos y su mujer está embarazada.
"Yo estaba en el estadio, entró el entrenador de Guaymallén y dijo: Le tiraron un tiro al 'Gallego' (Pelegrina) y lo mataron", afirmó un testigo.
De ese caos generalizado fue víctima un niño de 11 años que veía el partido junto a sus padres. Dos hombres lo atropellaron y le produjeron una fractura en la tibia derecha. El chico fue llevado por sus padres al hospital Notti, donde fue atendido.
"Por ahora no hay detenidos. Hay mucha gente que está declarando en la fiscalía. La situación es compleja; recién esta mañana (por ayer) logramos armar el rompecabezas. Hay mucha gente que sabe quiénes fueron los agresores", indicó ayer una fuente policial que trabaja en la resolución del caso.
Conmoción por el asesinato del joven de 29 años en el campeonato de futsal
Gustavo Pelegrina (29) recibió un balazo en la cabeza, después de que barrabravas de Argentino ingresaran al Poliguay buscando a hinchas de Independiente Rivadavia.
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