Los restos hallados el 31 de mayo pasado en el camino entre la localidad peruana de Cusco y el Machu Picchu pertenecen al argentino Federico Farías, quien permanecía desaprecido desde el 4 de ese mes, según el estudio de ADN realizado en Lima, informaron sus familiares.
La familia de Federico ya temía que los restos humanos hallados el viernes último en la zona a donde se dirigía el joven pudieran ser de él.
El mochilero, de 21 años, perdió contacto con su familia el 4 de mayo pasado y desde ese momento se inició la búsqueda con efectivos de la policía peruana y de Cascos Blancos en la zona donde se habían tenido los últimos registros de Federico y por el camino alternativo que según le había dicho a su mamá y amigos tomaría para ir a la ciudad inca de Machu Picchu.
En este sentido, un mensaje de audio que Federico le envió a una amiga, confirmó que el joven había tomado un camino alternativo al turístico para llegar a las ruinas, y es en esa zona donde se hallaron los restos humanos.
Los últimos contactos fueron poco antes de emprender el viaje de vuelta a la Argentina, después de un recorrido por distintos países de Latinoamérica que se extendió durante un año, y que había compartido con amigos que fueron retornando antes.