Gustavo Aníbal Olivera (53) fue condenado a 16 años de prisión al ser hallado culpable de haber asesinado de una puñalada en mayo de 2016 al joven músico Eduardo Cicchino (26) porque gritó un gol de Boca en un bar del barrio porteño de San Telmo.
Según los investigadores, por los testimonios de los testigos, el agresor se molestó por el festejo y comenzó a quejarse y a insultar a los hinchas de Boca, pero el incidente no pasó de un intercambio de palabras. El problema se dio cuando ya terminado el partido en el que por penales el equipo xeneixe eliminó a Nacional de Montevideo, Cicchino y dos amigos salieron a la calle y el hombre siguió con las provocaciones contra los simpatizantes de Boca.
Tras el ataque al joven, los amigos del universitario y los mozos de la zona ayudaron a retener a Olivera.
El agresor fue detenido por personal de la comisaría 2da. de la Policía Federal, que llegó de inmediato a la zona ante un llamado al 911.