Los miembros del Tribunal Federal 1 condenaron esta tarde al dueño de "Pyme Vip", el prostíbulo de alta gama desbaratado en 2013 en Ciudad, a 10 años de prisión por el delito de trata de personas con fines de explotación sexual. Los fiscales federales habían pedido una pena de 12 años.
Sebastián Solé (34), actualmente alojado en el penal Almafuerte, también fue condenado por ser considerado partícipe primario en un caso de aborto y cohecho (coimas) a tres agentes de seguridad.
El debate que inició el pasado 30 de abril llevó al banquillo de los acusados a 11 miembros de la banda encargada de manejar el prostíbulo ubicado en calle 25 de Mayo 1.114 de Ciudad, desbaratado en mayo de 2013.
La pena de Solé fue más cercana al pedido de la Fiscalía que al de la defensa. Maximiliano Legrand, el abogado defensor de Solé, había solicitado en los alegatos la absolución de su cliente, o bien que se le juzgara sólo por promover la prostitución. Por su parte, los fiscales habían pedido una pena de 12 años de cárcel para el dueño de "Pyme Vip".
Por otro lado, el ginecólogo Osvaldo Pastorino fue condenado a 2 años de prisión en suspenso e inhabilitación para ejercer su profesión durante 4 años.
Los policías federales, acusados de brindar protección al local a cambio de coimas y favores sexuales, recibieron una condena de 2 años de prisión en suspenso. Se trata de Ángel Arias y Nelson Bravo.
Además, Cristian Prado, quien realizaba tareas de mantenimiento en el local, recibió una condena de 3 años y medio. En tanto sus compañeros Paola González –quien cumplía tareas de limpieza y era la mano derecha de Solé- y Gustavo Torrez (mantenimiento) recibieron condenas de 5 años de prisión.
Por último, Raúl Cuquejo, empleado de la Municipalidad de Mendoza, fue condenado a 2 años de prisión en suspenso.
Todos estos fueron condenados por los delitos de cohecho y por ser considerados partícipes necesarios en la trata.
Los tres custodios del burdel -Sergio Cardelo, Saúl Segura y Sergio Carvelli- fueron absueltos por el beneficio de la duda.
Durante el juicio, los testimonios narraron lo que ocurría puertas adentro del prostíbulo donde eran explotadas 30 mujeres. Solé aseguró que sólo regenteaba un "negocio" en el que "prestaba servicios de compañía femenina". Para ello, admitió haber sido "asesorado" por dos conocidos personajes de la noche porteña: Jacobo Winograd y el dueño de "Cocodrilo", Omar Suárez.
También se ventiló que policías recibían dinero y favores sexuales a cambio de brindar protección al local y que mujeres que quedaron embarazadas fueron sometidas a abortos.