Con los pies en la tierra

Cuando usamos el vocablo “tierra”, podemos hacerlo con diferentes acepciones, según podemos corroborarlo en el diccionario autorizado. En efecto, en primer lugar, la Tierra –escrito con mayúscula inicial– es el planeta que habitamos; también llevará mayúscula inicial cuando se aluda a la parte superficial del planeta Tierra no ocupada por el mar. Entonces, escribiremos “La Tierra sufre el impacto del calentamiento global”.

En cambio, tanto si aludimos al material desmenuzable del que se compone principalmente el suelo como si nos referimos al piso, no pondremos el vocablo “tierra” con mayúscula: “La tierra cubría los viejos muebles almacenados en el altillo” y “Cayó pesadamente a tierra”. Otras acepciones, escritas igualmente con minúscula, se refieren al terreno destinado a cultivos y al país o lugar en que se nacido: “En cualquier porción de tierra, cultivaba flores” y “Su amor por la tierra de sus ancestros lo llevó a emprender el viaje”. Muy cercana a esta última acepción es la que alude al territorio o distrito constituido por intereses presentes o históricos: “Estaba en litigio esa fracción de tierra: unos aducían unos antecedentes, pero sus contrincantes defendían los contrarios”.

Es interesante ver la multiplicidad de frases o locuciones que se construyen con el vocablo “tierra”. Elegimos algunas cuyo valor nos parece oportuno conocer para usarlas adecuadamente:

“Ser tierra de nadie”: en sentido recto y en el ámbito bélico, se encuentra usada esta expresión para indicar un territorio no ocupado que, en el frente de combate, separa las primeras líneas de los ejércitos enemigos. Sin embargo, no es en este sentido que lo usa la mayoría de nosotros, sino en un sentido figurado para señalar que algo –un aspecto, un asunto, una zona– no le interesa a persona alguna. Nadie lo defiende ni se preocupa por él.

“Dar por tierra”: significa destruir o arruinar algo. Generalmente, lleva la preposición “con”: “Su opinión dura dio por tierra con las esperanzas de los más humildes”.

“Cable a tierra”: la expresión indica la cosa, persona o situación que le permite a alguien mantener el equilibrio psicológico o anímico: “En momentos difíciles, su palabra es siempre mi cable a tierra”.

“Trágame tierra”: la expresión tiene valor interjectivo y se usa para indicar vergüenza por algo que se hizo o se dijo; debemos tener en cuenta que, por ser voseantes, diremos “tragame tierra” y que no colocaremos tilde porque la forma resultante es una palabra grave, terminada en vocal: “Cuando me nombró, me dije ‘tragame tierra’ y sentí que me sonrojaba”.

“Tener los pies sobre la tierra”: es una expresión coloquial que sirve para señalar que alguien es realista. Así escuchamos “Pedro no sueña: tiene los pies sobre la tierra y sabe bien lo que anhela”.

“Tirarle tierra a alguien”: también se trata de una expresión coloquial que indica las críticas negativas a una persona: “Siempre que podía, le tiraba tierra con sus comentarios”.

“Mover/remover cielo y tierra”: la expresión señala que se hace un gran esfuerzo para conseguir algo: “He movido cielo y tierra hasta que logré los datos bibliográficos que me faltaban”.

“Poner tierra de por medio”: con esta expresión se quiere indicar que alguien se va de un lugar, a fin de evitar una situación problemática: “Me alejé del cargo y puse tierra de por medio en el conflicto”.

“Tierra de promisión o tierra prometida”: la expresión tiene dos explicaciones. La primera alude a la tierra que Dios prometió al pueblo de Israel; la segunda se refiere a un lugar donde se ofrece riqueza y bienestar: “En ese momento, la isla era tierra de promisión para los navegantes”.

"Besar alguien la tierra que otro pisa": la expresión indica el profundo respeto que una persona siente por otra.
"Hacer morder la tierra (el polvo) a alguien": la locución señala que se ha vencido a alguien en la pelea, que se lo ha derribado o, incluso, que se lo ha matado. Hay que considerar que esta expresión puede también tener un sentido figurado, para indicar humillación: "Con semejantes argumentos, le hizo morder la tierra a Alfonso".

"Sembrar alguien en mala tierra": con esta expresión se quiere significar que se hacen beneficios a quien corresponde mal a ellos: "¡Le había ayudado tanto a Enrique!; pero sembró en mala tierra". Semejante en sentido a aquella frase que recomienda no morder la mano al que le da de comer.
"Ser alguien gigante en tierra de enanos": se alude así a que una persona descuella no por su propio valer, sino por inferioridad de quienes la rodean. Es equivalente, por su sentido, a la frase "En tierra de ciegos, el tuerto es rey". Entonces, decimos "No es bueno, pero ante la falta de otros es un gigante en tierra de enanos".

“Si usted quiere que sus hijos tengan los pies sobre la tierra, colóqueles alguna responsabilidad sobre los hombros”. Se trata de un consejo, atribuido a Abigaíl Van Buren, periodista estadounidense de la primera mitad del siglo XX. En ella se juega con la frase ya analizada “tener los pies sobre la tierra”, equivalente a ser realista o a ayudar a madurar, como consecuencia de “colocar alguna responsabilidad sobre los hombros”, llámese trabajo, estudio o tarea con metas definidas. Quizá un consejo para tomar en cuenta en esta época de valores trastrocados.

La Fundéu nos ha informado, en estos días, acerca del valor del verbo “aterrizar”;  dice que este verbo significa “posarse en tierra firme”, aunque el lugar no sea el planeta Tierra.

Añade que no hay necesidad de crear nuevos términos para referirse a los aterrizajes en otros planetas u objetos astronómicos, pues esta voz no alude al planeta Tierra, sino al suelo, tal como se comprueba en la definición de “aterrizar” en el diccionario académico: ‘posarse tras una maniobra de descenso, sobre tierra firme o sobre cualquier pista o superficie que sirva a tal fin’. Lo dice porque en el uso han aparecido algunas palabras basadas en nombres propios específicos, como “alunizar”, a partir de Luna, y “amartizar”, a partir del planeta Marte, ambas recogidas en la nueva edición del DRAE.

En este caso concreto y ante la dificultad de una formación similar a partir del nombre propio del cometa (67P/Churyumov-Gerasimenko), se está optando por hacer la derivación, también válida,  a partir del nombre del objeto: “acometizar”.

Finaliza su recomendación, en concordancia con lo expresado previamente, al indicar que se puede utilizar el sustantivo “aterrizaje”, incluso si no se refiere al planeta Tierra.

Tenemos algo para ofrecerte

Con tu suscripción navegás sin límites, accedés a contenidos exclusivos y mucho más. ¡También podés sumar Los Andes Pass para ahorrar en cientos de comercios!

VER PROMOS DE SUSCRIPCIÓN

COMPARTIR NOTA