Con la economía parada, sobran pesos y dólares

Con la economía parada, sobran pesos y dólares
Con la economía parada, sobran pesos y dólares

Por Rodolfo Cavagnaro - Especial para Los Andes

Mientras los datos duros de la economía muestran una situación de estancamiento, con una inflación real cercana al 25%, caída en la producción industrial, en las exportaciones e importaciones y niveles de consumo estancados, los datos financieros muestran que los bancos están llenos de pesos y muchos inversores institucionales y organismos del Estado hacen gala de disponer de bastantes dólares.

Esta aparente paradoja podría explicarse por varias vías pero quizás la más contundente es la parálisis de la inversión privada. Las altas tasas de inflación con un dólar retrasado no generan confianza para invertir. Es que al haberse revaluado en el mundo la moneda norteamericana, se han devaluado el resto de las divisas y nuestro peso aparece sobrevaluado, lo que ha quitado competitividad a las exportaciones.

La suba del dólar en el mundo produjo la caída de los precios internacionales de las materias primas, y eso redujo el ingreso de divisas y esa carencia, sumado al cepo (que sí existe a pesar de lo que diga Kicillof) perjudica a las importaciones pero también a las inversiones. Nadie quiere traer plata para invertir si le convierten los dólares al tipo de cambio oficial.

No obstante, hay dólares en el mercado. Algunos provienen del mercado mayorista y los tienen los bancos producto de las exportaciones cobradas por sus clientes y se los deben vender al Banco Central al tipo de cambio oficial.

Otros vienen del turismo, ya que los visitantes extranjeros cambian en las cuevas y eso alimenta al mercado. También están los que el BCRA vende a los particulares, en cuenta gotas, como para decir que no hay cepo, pero es una vía por la cual se le van más de 1.000 millones de dólares mensuales a precio oficial. La mayoría se revenden en el paralelo.

Pero también hay muchos pesos. Con la economía parada y una situación de incertidumbre, sumada a las subas de impuestos, muchos prefieren no invertir y hacer plazos fijos; total, la renta financiera no paga impuestos. Muchos que compraron dólares esperando una devaluación aprovechan el estancamiento del mercado y hacen plazos fijos para obtener alguna renta que no obtienen en el mercado cambiario.

En estos días, el Banco Central licitó Lebac y obtuvo ofertas por más de 10.000 millones de pesos, de sobrantes de los bancos que, a su vez, no prestan para actividades productivas y sólo lo hacen para consumo. A su vez, el Tesoro salió a colocar una nueva serie de Bonar 24, un bono que no había tenido mucho éxito el año pasado y, cuando buscaba 500 millones de dólares, terminó aceptando más de 1.400 millones.

Parece una paradoja, pero volvió la patria financiera en su versión nac & pop.

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