Con anuncios, Marinelli asumió en Irrigación

El nuevo “gobernador del agua” juró ante Cornejo y así quedó en condiciones de firmar el llamado a licitación para el revestimiento del Canal Cacique Guaymallén.

Sergio Marinelli es un hombre con suerte. Acaba de asumir como superintendente del Departamento General de Irrigación y lo espera una resolución para firmar: el llamado a licitación para realizar la primera etapa del revestimiento del canal Cacique Guaymallén. Ése fue el primer anuncio como "gobernador del agua".

Los técnicos de Irrigación estiman que la inversión rondará los 350 millones de pesos (monto sujeto a las ofertas que se hagan para construirla). Se trata de 6,6 kilómetros de recuperación de la canalización, contados desde el inicio del zanjón, en la central "La Lujanita" hasta calle Pueyrredón en Chacras de Coria.

Además el proyecto contiene obras complementarias como nuevos puentes de cruce y ampliación de los existentes, pasarelas peatonales, la liberación del camino de servicio lateral y la separación de las viviendas que actualmente están casi al borde del canal.

No se trata de un anuncio menor el que hizo Marinelli minutos después de haber jurado ante el gobernador Alfredo Cornejo. Es una obra que "mejora la seguridad de los vecinos y la calidad del agua de riego, porque hay quienes vuelcan aguas grises al cauce y con el nuevo revestimiento no podrán hacerlo" dicen en el Departamento. Serán treinta meses de ejecución y habrán tres cortes de agua a los usuarios del cauce.

Así Marinelli llega justo a Irrigación para poner su firma en la resolución para llamar a licitación, cosa que hará en las próximas horas. Eso es arrancar con el pie derecho.

Por lo demás, el acto de asunción no salió del protocolo tradicional. Había una nutrida concurrencia de personal de Irrigación, algunos ex funcionarios y hasta algún ex superintendente, aunque el antecesor de Marinelli, José Luis Álvarez, no fue; también legisladores, funcionarios del Poder Ejecutivo, varios intendentes, regantes, inspectores de cauce, incluso dos reconocidos ex funcionarios con vínculos en la actividad petrolera: el ex subsecretario de Alejandro Rodríguez, y el ex ministro de Energía, Marcos Zandomeni.

Obviamente estaban el gobernador Cornejo y la vicegobernadora Laura Montero. Además, también estaba un hombre con larga trayectoria en el derecho del agua y que ha estado muy cerca de Marinelli en los últimos tiempos: Miguel Mathus Escorihuela.

Cornejo pidió a Marinelli "recuperar el prestigio de Irrigación y que no tengamos casos de corrupción en el manejo del agua"; también le pidió trabajar en conjunto y en armonía con el Gobierno provincial y, de paso, le tiró que asumiera el liderazgo del proyecto Portezuelo del Viento, en el que el Departamento ya viene interviniento en carácter de organismo técnico asesor: fue el que desarrolló los planes de llenado y manejo y ahora está trabajando en el impacto ambiental de la represa.

Marinelli tampoco se salió de libreto. Habló de aprovechar al máximo el recurso, recogió el guante del trabajo conjunto con el Gobierno y se comprometió a esa sinergia. Volvió a hacer foco en la transparencia y en que va a revisar todas las resoluciones de las gestiones anteriores, particularmente las referidas a las concesiones de aguas subterráneas que despertaron polémica.

Además del anuncio del revestimiento del Cacique Guaymallén, dijo que también retomará un proyecto que se desarrolla en el Poder Ejecutivo, el de acueductos ganaderos, que va a financiar la provincia y que ejecutará Irrigación. Ese proyecto implica que habrá nuevos usuarios del agua y, por lo tanto, también modificará el padrón de los votantes de inspecciones de cauce.

¿Cuánto se modificará ese padrón? Una pregunta sin respuesta aún, pero que resuena en una rosca política desconocida para la amplia mayoría de los mendocinos, la de los regantes.

Otro anuncio que hizo Marinelli fue más lejano. Busca financiamiento para obras que releven al agua potable en usos recreacionales. Sin muchos detalles, por ejemplo del área en que se realizarán esas obras, dijo que la idea es llevar agua de riego a parcelas con piletas y jardines, pero con la condición de eliminar el riego por manto. 

Un carrera ascendente

El agrimensor Sergio Marinelli llegó a un punto cúlmine en su carrera política. Es el jefe del Departamento General de Irrigación, luego de haber pasado por varios cargos públicos desde 1985 hasta ahora.

Ha sido concejal por la UCR, director de la estatal Obras Sanitarias, encargado de los Servicios Públicos de su San Rafael natal y del gobierno provincial en épocas de Julio Cobos. En esa gestión también fue ministro de Gobierno. Con Alfredo Cornejo volvió a la gestión de los servicios que presta el Estado.

Actualmente es un hombre solo, pero tiene cuatro hijas y ocho nietos. Ayer, al momento de los agradecimientos, dijo “y lo más importante” e hizo una imperceptible pausa, al retomar alcanzó a decir “a mi familia...” y entonces se quebró. Pasado el momento emotivo, dijo que en el salón estaban siete de sus hijos y “falta uno”.

La Corte llama a conciliar con La Pampa

La Corte Suprema de Justicia de la Nación citó a las provincias de La Pampa y Mendoza a una audiencia de "conciliación" para el 14 de junio, ante la demanda de la primera por supuestos incumplimientos de convenios por el uso del Río Atuel, celebrados desde hace casi tres décadas.

A la audiencia de conciliación, que se celebrará en el Palacio de Justicia, también fueron convocados el Estado Nacional y a “amicus curiae” (amigos del tribunal) que puedan a aportar una solución al conflicto.

El conflicto por las aguas del río Atuel se remonta a 1947, cuando se inauguró el embalse El Nihuil, en San Rafael que modificó el curso del agua, perjudicando supuestamente al oeste pampeano.

En 1987, la Corte estableció el carácter “interprovincial” del curso hídrico y reguló la utilización del agua de forma compartida. En 2014, La Pampa demandó ante el Máximo Tribunal a Mendoza por el supuesto daño ambiental que la provincia ocasionaba y por el incumplimiento del fallo de 1987 que la obligaba a negociar y celebrar convenios para regular el uso del curso hídrico.

En la resolución de ayer, la Corte rechazó por unanimidad un planteo de incompetencia de Mendoza y declaró su competencia originaria para intervenir en la causa.

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