El Banco Central (BCRA) habilitó ayer la instalación de cajeros automáticos por parte de entidades no bancarias, posibilitando así que la actual red de casi 20.000 cajeros pertenecientes a bancos pueda extenderse a supermercados, estaciones de servicio o cualquier otra entidad comercial, que podrán recargarlos con billetes de su propia recaudación.
Se trata de cajeros que podrán ser de propiedad de las entidades en las cuales sean instalados, a diferencia de lo que ocurre actualmente con aquellos dispositivos localizados en lugares como centros comerciales, hipermercados, aeropuertos, hoteles o clínicas médicas, que pertenecen a los bancos que los administran.
“Hoy, la Argentina presenta una penetración de cajeros menor que la de países vecinos. De hecho, un 20% de las localidades del país no posee ningún cajero, obligando a sus habitantes a trasladarse para obtener efectivo”, explicó un comunicado del BCRA en el que anuncia la decisión adoptada ayer por su directorio.
El texto agregó que debido a esta falencia “en muchas áreas del país, la falta de cajeros estimula un uso indebido del efectivo, como el caso de quien retira la totalidad de sus ingresos en una sola extracción en lugar de hacerlo en forma paulatina, a medida que debe asumir gastos”.
Esta situación, lógicamente, lleva a trasladar mayores cantidades de efectivo sin necesidad, lo que atenta contra la inclusión financiera y provoca riesgos en términos de la seguridad física de las personas. A través de esta iniciativa, se busca consolidar el desarrollo del sistema financiero”.