Comas y conjunciones

Esteban llegó muy enojado por una corrección en su trabajo escrito; dicha corrección consistía en el agregado de una coma ante la conjunción ‘y’. Argumenta el adolescente: “Yo tenía entendido que jamás va coma ante la copulativa ‘y’, ¿en qué quedamos?”; la profesora, muy actualizada en la normativa de los signos de puntuación, había efectuado bien la corrección: ¿cómo es esto?

Recurrimos, para apoyar la posición de la docente, a la última versión académica de la Ortografía de la lengua española. Allí encontramos esta afirmación: “Como regla general, el uso de la coma es incompatible con las conjunciones ‘y’, ‘e’, ‘ni’, ‘o’, ‘u’ cuando este signo se utiliza para separar elementos de una misma serie o miembros sintácticamente equivalentes dentro de un mismo enunciado”. Así, por ejemplo: “Acudieron al encuentro Marcos, Julián, Gaspar y Fernando”; “No quiere ni comprarlo ni alquilarlo ni que se lo regalen”; “Era necesario salir rápidamente o la oscuridad nos envolvería”.

Sin embargo, hay casos en que el uso de la coma ante una de estas conjunciones es admisible e, incluso, necesario:

Si vengo enumerando elementos complejos, separados entre sí por punto y coma, delante de la conjunción ‘y’ que introduce el último de ellos debe escribirse una coma: “Anita colocó los adornos en la pared; sobre los muebles, los portarretratos; en los estantes, los libros, y las demás cosas quedaron desparramadas sobre la mesa redonda”.

También debe escribirse una coma ante la conjunción ‘y’ (también, ante la ‘o’), cuando, después de una enumeración, se quiere unir la secuencia siguiente con el predicado anterior y no con el último de los miembros coordinados: “Llamé por teléfono a sus amigos, a sus conocidos, a sus compañeros de estudios, y me eché a llorar sin consuelo”; “No sabía si ir al concierto de violín o a la obra de teatro, o quedarse en casa viendo una buena película”.

Cuando después de enlazar miembros gramaticalmente equivalentes, se va a enunciar algo que no pertenece a la misma serie que los elementos enumerados, sino que es una conclusión o una consecuencia, corresponde escribir coma delante de la conjunción: “Cambiaron los muebles, tapizaron los sillones, agregaron luces, y les encantó el resultado”.

Si la conjunción ‘y’ pierde su valor copulativo y, en cambio, toma sentido adversativo, delante de ella corresponde colocar coma: “Estudió con ahínco todo el verano, y no fue suficiente para aprobar”. (= … pero no fue suficiente para aprobar).

También, se debe colocar coma antes de ‘y’ y antes y después de ‘o’ si lo que se desea es aislar un inciso, una información incidental o una aclaración: “Ese alumno, que no es de los mejores, y aquel reciente egresado demuestran gran soberbia para sugerir modificaciones”; “Podría quedarse callado Julián, mi primo, o, por el contrario, ser más sutil con su crítica”.

Con respecto a la expresión ‘y encima’ y la colocación de coma, pueden admitirse dos variantes, ambas correctas; la primera es que se considere que todo el concepto introducido por ‘y encima’ es  un inciso, el cual debe quedar precedido por coma: “Su comentario me pareció desubicado, y encima fue muy mal expuesto”; la segunda es que solamente se considere el vocablo ‘encima’ como un inciso, en cuyo caso quedará aislado entre comas: “Su comentario me pareció desubicado y, encima, fue muy mal expuesto”. Lo que suele encontrarse y se considera agramatical es el aislamiento entre comas de la expresión ‘y encima’ como un inciso; no podemos, por lo tanto, escribir *“Su comentario me pareció desubicado, y encima, fue muy mal expuesto”, ya que, al suprimir el supuesto inciso, la oración resultante es agramatical.

También se debe colocar coma ante ‘y’ y ante ‘o’, cuando la secuencia que introducen se presenta como un inciso que aporta un comentario a lo que se acaba de afirmar; en estos casos, las conjunciones suelen estar acompañadas por un adverbio o por una locución adverbial: “Encontré triste, y además enferma, a esa profesora, para mí tan querida”; “Escribí sin vacilar, o probablemente muy enojada, aquella carta de la que me he arrepentido mucho”.

¿Recuerdan ese uso expresivo que se llama “polisíndeton”? Es el uso repetido de una conjunción ante cada uno de los miembros coordinados; en ese uso, que tiene valor expresivo, es frecuente la escritura de coma entre cada elemento coordinado, de modo de lograr mayor énfasis o mayor relieve: “De repente creí que estaba en el Sur, en la profundidad del Sur, en un territorio donde había mucha agua, y sauces, y zarzamoras, y pastizales con vacas, y caballos parados en el horizonte” (Edwards, Anfitrión, 1987); “Ni me llama, ni me escribe, ni aparece, ni da señal alguna de vida”. Hay que destacar, no obstante, que la ausencia de comas entre los elementos coordinados es también correcta.

Se usa coma ante proposiciones coordinadas introducidas por ‘pero’, ‘aunque’, ‘sino’ y ‘sino que’: “Haga lo que le parezca, pero luego no me vaya a reclamar”; “Me parece haber obrado con justicia, aunque él no lo admita”; “No habla porque sienta miedo, sino porque tiene vergüenza”; “No le pido que se vaya, sino que permanezca callada”. También es obligatoria la coma cuando lo que viene en segundo lugar tiene valor contrastivo respecto de lo expresado en la primera parte: “Habla en voz muy alta por su sordera, no porque sea arrogante”.

En las expresiones del tipo “pobre pero honrado”, “lento pero seguro”, “cansado pero contento” puede prescindirse de la coma.

En las expresiones del tipo “muy pero que muy…” y “pero que muy…”, no se coloca coma alguna: “Estaba muy pero que muy enamorada” y “Te haré una pregunta pero muy indiscreta”.

La conjunción ‘sino’ puede, a veces, ser equivalente a “excepto, salvo, aparte de”; sirve para excluir y se puede suplantar por “más que”: en estos casos, no va precedida de coma. Por ejemplo: “¿Quién sino ella puede enseñar esos temas” (¿Quién más que ella..? ¿Quién salvo ella…?); “Nadie sino Carmen puede convencerlo” (Nadie más que Carmen…).

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