Colombia se encamina hacia la “paz completa” tras la liberación ayer de un rehén del ELN, única guerrilla activa del país, y el indulto de dos rebeldes, claves para instalar negociaciones para acabar medio siglo de conflagración interna.
La puesta en libertad del ex congresista Odín Sánchez, retenido por el ELN en la selva del Chocó (noroeste), y de los rebeldes Nixon Cobos y Leivis Valero, recluidos en una cárcel en Santander (noreste), eran las últimas condiciones para que el gobierno inicie el dialogo formal con el Ejército de Liberación Nacional (ELN).
“El martes de la próxima semana, en Quito, comenzará la fase pública de conversaciones entre el gobierno colombiano y el ELN, lo que nos permitirá alcanzar la paz completa”, dijo el presidente Juan Manuel Santos, flamante Nobel de Paz, al celebrar la libertad de Sánchez en la apertura de la 16 Cumbre de esos laureados en Bogotá.
Tras la firma de la paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, marxistas) en noviembre, el ELN es el único grupo rebelde activo en el conflicto colombiano, que ha involucrado además de guerrillas, a paramilitares y agentes del Estado, dejando 260.000 muertos, 60.000 desaparecidos y 6,9 millones de desplazados.
Sánchez, en poder del ELN desde abril pasado, y Cobos y Valero, presos por rebelión desde hace 4 y 2 años, respectivamente, fueron entregados a sendas comisiones humanitarias con acompañamiento del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) y ante representantes de países garantes y de la Iglesia Católica.