Check In: Pablo Ranea

Último lugar que visitaste: Este año visité varias ciudades de la costa este y oeste en USA, República Dominicana y Lima Perú.

¿Qué no puede faltar en tu equipaje? Menos equipaje mejor, pero siempre terminan acompañándome varias botellas de vino, Infaltable la cámara de fotos y la compu con las recetas.

¿Matás o te matan las horas en los aeropuertos? El ritual siempre es el mismo; recorrer free shops, probar perfumes y no comprar nada... caminar. El problema aparece cuando no hay nada para hacer en el aeropuerto.

Ventanilla o pasillo: Pasillo. Siempre hay más espacio del lado del pasillo, los espacios en los aviones cada vez vienen más chicos (lata de sardinas).

¿Qué es lo primero que hacés cuando llegás a un nuevo lugar? Investigarlo, chequear el clima y salir a caminar.

Un sabor  nuevo que hayas descubierto en un viaje: Sin dudas Lima me voló la cabeza; el ají amarillo por excelencia y la Inka Cola, junto con un montón de frutas y verduras que jamás había probado, sobre todo de la cocina amazónica que es mundo por descubrir.

¿Cuáles son los requisitos para tus vacaciones ideales? Viajar sin teléfono.

¿Cumplís con algún ritual personal cuando viajás? Antes de hacer un viaje largo, siempre compro un cuadernito para ir tachando cosas que no me tengo que olvidar

¿Qué traés de tus viajes? Ropa, ingredientes y mucho cotillón para los cumples de mis sobrinos.

¿Qué es lo que más y lo que menos te gusta de la vida de hotel? Lo menos: lo largos y pesados que pueden ser los check-in en los hoteles. Lo mejor: las almohadas en los hoteles lindos.

Una ciudad del mundo en la que  vivirías: ¡Varias! Washington DC, Asheville en North Carolina o San Francisco en California.

Una ciudad para compras: New York

Un destino romántico: Barreal en San Juan, los mejores cielos que he visto. Y por supuesto, la eterna París.

Un sitio para visitar con amigos: Ibiza en el Mediterráneo y Cabarete en República Dominicana.

Un destino que te sorprendió: Lima, Perú. Tenía expectativas muy altas y realmente quede sin palabras. También Asheville en Carolina del Norte, una ciudad pequeña pero hermosa y con una gran densidad de buenos restaurantes y cervecerías boutique.

Y uno que te decepcionó: Las Vegas, no volvería.

Un recuerdo de vacaciones: Uf hay varios, se me ocurren tres. El primero, despertarme con mis sobrinos y salir a hacer dibujos en la arena en San Alfonso del Mar, Chile. Otro: meternos en plena lluvia con mi pareja a un chiringuito en la playa de Cabarete, República Dominicana y probar los mejores tacos de atún rojo (¡deme dos!). En Chicago, tomar el barquito que te hace el tour arquitectónico por la ciudad en plena tormenta de nieve y ser los únicos en el barco, ¡exclusividad total! Jajaja

El lugar al que siempre podrías volver: Lima, Perú. No solo por su gastronomía. La gente es increíblemente amable y súper atenta. Da gusto sentarse en cualquier bar o chifa y simplemente observar, la sensación es estar en la capital de Latinoamérica.

Un destino pendiente: Asia y el sur argentino.

Tu próximo viaje: Iguazú e Israel.

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