El paro nacional por 24 horas convocado por el sindicalismo opositor alteró el movimiento normal en Mendoza, sobre todo porque la falta de transporte impidió el traslado de las personas hacia sus destinos habituales.
Una vez más, el balance de la medida de fuerza arrojó resultados diferentes para el Gobierno provincial y los gremios.
El jefe de Gabinete, Andrés Cazabán, admitió que el paro de transporte ocasionó un fuerte impacto en las tareas diarias de los mendocinos. "Las escuelas estuvieron vacías de alumnos. Muchos no pudieron llegar por falta de micros y otros porque sus padres decidieron no mandarlos por temor a que pasara algo", dijo el funcionario.
De todas formas aclaró que se registró un 80 por ciento de presentismo de docentes en las escuelas que dan clases habitualmente, mientras que el resto (que no pudo viajar) se acercó al establecimiento más cercano a su domicilio.
También sostuvo que la atención en las reparticiones estatales y en los hospitales fue normal, ya que sólo se ausentó “el 20 por ciento del personal”. “El poco movimiento en los centros asistenciales se debió a la falta de pacientes, justamente porque no pudieron contar con medios de movilidad”, aclaró.
Cazabán criticó a los gremios locales por adherirse al paro nacional. “Una de las bases del reclamo es por el Impuesto a las Ganancias, que depende del Gobierno de la Nación. Hay que aclarar además que (el gravamen) alcanza a pocos trabajadores estatales. Otra cosa para tener en cuenta es que Mendoza cerró hace poco las paritarias con los gremios, otorgando el mayor porcentaje de amento salarial de todo el país, por eso creemos que esta medida de fuerza no tiene razón de ser en la provincia”, señaló el funcionario.
Así, al igual que el jefe de Gabinete de la Nación (Aníbal Fernández), Cazabán afirmó que el paro "es netamente político" y que "nada tiene que ver con lo gremial". "Lamentamos que peticiones de naturaleza política terminen afectando los derechos de la ciudadanía en general", explicó.