El principal sospechoso de haber asesinado de un disparo en la cabeza con su propia arma reglamentaria al policía Ariel Tobares el 7 de diciembre pasado a bordo de un trole fue capturado esta tarde en Santiago del Estero. Los investigadores lo tenían identificado y en la mira desde mediados de diciembre
Según indicaron fuentes policiales, durante la siesta de hoy efectivos de Investigaciones de la Policía mendocina, apoyados por sus pares santiagueños, realizaron dos allanamientos en la localidad de La Banda en la provincia norteña. En una de las viviendas requisadas, los sabuesos lograron dar con Jesús Nicolás Rodríguez Araoz (32), quien ya había sido señalado por testigos del cruento asesinato.
Testigos del momento en que el policía fue ultimado lograron señalar a Rodríguez Araoz como el autor material del crimen. El reconocimiento, según allegados a la causa, se hizo mediante fotografías que se pusieron a disposición de quienes presenciaron el asesinato
Los pesquisas siguieron las órdenes de la fiscal especial Claudia Ríos y, mediante la triangulación de datos y escuchas telefónicas, lograron dar con el paradero del buscado.
Al policía Ariel Tobares lo mataron el pasado 7 de diciembre en Las Heras, cinco días antes de que cumpliera 40 años. Era padre de tres niños y trabajaba en la Unidad Policial de Asistencia al Turista (UPAT).
El efectivo iba de civil en un trole que transitaba por calle San Martín, entre Tres de Febrero e Independencia; hacía varios años que sacaba servicios extraordinarios para la EPTM.
En una parada subieron dos hombres que se negaron a pagar el boleto y que amenazaron al conductor. Era cerca de la una de la mañana y en la unidad, además de los dos trabajadores, iban pocos pasajeros.
Tobares intervino en la situación y fue cuando las cosas se pusieron más complicadas. Tras un forcejeo, uno de los sujetos -se cree que Rodríguez Aráoz-, se apoderó de la pistola Bersa 9 milímetros del efectivo y le disparó en la cabeza, por lo que lo mató en el momento.
Dos detenidos más
Sobre Rodríguez Araoz pesaba un pedido de captura provincial y nacional y sus dos supuestos cómplices ya habían sido detenidos luego de que se presentaran ante la Justicia mientras eran intensamente buscados.
La pesquisa inicial, que quedó en manos del fiscal especial Juan Manuel Bancalari, logró detener en las siguientes horas del crimen a dos sospechosos. Pero al ser sometidos a dos ruedas de reconocimiento, y al carecer de otras pruebas, finalmente fueron liberados.
Casi 24 horas después la causa volvió a movilizarse cuando quien sería el que acompañaba al acusado de dispararle al efectivo que prestaba servicios en la UPAT se presentó con su abogado en la Fiscalía de Instrucción 16 de la UFI Especial.
Luego se presentó un segundo sujeto que también estaría implicado en el crimen. Ambos fueron aprehendidos y posteriormente imputados “por existir motivos de sospecha de su participación en el delito investigado”, indicaron desde esferas judiciales.