Caso Yamila Subia: “No sé dónde ir a buscarla ni a quién pedir ayuda”

La joven de 14 años salió de su casa el 27 de julio en Campo Los Andes a pedir un turno para su hermano menor al centro de salud de La Consulta y nunca regresó.

“Todos dicen mentiras. Dicen que han visto a mi hija, dicen que tenemos datos, que estamos en contacto con ella, dicen que se fue con un 'chango'. Pero la única verdad es que mi hija no aparece y yo no sé a dónde buscarla ni a quién pedir ayuda”, dice Marcia y da vuelta el rostro para ocultar las lágrimas.

Al principio, pensó que era una travesura de adolescente pero pasan los días y “me crece ese mal presentimiento”, confía.

Su hija mayor, Yamila Subia (14), partió por ese mismo callejón de tierra en La Remonta, donde hoy juegan los hermanos, el pasado 27 de julio. Iba al centro de Salud de La Consulta, a sacar un turno para su hermano menor, Tobías.

Llevaba sólo "una bolsa con su DNI y el del pequeño". Las enfermeras de la salita fueron las últimas que la vieron ese día. El turno quedó registrado, pero la chica nunca más volvió a su hogar. 

A 14 días de su desaparición, el caso de Yamila constituye un verdadero misterio. Han circulado distintas versiones -incluso algunas policiales- que daban cuenta de que había datos certeros de que la chica estaba bien.

Por este motivo, el lunes pasado se suspendió una marcha que había sido convocada desde la escuela técnica Integración, de La Consulta, donde asiste la chica. La misma se reprogramó para hoy, a las 11, en el formato de un acto.

Sus padres están desesperados y la bronca contenida se les vuelve impotencia cuando escuchan “habladurías”. Ayer, por primera vez, don Francisco Subia declaró en el Juzgado de Tunuyán. Él se acercó para aportar un dato, que hoy resume toda su esperanza.

“Parece que Yamila intentó comunicarse con una sobrina mía que trabaja fuera del país. Habrá que esperar que la Policía investigue”, repite la voz cansada del hombre.

Mientras tanto, desde la unidad de Investigaciones del Valle de Uco, Sergio Barbagallo informó que “se está avanzando bastante para dar con el paradero de la chica”.

Sin embargo, aseguró que aún no la encuentran y que la Justicia ha decidido no dar ningún tipo de información, “para evitar confusión y complicaciones en la causa”. Según el comisario, el juez Oscar Balmes -del Primer Juzgado de Instrucción de la zona- dispuso un “estricto secreto de sumario”.

Su desaparición

“Ella tiene su carácter, pero nunca se ha ido sin avisar. Siempre me escribe al teléfono 'mamita estoy aquí o allá”, insiste Marcia desde el ingreso a la finca de Campo Los Andes, donde llegaron como contratistas hace tres años.

Dice que habían estado hablando de que celebrarían con unas pizzas o un asado, la beca que iban a darle por deportes que practica. El jueves 27 de julio salió a La Consulta y nunca regresó. Sus padres la llamaron, “pero el celular no daba”.

El sábado recibieron un mensaje que decía que estaba internada en el hospital de Tunuyán, con calmantes, “por lo de la pierna” (se había quemado el tobillo con la moto, explicará luego la mamá) y que quedaría en observación.

El lunes fueron allí y no había ingresado ninguna chica con su nombre y características. Entonces, radicaron la denuncia en la Comisaría 65, de Vista Flores.

Así lo cuenta la familia. La Policía y algunas instituciones, desde el principio, cuestionaron el hecho de que los padres esperaran tres días en alertar sobre su ausencia.

“Ellos creen que nosotros sabemos algo, dicen que mentimos. Si fuera así, ¿para qué vamos a hacer la denuncia? Nuestras familias de lejos están muy preocupados, nos han llamado, no entienden nada.... como nosotros”, reconoce la mujer.

Ella tiene a su familia en Bolivia y su esposo, una parte en Buenos Aires. Hace tres años llegaron a Mendoza buscando trabajo en el agro.

Yamila es la mayor de cuatro hermanos, quienes nacieron en Salta. “Mis hijos son argentinos y estoy orgullosa de que lo sean, pero parece que no tienen derecho a ser buscados”, cuestiona Marcia, quien en su desesperación quiere conseguir “un contacto de Evo Morales” para que le ayude a encontrarla.

Los Subia viven en Campo Los Andes. Como han llegado hace poco, apenas son conocidos por sus vecinos. Lo que sí reconocen docentes y lugareños es que Yamila es una chica tranquila y callada. Siempre ha tenido un buen desempeño escolar. Así lo consignan en la escuela técnica de La Consulta, donde empezó a cursar este año y en donde lo único que le objetan a la muchacha son sus muchas inasistencias.

“Yo no sé leer ni escribir. No tengo vehículo, no conozco a nadie acá y no sé por dónde empezar a buscar... sólo espero que no le hagan daño”, se lamenta Marcia.

El día en que desapareció su hija vestía una campera con lunares café y blanco, una calza azul, unas zapatillas negras y una traba marrón en el pelo.

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