Caso Próvolo: con la monja Kumiko, ya son 6 los detenidos

La religiosa, prófuga desde hace un mes, se entregó en Buenos Aires. Está señalada por las víctimas de ser quien las “marcaba” a los abusadores.

La monja japonesa Kosaka Kumiko, quien estaba prófuga desde el 31 de marzo acusada por los abusos sexuales a chicos sordomudos en el instituto religioso Antonio Próvolo (Luján de Cuyo), se entregó en la mañana de ayer en Buenos Aires.

Habían transcurrido exactamente 33 días desde su pedido de detención, que se aceleró tras la declaración el viernes pasado de otra monja que trabajó con ella en el Próvolo -Asunción Martínez-, quien había intentado despegarla y hasta dejó un número telefónico de contacto.

Sobre la religiosa oriental pesaba un pedido de captura nacional e internacional librado por el fiscal Gustavo Stroppiana. Según confirmaron fuentes judiciales de Mendoza, desde una oficina judicial porteña se comunicaron cerca del mediodía confirmando que Kumiko había llegado hasta allí y se había identificado junto a un abogado.

Incluso, Kumiko preguntó si todavía estaba vigente el pedido de captura, lo que le fue confirmado por la Unidad Fiscal Luján-Maipú, a la que pertenece Stroppiana y quien no se encontraba en la fiscalía en ese momento (estaba participando de una cámara Gesell).

Durante los próximos días la religiosa será trasladada a Mendoza con una comitiva especial. Y ni bien Kumiko pise suelo mendocino será imputada por participación primaria en los delitos de abuso sexual y corrupción de menores, los mismos por los que ya están imputados y detenidos 2 curas y 3 administrativos del establecimiento. Es casi un hecho que la monja quedará detenida en la alcaidía de mujeres de El Borbollón.

La japonesa está señalada por algunas de las víctimas -sordomudas e hipoacúsicas- que denunciaron haber sido abusadas en el Próvolo al menos desde 2005 como quien las “medía”, golpeándolas y hasta tocándolas antes de “entregarlas” a los otros 5 imputados para que continuaran con los abusos. Algunas chicas incluso contaron que les tiraba violentamente el vello púbico.

La causa ya tiene 27 denunciantes (ayer por la mañana se sumó uno nuevo) y todos señalan a Kumiko, a los curas Nicola Corradi y Horacio Corbacho, y a tres administrativos del instituto (Jorge Bordón, José Luis Ojeda y Armando Gómez) como sus autores. Mientras que Corradi cumple prisión domiciliaria, los otros 4 pasan sus días en la cárcel de Boulogne Sur Mer aguardando el juicio.

Nuevo denunciante

Desde que salieron a la luz los primeros episodios aberrantes a finales de noviembre del año pasado, el caso no dejó de sumar novedades.

Por un lado, los escalofriantes detalles de los abusos (como una niña sordomuda atada a una reja para que no ofrezca resistencia mientras era violada o episodios de zoofilia con uno de los imputados, acusado de violar a un perro en reiteradas oportunidades); por el otro, la cantidad de víctimas.

Es que en este tiempo ya hay al menos 27 episodios confirmados (y contando) con denunciantes identificados, y el más reciente se conoció ayer. Se trata de un chico de 16 años, quien durante una Cámara Gesell sostuvo haber sido violado por el cura Corbacho cuando tenía 5 años. 

Además, involucró a la hasta ayer prófuga Kumiko en otros episodios, puesto que la acusó de dejarlo abandonado en el patio del establecimiento por las noches, al aire libre y en pleno invierno. También dijo que la monja lo agredía pegándole y doblándole los brazos a la fuerza.

Lo llamativo es que el episodio que involucra al cura y que se conoció ayer habría tenido lugar entre 2006 y 2007, antes incluso de que una madre se presentara en la Justicia y en el mismo colegio afirmando que su hijo (sordomudo también) había dibujado a una persona practicándole sexo oral a otra y rodeados de muchos ojos.

Esta denuncia data de 2008 y la Justicia local no la investigó como correspondía -según denunció la madre de este chico cuando el caso explotó el año pasado-, lo que hubiese permitido que los abusos se conocieran hace 9 años.

En aquella oportunidad, desde la Fiscalía que intervino citaron a las autoridades del Próvolo para que explicaran lo ocurrido y la misma institución les realizó test psicológicos a los compañeros del niño que hizo el dibujo. Pero -según destacaron desde la ONG Xumek (querellantes en la causa actual)-, tanto la víctima como quien era obligado por los imputados a cometer los abusos extrañamente no estuvieron entre los chicos evaluados en esa ocasión.

“El tema es que el adolescente que hoy confiesa haber sido abusado por Corbacho entre 2006 y 2007 se encontraba entre los chicos que habían sido analizados, y en ese momento no se detectó nada extraño, tristemente”, sintetizó el abogado Sergio Salinas, de Xumek.

Durante las últimas semanas, otra de las denunciantes (una chica de 23 años sordomuda, al igual que la totalidad de las víctimas) involucró en su declaración a otras 3 personas distintas de las 6 ya detenidas como autores también de los delitos. Incluso, manifestó que una “se vestía como cura”. Si bien no están identificadas estas 3 personas, no descartan que una de ellas sea el también sacerdote Luigi Spinelli.

Al igual que Corradi, Spinelli es italiano y está denunciado por abusos en la sede central del Próvolo, en Verona. Según denunció la Asociación Italiana de Víctimas de Sacerdotes Pedófilos, los dos curas y otra pareja más de religiosos vinieron a Argentina ni bien se conocieron las denuncias en Italia. Y es en este contexto en el que no se descarta que alguna de estas 3 personas acusadas y no identificadas aún sea este otro cura italiano.

El Arzobispado capacita a seminaristas para prevenir nuevos abusos

El vocero del Arzobispado de Mendoza, Marcelo De Benedictis, indicó que buscan prevenir nuevos casos de abusos sexuales dentro de la Iglesia local por medio de capacitaciones que se dictan en el seminario a sacerdotes y religiosas consagradas.

Según manifestó en declaraciones a Radio Nihuil, el programa se ocupa de los aspectos legales, canónicos y seculares. “Después de todo lo horrible que hemos pasado como sociedad mendocina y como iglesia con lo del Próvolo, ya veníamos tomando medidas en la Iglesia mendocina. Y este curso de prevención de menores y de adultos vulnerables lo dicta la Universidad Gregoriana de Roma, tiene un alcance internacional y es muy valioso. Entre los temas están la precisión de la terminología, los factores de riesgos que inducen a un abuso, los factores protectores, los que evitan el abuso y también cuáles son los indicadores que nos marcan que estamos frente a un caso de abuso. Tener gente preparada en este tema tan delicado y que nos ha golpeado tanto, es muy importante”, sostuvo De Benedictis.

“Es algo que nos viene de afuera si se quiere, no es de Mendoza. Lamentablemente los protagonistas no son de la Iglesia mendocina, pero vienen de otro lado, de una congregación. Sí, todo es Iglesia Católica pero es impensado esto. Pensemos en las congregaciones que tenemos, que han hecho y que siguen haciendo tanto bien en Mendoza, de siglos. Y sin embargo esto nos tomó de sorpresa. Queremos que nunca más pase esto. Nunca más”, sintetizó recurriendo al argumento que eligieron desde el principio: que el Arzobispado jamás supo nada del caso Próvolo.

Estas explicaciones fueron rechazadas cuando estalló el caso por el abogado de la Red de víctimas y sobrevivientes de abusos eclesiásticos, Carlos Lombardi, para quien todo lo que involucre a una orden religiosa de la Iglesia Católica presente en Mendoza es responsabilidad del Arzobispado.

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