Comenzó en San Martín el juicio por el crimen de Américo Honorato (58), vecino del barrio San Pedro que fue visto por última vez, en la tarde del domingo 21 de agosto de 2016 y cuyo cuerpo, apareció cuatro días después, en un descampado a ocho kilómetros de su casa. El hombre tenía el rostro desfigurado a golpes y signos fatales de ahorcamiento.
Por el caso están detenidos Juan Quinteros, que luego de cuatro días de rastrillaje en busca de Honorato, se entregó en la fiscalía, confesó ser autor del crimen y guió a los investigadores hasta el lugar donde apareció el cuerpo. También están acusadas otras seis personas detenidas desde el primer momento: tres hermanos de Quinteros, Jorge, Carlos y Antonio; dos de sus primos, Jorge Palacios y Miguel Ángel Agüero y un cuñado, Franco Sisterna.
Los siete forman un grupo de mirada esquiva y escasa instrucción escolar, que vivía en el asentamiento Los Chorizos, al norte de la ruta 7, cerca del basural municipal; se trata de gente que subsistía como cartoneros u obreros rurales, y que suelen responder a las preguntas, con monosílabos o frases entre dientes. Y salvo Juan Quinteros, el resto ha buscado despegarse del caso, pero con declaraciones contradictorias que solo han arrimado confusión y dudas.
En la misma noche en que desapareció Honorato, su camioneta Saveiro fue incendiada en un descampado, muy cerca de Los Chorizos.
Criminis Causa
Quinteros está acusado de homicidio criminis causa, es decir que para los investigadores, mató a Honorato para encubrir el robo, un delito que se castiga con perpetua.
A lo largo del juicio, sus abogados buscarán atenuar la pena y cambiar la carátula a homicidio simple, que tiene condena de 8 a 25 años: "El crimen ocurrió por una discusión, no por un robo", será la teoría que buscarán sostener ante el tribunal, presidido por Viviana Morici e integrado por Eduardo Orozco y Victoria Franano.
En su confesión, Quinteros dijo que conocía a Honorato desde hacía meses y contó que se había visto a lo largo de tres o cuatro domingos, siempre en un descampado de la zona. Aseguró que esa tarde discutieron, que Honorato lo golpeó con un cinto y que él se defendió y por eso lo ahorcó.
Para el fiscal Oscar Sívori, el relato no se sostiene: "No hay elementos para pensar que se conocían. Además, la víctima era una persona que sufría una discapacidad y tenía poca fuerza en los brazos, no podría haber comenzado una pelea".
Quinteros dijo que esa misma noche, ayudado por Agüero condujo hasta Chivilcoy donde arrojaron el cuerpo en un descampado; agregó que luego, el resto lo ayudó a descartar la camioneta.
Se sabe por las pericias que la víctima falleció, probablemente en la noche del martes, es decir dos días después de que su camioneta fue incendiada, un día después de que se detuvo a la mayoría de los acusados y un par de días antes de que su cuerpo fuese encontrado.
Para la familia, Honorato no estuvo en ese descampado agonizando y creen que se deshicieron del cuerpo a último momento.
Y es que durante la primera audiencia declararon tres hijos de Honorato y uno de sus hermanos: coinciden en que la familia y amigos, rastrillaron una amplia zona y que pasaron por el sitio donde apareció el cuerpo, un descampado del callejón Loyola, cerca del carril Chivilcoy.
"Estuvimos ahí el día antes y el cuerpo no estaba. A mi hermano lo llevaron después de que pasamos nosotros", dijo Oscar Honorato. Esa y otras dudas son parte de la historia que deberá resolver el tribunal durante el juicio, para entender qué le pasó a Américo Honorato y qué papel jugó en su suerte cada uno de los detenidos.