En el caso Flor Di Marco testigos complican a la madre

El caso Florencia Di Marco sigue su trámite judicial. Está en la etapa final y la continuidad será pasar las actuaciones al fiscal, el que podrá -de mantener la imputación- acusar para que la causa vaya a juicio oral y público.

La jueza Virginia Palacios, titular del Juzgado de Instrucción Penal 3, contando con la colaboración de la Fiscalía de San Martín, logró la comparencia en su despacho de varias personas.

Todas residentes en Palmira y mientras unas eran conocidas de la pareja, otras que declararon este miércoles, pertenecen al cuerpo docente y celadoras de la escuela Florencia Ameghino, donde concurrió mientras vivía en el Este mendocino, la niña y que ya habían dado su testimonio ante una comisión enviada desde San Luis.

Ayer prestaron declaración ante la jueza Virginia Palacios, dos celadoras de la escuela donde iba Florencia en San Martín; las mujeres son de apellido Jáuregui y Rizzo. Díaz, como vice-directora del establecimiento escolar y Fleury, supervisora de la DGE, todas con la "obligatoriedad de decir verdad".

En general todos los testimonios de ayer fueron coincidentes en señalar que las maestras de la escuela Ameghino habían tomado conocimiento de que Gómez -el padrastro y acusado del crimen que se suicidó en la cárcel- "tocaba" a Florencia cuando se encontraba en su casa.

Algo que ya habían expresado en declaraciones anteriores ante personal que desde San Luis viajó al Este mendocino.

Más testimonios

Mientras que para el lunes habían sido citadas varias personas con domicilio en Palmira y que -por comentarios- conocían a la niña y también a la familia, buscando confirmar la versión que la madre "estaba al tanto" de los abusos contra su hija.

Así tuvieron en la sede judicial tres mujeres, una de ellas peluquera, su hermano, su esposo y también la madre de una nena compañera de Flor. Y como ocurrió ayer, confirmaron lo ya declarado: que una maestra de la niña, le había dicho a Carina que el padrastro "la acariciaba", situación que se remontaba en el tiempo, versión que la madre de la nena calificó de "mentirosas".

Mientras que la otra mujer confió que, a su entender, la madre de Florencia no ignoraba lo que estaba pasando con Gómez.

Lo que se contradice con la versión de Carina Di Marco que, en principio defendió ante los medios a su pareja y después ante la jueza aseguró "desconocer lo que pasaba en su casa", hasta que ya en prisión reconoció que ella también "era víctima de los malos tratos" de su pareja.

El caso

La última semana de marzo de este año, el cuerpo sin vida de una nena de 12 años que horas antes había sido denunciada como desaparecida, sorprendió, primero a San Luis, después a Mendoza, y finalmente a todo el país.

Lucas Gómez,  padrastro de Florencia Di Marco, terminó detenido una semana después y el 10 de mayo se ahorcó con el cordón de su pantalón, en el interior de su celda de aislamiento donde estaba alojado.

Ocurrió después que le tomaran muestras de ADN que, a la postre, iban a confirmar que había violado a Florencia, cuyo cuerpo había sido encontrado el 23 de marzo, debajo de un puente en la localidad puntana de Saladillo.

Pocos días después, Carina Di Marco, que cuando encontraron muerta a su hija, estaba dando a luz su cuarto hijo (el tercero con Lucas), fue detenida bajo la sospecha de haber tenido responsabilidad en los abusos de su hija de 12 años.