Campesinos de Lavalle denuncian que un grupo armado los obliga a abandonar su tierra

Voceros de unas 30 familias campesinas del campo La Estación en la localidad de Jocolí, Lavalle, denunciaron "la irrupción de matones armados que amenazaron" a quienes realizaban tareas con un camión y una máquina cargadora, en un "intento de apropiarse por la violencia de tierras en las que la comunidad vive y trabaja desde hace 40 años".

Diego Montón, referente de la Unión de Trabajadores Rurales Sin Tierra -Movimiento Nacional Campesino Indígena (UTS-MNCI) contó que ayer cerca de las 17.30 cinco autos traspasaron una tranquera y cerca de diez hombres armados amenazaron e increparon a obreros que trabajaban dentro de las tierras en conflicto.

Los "matones" obedecían las órdenes de un mujer de apellido Rodriguez Peña, quien asegura ser heredera de una antigua sociedad.

Los campos que enfrentan a la presunta heredera y a la comunidad son 12.000 hectáreas que las familias, que viven en 30 casas ubicadas a 1 kilómetro de estas tierras, utilizan como zona de pastoreo. "Alimentan vacas, cabras y yeguas".

Las tierras en conflicto son 12 mil Ha que las familias usan para el pastoreo.

"Llevamos más de 10 años en litigio por estos campos contra personas, empresas y sociedades que han intentado apropiárselas", aseguró Montón.

“Esta mujer llegó con un titulo antiquísimo de 300.000 hectáreas. Ella dice que es heredera de una parte. Es un documento que nunca se actualizó. Dentro de ese título está la escuela secundaria de Lavalle y varias fincas”, agregó el miembro de la UTS.

La mujer reclama tierras de la sociedad Rodríguez Moriarty, cuyos herederos además litigan junto a los campesinos en un sucesión que se está llevando adelante en Rosario, de donde llegó la presunta beneficiaria.

Por su parte, el director de Tierras de la provincia, Guillermo Yazlli, señaló que esta mañana llamó "al fiscal (Humberto) Panelli y a la comisaría de Lavalle" y, tras exponerles los antecedentes del caso, les expresó que actuaran ya que, subrayó, "no puede ser que esta gente pretenda hacer justicia por mano propia".

"Le dije al fiscal: soy el director de Tierras y usted y la Policía tiene que ir al lugar, labrar un acta y evitar la violencia. Hacerles saber que tienen que presentar lo que quieran oponer ante el juez pero que nadie puede valerse de un grupo de matones", relató a Télam el funcionario del gobierno provincial.

"Le dije al fiscal: soy el director de Tierras y usted y la Policía tienen que evitar la violencia.

Montón aseguró que se presentaron ayer a las 20 a la fiscalía 6 de Las Heras. “Nos tomaron la denuncia recién a las 00 y nos dijeron que remitirán en caso a la Oficina Fiscal de Lavalle. Hasta el momento nadie se ha aparecido”.

Sobre los hechos de ayer, Yazlli dijo que sólo "tenía el relato de la comunidad campesina" y que, en cualquier caso, correspondía al fiscal Panelli y a la policía investigar lo sucedido.

Yazlli confirmó además que el 9 de mayo último se realizó en el lugar una mensura de las tierras convocada a través del Boletín Oficial y en la que la comunidad se hizo presente pero no la otra parte, y si bien señaló que esa ausencia tiene cierta importancia, aclaró que "desde luego no es la sentencia final" de un eventual juicio.

También apuntó que para resolver este conflicto de tierras aportará al juzgado los registros catastrales, en los que se advierten "algunas superposiciones" y dijo que le constaba la posesión campesina "desde hace años".

Consultado sobre este último aspecto, dijo que la comunidad campesina ya "presentó la mensura" para respaldar los derechos de las familias con la intención de obtener "título supletorio" de dominio en los términos de la usucapión, que exige una posesión continuada y pacífica de más de 20 años.

Además, el director de Tierras relacionó la conflictividad en el área con futuras indemnizaciones derivadas del proyectado ensanche y nueva traza de la ruta 40 en el tramo que une a Mendoza con San Juan, que en el caso de la localidad de Jocolí "hará pasar una vía por dentro del pueblo y la otra por fuera, a unos 800 metros".

En estos momentos solo quedan dos autos de los cinco que ingresaron ayer y dos hombres esperan en la casilla que ellos mismos instalaron. Afuera hacen guardia seis campesinos y dos efectivos de la Policía de Mendoza controlan que la situación no pase a mayores.

“Los otros autos ya se fueron y nadie los revisó. Les recomendamos a los campesinos que no interactúen con los agresores, ellos están armados y tenemos miedo de los agredan”, finalizó Diego Montón.