Cambian los escenarios y hay que tomar decisiones

La devaluación del yuan chino y la posible suba de tasas en EEUU comprometen más nuestra balanza comercial y la posibilidad de conseguir reservas genuinas.

Rodolfo Cavagnaro - Especial para Los Andes 

El gobierno nacional decidió que 2015 era un año en el cual no debía tomar decisiones complejas que pudieran generar reacciones por parte de los ciudadanos, siendo un año electoral. Para conseguirlo, era necesario cubrir el frente interno y el frente externo.

En este último, la idea era emitir deuda, a través de los Bonar 2024, bonos en dólares bajo ley argentina, con la idea de refinanciar el vencimiento del Bonar 2015, que es en octubre y por unos 7.500 millones de dólares.

En el frente interno, la idea era estimular el consumo, no tocar los subsidios para no afectar el poder adquisitivo de los consumidores y mantener un ritmo de devaluación muy por debajo de la inflación, incluso la que mide el Indec. Para eso debería seguir financiando el déficit fiscal (que ya está en 7% del PBI) con emisión monetaria. Además, se seguiría vendiendo dólares a particulares a precio oficial para disimular el cepo cambiario.

Con estas variables controladas, la idea del gobierno era hacer “la plancha” hasta después de las elecciones y dejarle al próximo gobierno las decisiones trascendentes que deben tomarse. Pero la aceleración de situaciones en el campo internacional está complicándole la estrategia al gobierno de Cristina Fernández.

El mundo está complicado
La decisión anunciada de la Reserva Federal de EEUU de subir las tasas de interés marcó el primer punto complejo, ya que impactó de inmediato en los precios de las materias primas y en la devaluación de todas monedas, desde el euro hasta las monedas de nuestra región, y en una proporción mayor a la devaluación que por goteo practica el Banco Central de la República Argentina.

Finalmente, la autoridad monetaria norteamericana anunció que el proceso se iniciaría en setiembre si el nivel de actividad, la inflación y el nivel de empleo son compatibles con esta decisión.

El solo anuncio movilizó a los inversores, que comenzaron a salir de países emergentes y se colocaron en bonos del Tesoro de EEUU haciendo subir el valor del dólar. Pero como bajaron las materias primas, el primer perjudicado fue el mismo país. EEUU había conseguido pasar a ser exportador de petróleo, pero con el crudo a 50 dólares no son rentables los yacimientos de shale oil, y muchos han sido paralizados.

También le toca la caída de los precios de los granos, ya que son los primeros productores de soja, entre otros. Pero, además, pierden competitividad sus exportaciones, mientras la devaluación del euro ayuda al bloque europeo a reactivar su economía.

La complicación china
En medio de este escenario, China comenzó a mostrar números preocupantes de su economía, ya que no crecerá este año ni siquiera el 7% y con ello pierde fuerza. El gobierno hizo múltiples intentos pero no logra reactivar su mercado interno para suplir la caída de los mercados mundiales.

Esta semana el gobierno chino sorprendió devaluando su moneda y poniendo un manto de duda acerca de la respuesta del mundo, que teme que comience una “guerra de divisas”, con devaluaciones competitivas que podrían complicar el comercio mundial.

La primera respuesta de los mercados fue una nueva baja en los precios de las materias primas y un aumento del dólar y devaluaciones del resto de las monedas. Ante este panorama, algunos analistas piensan que se le complicó el panorama a la Reserva Federal y posiblemente postergue sus decisiones hasta que el mercado aclare un poco.

Argentina en el medio
Todo este panorama complica la estrategia del gobierno, que ya había estado complicado con la amenaza del juez Griesa de aceptar que se embarguen los Bonar 2024, ante el pedido de los fondos buitres. La restricción de divisas es grande ya que, además, por el peso revaluado, saldrán casi 10.000 millones de dólares por venta de dólar-ahorro y dólar-tarjeta (por compras y viajes en el exterior).

Una mayor revaluación del dólar y un mayor atraso de nuestro tipo de cambio anuncian problemas de balanza comercial hacia fin de año, pero generan recesión ya que deberá mantener restricciones a las importaciones, afectando la producción.

Además, al devaluarse el yuan, cae el cálculo de las reservas, ya que hay una parte de las mismas que están en esa moneda. Cuando se hace el cálculo del tipo de cambio real multilateral, se toman 19 monedas, entre las cuales la mayor participación la tienen el dólar, el euro y el yen. Salvo el dólar, las demás se han devaluado y este tipo de cambio real está por debajo del que existía en tiempos anteriores a la caída de la convertibilidad.

Habrá que ver cómo maniobra el gobierno para no tener que tomar medidas antipáticas antes de las elecciones, pero si no toma ninguna lo que asegura es un proceso recesivo más pronunciado.

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