Aviones vietnamitas que buscan el Boeing 777 de Malaysia Airlines desaparecido ayer con 239 personas a bordo localizaron rastros de combustible a lo largo de varios kilómetros en el Mar de China Meridional, afirmó un general vietnamita.
Se trata de los primeros rastros posibles del avión de Malaysia que volaba entre Kuala Lumpur y Pekín.
"Dos de nuestros aviones detectaron dos regueros de combustible a lo largo de unos 15 a 20 kilómetros en paralelo y a unos 500 metros el uno del otro", declaró en directo en la televisión pública el general Vo Van Tuan.
"No estamos seguros de donde vienen esos regueros de combustible, enviamos barcos hacia la zona", agregó horas después de la desaparición del avión.
El vuelo MH370, que transportaba 227 pasajeros de varias nacionalidades diferentes y 12 tripulantes, salió de los radares entre las costas de Malasia y las de Vietnam sin haber enviado ningún mensaje de auxilio.
Al caer la noche se suspendieron las operaciones de búsqueda aérea, aunque los buques movilizados seguían rastreando la zona, indicó la aerolínea, precisando que de momento no se encontró ningún resto del aparato.
Vietnam, China, Malasia, Filipinas y Singapur movilizaron buques patrulla, aviones y helicópteros para la búsqueda en el mar de China Meridional, donde de un tiempo a la actualidad estos países tienen disputas territoriales.
El primer ministro malasio, Najib Razak, señaló que las autoridades seguirán buscando el aparato "el tiempo necesario".
La prensa oficial vietnamita citó a un oficial de la marina que decía que el aparato se estrelló frente a las costas del sur del país.
Pero horas más tarde, Hanoi no dio más información y no se había podido confirmar esta afirmación.
Familiares impacientes
El aparato, un Boeing 777-200, salió de Kuala Lumpur a las 00H41 del sábado y tenía prevista su llegada a Pekín a las 6.30 hora local.
Sin embargo, desapareció a la 1.30 na hora después de despegar, según informó la compañía.
La última posición conocida de la aeronave apunta a que ésta se encontraba 150 kilómetros al norte de la costa este de Malasia, añadió. Si el avión se estrelló, sería el accidente más grave de un Boeing 777, que registró un solo accidente mortal en 19 años de historia, en el aeropuerto de San Francisco en julio de 2013, donde murieron tres personas.
"Nuestra prioridad ahora es trabajar con los equipos de rescate y las autoridades", dijo en rueda de prensa el consejero delegado de Malaysia Airlines, Ahmad Jauhari Yahya.
El directivo precisó que entre los pasajeros hay 12 niños pequeños.
En cuanto a nacionalidades, hay al menos 153 chinos, 38 malasios, 7 indonesios, 6 australianos, 4 franceses y 3 estadounidenses.
"Estamos muy preocupados por estas informaciones", declaró el ministro chino de Relaciones Exteriores, Wang Yi, en un comunicado.
Desde Roma, la familia de un italiano, Luigi Maraldi, 37 años, señalado como pasajero del avión, desmintió su presencia en el aparato.
Maraldi, actualmente en Tailandia, llamó a su familia para decirle que no estaba en el avión y que días pasados en Malasia la habían robado el pasaporte.
El ministerio austríaco de Relaciones Exteriores informó también que un ciudadano austríaco tampoco viajaba en el avión, como se había comunicado, sino que se encontraba en buen estado en Austria. Alguien se registró en el vuelo con su pasaporte robado en 2012 en Tailandia, añadió.
En el aeropuerto internacional de Kuala Lumpur, los familiares de los pasajeros esperaban noticias angustiados.
Hamid Ramlan, un policía de la capital malasia, dijo que en el vuelo iban su hija de 34 años y su yerno de 24, para pasar vacaciones en Pekín.
"Mi mujer no para de llorar. Todo el mundo está triste. Mi casa se ha convertido en un lugar de duelo", dijo.
En Pekín, los familiares de los pasajeros estaban también muy angustiados.
"Son unos inútiles. No sé por qué no han sacado aún ninguna información", dijo un joven refiriéndose a la aerolínea.
La compañía Malaysia Airlines (MAS) ha tenido pocos accidentes. El más grave fue en 1977, cuando un avión suyo se cayó en el sur de Malasia y murieron los 93 pasajeros y los siete miembros de la tripulación. Un nuevo accidente sería una pésima noticia para la compañía, que lleva años perdiendo dinero, ante la competencia de empresas de bajo costo como AirAsia.