La incertidumbre reina por estas horas en investigadores y familiares de un cobrador que está desaparecido desde hace casi dos días. Fue visto por última vez el martes por la siesta, cuando pasó por Villa Nueva a ver a un cliente. Iba en su moto y, dada su labor, se sospecha que llevaba dinero.
Rolando Garrido (54) desapareció el martes en medio de su rutina de trabajo. Lo último que se sabe de él es que andaba en su moto Zanella 110 por Guaymallén, cobrando las cuotas de un colegio privado que funciona en ese departamento. A las 14 mantuvo una comunicación telefónica con su jefe. La charla fue escueta y no hubo ningún detalle que hiciera presumir algo raro. Cerca de las 15.30 fue visto por última vez cuando fue a cobrar a una casa ubicada sobre Bandera de los Andes y Urquiza de Villa Nueva.
Está confirmado que cuando desapareció Garrido llevaba una suma de dinero, aunque ni las autoridades ni sus allegados pueden precisar de cuánto se trataba. “Suponemos que no era tanto, ya que como era último día del mes tenía que cobrar a los pocos que no habían pagado la cuota puntualmente”, contó Norma, una de las hermanas de Garrido, en comunicación con diario Los Andes.
Búsqueda intensa
“Roli”, tal como lo conocen sus allegados, vive en el distrito La Primavera de Guaymallén, junto con su hermana Norma y su familia. Nunca se casó ni tampoco tiene hijos.
Trabaja como cobrador desde hace unos cinco años. Antes se desempeñó como cartero. Es un hombre muy conocido en la zona donde vive y querido por la mayoría de sus clientes. Justamente sus seres queridos fueron quienes movilizaron la búsqueda, sobre todo por redes sociales.
“Garrido es una persona normal, un trabajador”, dijo un allegado a la causa.
Las primeras sospechas de que algo no andaba bien comenzaron el martes por la tarde. El jefe de Garrido lo llamó varias veces a su celular ya que debían acordar la entrega del dinero cobrado y de los recibos. El teléfono sonaba pero nadie respondía. Lo mismo hicieron Norma y varios de sus familiares. “Lo llamé más o menos hasta las 22 y no atendía”, agregó su hermana. Al parecer, el celular del hombre se mantuvo activo hasta ayer a las primeras horas, cuando directamente comenzó a derivar llamadas al contestador automático.
Ante la falta de noticias, los familiares de Garrido comenzaron a buscarlo en hospitales, comisarías y en los lugares que suele frecuentar.
omo no tuvieron respuestas, a las 2.45 de ayer se acercaron a la Oficina Fiscal 19, donde pusieron la denuncia. Desde entonces la causa se instruye bajo la figura de averiguación paradero. “Nunca hizo una cosa así; jamás se fue sin avisar”, afirmó Norma.
Por estas horas, una división policial de Búsqueda de Personas intenta dar con rastros del hombre. Además, se están realizando investigaciones y análisis de cámaras de calle Bandera de los Andes, lugar donde se lo vio por última vez. A esto se suma el intento por reconstruir, a partir de una hoja de ruta, el recorrido que debía hacer el día de su desaparición.
Garrido llevaba puesta una campera gruesa de color azul con tiras refractarias, un jean, borceguíes y un casco.
“Pensamos en tantas cosas porque no está por ningún lado”, dijo conmovida su hermana. “Es muy raro, sobre todo que desaparezca sin atender. Es una persona sin conflictos por lo que no se sospecha de nada”, agregó un pesquisa.