Breaking2: una campaña para entrar en la historia

Nike reunió a un equipo especializado compuesto por ingenieros y diseñadores, biomecánicos y nutricionistas. El desafío: crear las condiciones para que un atleta lograra un récord del mundo. Bajar las 2 horas en la maratón, una proeza que quedó a 24 segu

A fines de diciembre de 2016, la firma de indumentaria Nike anunció que afrontaría un nuevo reto: uno que implicaba el máximo esfuerzo físico y también mental para un atleta. Breaking 2 fue el nombre del “misión” que buscaba romper con la barrera de las 2 horas en la maratón, algo nunca antes hecho por un hombre.

Bill Bowerman, co-fundador de la firma estadounidense y reconocido entrenador de atletismo, dijo una vez: “El verdadero propósito del running no es ganar una carrera; es probar los límites del corazón humano”. Es por eso que Breaking 2 fue mucho más que un desafío: una reducción -apoyada por el uso de la tecnología- del récord de 2h02’57”.

Con una gran puesta en escena, el sábado 6 de mayo, en el legendario Autódromo de Monza, en Italia, el keniata Eliud Kipchoge, el único con previsibles chances de consumar la hazaña, estuvo a veinticuatro segundos de poder lograrlo (2h00’24”), pero pulverizó la mejor marca de la historia, las 2h03’02” de su compatriota Geoffrey Mutai, igualmente no homologada por el recorrido (de 42,195 km) levemente descendente de Boston.

El remate estaría a cargo de Eliud, que además de haber ganado siete de sus ocho maratones, es el fondista más regular de la actualidad.

En promedio, el africano de 32 años corrió a 2 minutos 51 el kilómetro (necesitaba un segundo menos por 1000 para rebajar las dos horas), pasando en tiempo de récord mundial las distancias de 25, 30, 35 y 42 kilómetros.

Para afrontar la carrera perfecta, el campeón olímpico en Río 2016 contó con un kit por demás innovador. Unas cintas futuristas en sus pantorrillas, parecidas en su diseño a las que utilizan los atletas cuando están lastimados (para elevar el nivel aerodinámico del cuerpo), camisetas sin costuras con micro perforaciones y aplicaciones aerodinámicas; braseros y calcetines especiales. En total (contando las zapatillas) el corredor cargó sólo 400 gramos de material.

Para lograr terminar una carrera y romper el récord, Nike había formado un equipo de atletas profesionales encabezado por Kipchoge, Lelisa Desisa y Zersenay Tadese. Tras bambalinas los ingenieros, diseñadores, biomecánicos, nutricionistas, fisiólogos y desarrolladores de materiales habían aportado sus “mentes brillantes” para que pudieran concretar esta proeza.

Nike le dio sustento a una parafernalia publicitaria a a medida que se acercaba el “día X”. Vía streaming tuvo en vilo a millones de personas sin importar el uso horario de su país. La marca no se consiguió pero nadie habla de fracaso. Horas después, Nike anunció las estadísticas de la prueba (¿será la primera?) y los entretelones de la ejecución se conocerán en un documental de la National Geographic.

El escenario: Monza

Se buscaron las mejores condiciones de planicie, temperatura, viento y altura. La pista de Fórmula 1 italiana (de 5,793 km) las tiene.

Temperaturas por debajo de los 15ºC, bajas velocidades del viento, y 162 metros sobre el nivel del mar. Un mejor escenario que el de Berlín, recorrido donde se baten récords.

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